Glosario
No
1. adv. Expresa negación.
2. adv. Introduce un contraste entre lo expresado por el elemento sobre el que incide y a lgún otro segmento presente o sobrentendido.
3. adv. Denota la inexistencia, o lo contrario, de lo designado por la voz a la que precede o la ausencia de lo expresado por ella.
Hogar
1. m. Sitio donde se hace la lumbre en las cocinas, chimeneas, hornos de fundición, etc.
2. m. Casa o domicilio.
3. m. Familia, grupo de personas emparentadas que viven juntas.
Migrar
1. intr. Trasladarse desde el lugar en que se habita a otro diferente.
El edificio Conresa I tiene 4 pisos, 2 apartamentos por piso, 7 familias y un grupo de migrantes.
La entrada al edificio es el lugar donde culminan mis días cuando tengo la dicha de dormir en mi cama.
Vivo en el 4to piso, 48 escalones me separan de la puerta de madera donde resido.
Acá viven 5 personas más aparte de mi. En un principio todos eran desconocidos, ahora son compañeros, camaradas, cómplices, ladrones y mañosos pero queridos.
El sendero de la derecha lleva a sus habitaciones, carece de importancia para mí.
La cocina es el lugar de encuentro, donde los armisticios se respetan y las reglas deben cumplirse pero no se cumplen.
Con cada equinoccio, solsticio, eclipse o temblor nos congregamos, compartimos y charlamos… pero faltan cosas para poder llamar a este espacio mi hogar.
Mi habitación. Funciona para descansar y para guardar una especie de trinchera, donde, resguardado en batallas, dormir, bañarme, cagar y comer.
Es un espacio multifacético a pesar de lo pequeño
guardar cosas que en algún momento usaré. Es ella puedo sobrellevar holocaustos, planificar pequeño pero siguen faltando cosas para ser mi hogar.
El techo del edificio, es un lugar que descubrí en la época del COVID. Recuerdo que en aquel tiempo luché contra mis demonios, luego comprendí que era mejor jugar dominó con ellos.
En esa época le tomé cariño a las plantas, me hacia bien cuidarlas. Mi abuela siempre fue de plantas. Hoy en día lo sigue siendo, aún les canta, las mima y las riega con cariño, no puedo verla pero se que es así.
Ellas son compañía.
Me conectan con recuerdos hermosos
Las riego a diario. Les dedico 20 minutos al día y es maravilloso porque me hacen observar lo bonito de la vida. Allí no solo viven las plantas… allí nacen viven y mueren lagartijas, caracoles, lombrices, pajaritos abejas y abejorros…
Mi mente se pone en blanco, luego de eso sucede la magia.
Este lugar me hace recordar momentos hermosos. La sazón (incomparable) de mi madre, compartir un café con mi viejo, la sonrisa de mi sobrina, los cantos de mi abuela, el abrazo de mis hermanos …
Ahora ellos están lejos, regados por el mundo, unos en el norte, otros en mi tierra amada y yo en una pequeña isla que me trata con cariño, pero no es mi hogar.
No elegimos esto, las circunstancias nos empujaron al camino que ahora recorremos. Cada quien con sus obligaciones, cada quien con sus sueños y pesadillas.
Yo desde mi trinchera mantengo el sueño de volver a verlos juntos, sentados en la misma mesa, con la misma sazón (incomparable) de mi madre, con mi viejo y su café en la mano, con mi sobrina (ya grande) sonriendo, con el canto de mi abuela, el abrazo de mis hermanos y de quienes han nacido en mi ausencia.
Mientras tanto les digo que mi familia es mi hogar y aunque no estén conmigo los llevo en mi recuerdo y en mi corazón.