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EJEMPLAR GRATUITO. PROHIBIDA SU VENTA

Año II - No. XVI - OCTUBRE 2013

Cáncer

Asesino a nivel mundial

Benjamín Franklin Sus claves de éxito



Director

René Caire

Dirección de Arte Abimael Acosta

Dirección de Proyectos Yeri González Alarcón

Dirección Editorial Mercedes Ramírez

Diseño Editorial y Arte Vianey Lúa

Mejor Vida es una publicación mensual de Rescate 1910 A.C. que busca informar y orientar. Una herrmienta de desarrollo intregral para cada familia con el fin de lograr una Mejor Vida Mejor vida, año 2, No. 16 octubre es una publicación mensual editada por Rescate 1910 A.C, Paseo de la Candelaria M.67 L.15 Hacienda Ojo de Agua, Tecámac, Estado de México. 55770, Editor responsable: René Caire, Reserva de Derechos al Uso Exclusivo en tramite. ISSN: en tramite, Impreso por: Impresos Marsa S.A. José Peón Conteras 105, col. Algarín, Delegación Cuauhtémoc C.P. 06880 tel. 01 (55) 5519 6640. impresosmarsa@hotmail.com Este número se terminó de imprimir el 30 de septiembre de 2013 con un tiraje de 5,000 ejemplares. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imagenes de la publicación sin previa autorización del Instituto Nacional del Derecho de Autor.

CONTENIDO

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Cáncer de mama. Asesino a nivel mundial.

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Las 10 claves del éxito de Benjamín Franklin.

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Solidaridad. Fundamento del voluntariado social. Se debe perdonar.

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ada 19 de octubre se celebra el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, con el fin de informar a la población a cerca de esta enfermedad que mata miles de mujeres en el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el cáncer de mama es el más frecuente entre las mujeres. Aunque la mayoría de muertes por esta enfermedad se da en países con bajos ingresos, mujeres de países desarrollados y en desarrollo padecen de este mal. Los principales factores de riesgo de contraer cáncer de mama incluyen una edad avanzada, primera menstruación a temprana edad, edad avanzada en el momento del primer parto o nunca haber dado a luz, antecedentes familiares de cáncer de mama, consumir hormonas como estrógeno y progesterona , consumo de licor, tabaco, obesidad, consumo insuficiente de frutas y hortalizas, inactividad física, enfermedades de transmisión sexual como el VIH o el Virus del papiloma y la contaminación del aire urbano. Este día, la OMS promueve la detección precoz a fin de mejorar el pronóstico y la supervivencia de los casos, lo que sigue siendo piedra angular de la lucha contra este cáncer. Cada 30 segundos en algún lugar

del mundo se diagnostica un cáncer de mama. El lazo rosa es el símbolo de la lucha contra el cáncer de mamá. Al cáncer se le atribuyen casi ocho millones de defunciones al año, lo que supone aproximadamente el 13% de las ocurridas el año pasado. Entre los 35 y los 64 años es la enfermedad mortal más frecuente. La mortalidad mundial del cáncer es superior a la del SIDA, la tuberculosis y el paludismo juntos. Cada vez existen más y mejores sistemas de diagnosis del cáncer, conocer el tipo exacto de cáncer resulta fundamental para aplicar el tratamiento adecuado. Los diagnósticos se obtienen por imagenología (ultrasonido, endoscopia o radiografía) e investigaciones de anatomía patológica en laboratorios. Un diagnóstico precoz y correcto ayuda a su curación. El cáncer se puede prevenir. Una vida sana, correcta alimentación, ejercicio físico y evitar factores de riesgo como el alcohol, sol o tabaco disminuyen el riesgo de padecer cáncer. Recientes estudios consideran que si nadie fumara habría un 30% menos de enfermos de cáncer, y sin sobrepeso y con actividad física otro 20% menos. Realiza estudios frecuentes que te ayuden a descartar este padecimiento en tu cuerpo.

CANCER DE MAMA

Asesino a nivel mundial

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Las 10 Claves del Éxito de Benjamín Franklin

no de los personajes más célebres en la historia de Estados Unidos escribió este decálogo, que es una guía de vida para todo emprendedor. Franklin puede enseñarnos mucho acerca del liderazgo empresarial. Hombre sencillo, de habilidades comunes, creía firmemente que era posible adquirir los principios esenciales del éxito; aquellos que le ayudarían a vivir bien. Entonces dedicó su mente, a buscar ese método sencillo, e incluso, tan práctico que cualquiera puede usarlo. Benjamín Franklin eligió 10 áreas deseables para adquirir y profundizar. Durante una semana empeñó toda su atención a cada una de ellas. A sus 79 años, aseguró que todo su éxito se debió a la aplicación de éstas.

Las Claves del Éxito:

1. Templanza. No comer hasta la saciedad, no beber hasta la exaltación. Comer demasiado provoca, sueño. Hay que estar alerta. Beber demasiado hace que se pierda el juicio.

2. Silencio. Habla sólo lo que pueda beneficiar a los otros y a ti mismo. Evita las conversaciones banales. 3. Orden. Que cada cosa ocupe su lugar; que cada parte del negocio tenga su tiempo. Cada profesional en su área. 4.Determinación. Resolver llevar a cabo lo que se debe; actuar sin dejar

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de hacer lo que se determine. Administración efectiva del tiempo, tan explotada y tan de moda. Cada cosa tiene un tiempo específico.

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Frugalidad. No gastar más de lo que es bueno para los otros o para sí mismo; esto es, no derrochar nada, administrar los recursos para que cada peso retorne con algún beneficio.

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Industria. No perder tiempo; estar siempre ocupado en algo útil; suprimir todas las actividades innecesarias. Hay que planear los días y llevar a cabo los planes. Cada hora puede significar alguna ganancia o un nuevo proyecto.

7.

Sinceridad. No usar engaños, actuar justamente; ésta es la base de la lealtad de los clientes. Un cliente defraudado, con toda seguridad no volverá.

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Justicia. No causar perjuicio a nadie haciendo daños u omitiendo los beneficios que se deben.

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Moderación. Evitar los extremos. Hay cosas como las crisis, que están fuera de su alcance; lo externo no es culpa suya; la no planeación, sí que lo es. Hay que aprender a delegar responsabilidades.

10. Limpieza. No tolerar la suciedad

en el cuerpo, vestidos, habitación o empresa. La limpieza provoca confianza. Piensa en un hospital o en un médico sucio... ¿Te daría confianza? Hay empresas que manejan políticas muy estrictas de limpieza, y les ha funcionado.

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SOLIDARIDAD

Fundamento del Voluntariado Social Por Víctor Guédez

“La solidaridad es lo contrario de la soledad” Gabriel García Márquez.

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lla es sinónimo de generosidad, fraternidad, bondad, compañía, concordia, humanidad, fidelidad… Sin embargo, el carácter laxo y expandido de esas diversas definiciones no permite establecer una comprensión total de sus significados en el ámbito social. Para compensar esa deficiencia, podríamos intentar una previa relación de ella con la ética. Digamos que la solidaridad está inscrita en el eje de desenvolvimiento de la ética, en tanto que esta última es mucho

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más que no hacerle daño al otro. Quedarse en este plano equivaldría a una noción restrictiva y prohibitiva de sus proyecciones. En la parábola del buen samaritano se nos recuerda que los primeros que pasaron frente al hombre moribundo prosiguieron su camino, con lo cual cumplieron con la obligación de no atentar contra la integridad del otro. En sentido diferente, el buen samaritano convirtió su conmoción en un gesto


de acción solidaria que permitió la recuperación del hombre agredido. Es aquí donde aparece un paso más allá del simple no hacer daño. No es igual el hacer el bien que el no hacer daño. Lo expuesto nos invita a otro argumento igualmente interesante. Nos referimos a que la solidaridad, junto con la autoestima y la participación, proporcionan el ámbito de la ética. No puede haber ética sin autoestima porque cuando uno no se quiere a sí mismo ni cree en sí mismo se hace imposible ejercer la solidaridad. Recordemos que si no somos capaces de ponernos primero la máscara en un avión que pierde compresión, no podríamos ayudar al niño o al anciano que tenemos cerca. Pero, la solidaridad no sólo necesita de la autoestima como condición de base, sino que debe, igualmente, traducirse en participación, es decir, en acción práctica. La solidaridad, más allá de una disposición psicoafectiva, es una conducta validada por los efectos de su puesta en acción. En función de estas conjugaciones, la ética se nos revela como la armonía entre la autoestima, la solidaridad y la participación, en tanto que su finalidad se inscribe en la idea de que cada ser humano sea mejor ser humano y haga más humano al otro ser humano. Una conclusión surge, entonces, de

esta explicación: la solidaridad encuentra en el “voluntariado social” el mejor instrumento para legitimar su vigencia y realizar su potencialidad. El voluntariado, en última instancia, es la solidaridad en acción. La solidaridad es una especie de capital, de capital emocional que aumenta cuando se comparte y que disminuye cuando se inhibe. Es una forma de enriquecimiento que se capitaliza en felicidad. Hay cuatro formas de felicidad: la primera procede de lograr algo como resultado de un esfuerzo; la segunda, se asocia con el privilegio que se les concede a los principios, a pesar de que ello ponga en riesgo nuestra zona de seguridad; la tercera, se inscribe en la sensación de sentirse bien donde uno está y en lo que se hace en un determinado momento; finalmente, la cuarta vivencia de la felicidad resulta de ver los ojos agradecidos de quien es objeto de nuestra voluntad solidaria. Este recorrido nos invita a recordar que las virtudes se aprenden practicándolas. Sólo la reiteración de los desempeños solidarios genera solidaridad. Si esto lo asociamos con aquello de que los buenos hábitos son virtudes, mientras que los malos hábitos son vicios, aflora el corolario de que hay que favorecer la solidaridad a partir de la práctica de la solidaridad.

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Se debe

perdonar

¿Queréis ser felices un instante? Vengaos ¿Queréis ser felices siempre? Perdonad (HENRI LACORDAIRE)

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iempre se nos ha enseñado la importancia del perdón, sin embargo, es muy difícil decidir perdonar a alguien que te ha hecho daño, y que las emociones de ira o el sentimiento de traición, simplemente desaparezcan. Es igualmente difícil perdonarse a sí mismo y hacer que el sentimiento de vergüenza o desilusión se disuelvan y ya no nos aflijan más. A veces nos aferramos tan fuertemente a nuestros resentimientos que los llevamos con nosotros hasta nuestro lecho de muerte. No son necesarios largos años para comprender la imperiosa necesidad que tenemos de él; en efecto, nadie está libre de heridas, como consecuencia de frustraciones, decepciones, problemas, penas de amor, traiciones, etc. Todos tienen algún día necesidad de perdonar para restablecer la paz y seguir viviendo juntos. En la celebración de unas bodas de oro preguntaron a la pareja el secreto de su longevidad conyugal. La esposa respondió: «Después de una pelea, nunca nos

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hemos ido a dormir sin pedirnos mutuamente perdón». Para descubrir la plena importancia del perdón, intentemos imaginar cómo sería un mundo sin él. ¿Cuáles serían las graves consecuencias? Estaríamos condenados a elegir una de estas cuatro opciones: 1.Perpetuar en sí y en los demás el daño sufrido Cuando lesionan nuestra integridad física, moral o espiritual, algo sustancial ocurre en nosotros. Una parte de nuestro ser se ve afectada, lastimada, incluso mancillada y violada. Nos sentimos inclinados a imitar a nuestro ofensor. Tendemos


viadas para extirparlas de nosotros mismos y detener sus efectos devastadores antes de que sea demasiado tarde. Porque tales predisposiciones a la hostilidad y al dominio de los demás corren el riesgo de ser transmitidas de generación en generación.

a nuestra vez a mostrarnos malos, no sólo respecto al ofensor, también con nosotros mismos y con los demás. La imitación del agresor es un mecanismo de defensa, por un reflejo de supervivencia, la víctima se identifica con su verdugo. Agresores sexuales y abusadores violentos no hacen más que repetir los acontecimientos que ellos mismos sufrieron en su juventud. Son reflejos ocultos en el inconsciente individual o colectivo. Por eso, en el perdón no debemos conformamos con no vengarnos, sino que tenemos que atrevernos a llegar hasta la raíz de las tendencias agresivas des-

2.Vivir con un resentimiento constante Muchas personas sufren por vivir con un perpetuo resentimiento. Consideremos únicamente el caso de los divorciados. Estudios recientes han mostrado que un elevado número de divorciados, especialmente mujeres, sigue alimentando mucho resentimiento incluso después de quince años de separación. Ahora bien, vivir irritado, incluso inconscientemente, exige mucha energía y mantiene en un estrés constante. Entenderemos mejor lo que ocurre si tenemos presente la diferencia entre el resentimiento, que engendra estrés, y la cólera, que no lo hace. Mientras que la cólera es una emoción sana en sí misma que desaparece una vez expresada, el resentimiento y la hostilidad se instalan de manera estable como actitud defensiva siempre alerta contra cualquier ataque real o imaginario. Por consiguiente, quien ha sido dominado y humillado en su infancia determinará no dejarse maltratar nunca más, por lo que estará siempre sobre aviso. Además, tendrá propensión a inventar

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historias de complots o de posibles ataques contra él. Esta situación interior de tensión sólo podrá solucionarla la curación en profundidad que opera el perdón. El resentimiento, esa cólera disfrazada que supura de una herida mal curada, tiene otros efectos nocivos: las enfermedades psicosomáticas. El estrés creado por el resentimiento afecta al sistema inmunitario, el cual, siempre en estado de alerta, llega a atacar órganos sanos, a pesar de estar destinado a protegerlos. Carl Simonton, en su libro Guérir envers et contre tous (1982) “Sanar hacia y contra todos”, consagra todo un capítulo a demostrar que el perdón es el mejor medio de superar el resentimiento devastador que ocasiona todos los tipos de cáncer, artritis, arterioesclerosis, etc. 3.Permanecer aferrado al pasado La persona que no decide perdonar difícilmente logra vivir el momento presente. Se aferra con obstinación al pasado y, por eso mismo, se condena a malograr su presente, además de bloquear su futuro. El cual está cerrado y es amenazador: ya no hay nuevos vínculos afectivos ni nuevos proyectos ni riesgos estimulantes. La vida se ha quedado anclada en el pasado. 4.Vengarse Las primeras secuelas de la vida sin perdón no ofrecen nada gratifican-

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te. ¿Y qué ocurre con la venganza? Intentar compensar el propio sufrimiento infligiéndoselo al ofensor supone reconocer que el sufrimiento posee un alcance mágico que dista mucho de tener. Extiende un bálsamo temporal sobre su sufrimiento personal y su humillación; da al ofendido la sensación de ya no estar solo en la desgracia. Pero ¿a qué precio? El instinto de venganza ciega al que lo padece. El ofensor y el ofendido se lanzan a una escalada sin fin en la que cada vez es más difícil juzgar la paridad de los golpes. Pensemos en el ejemplo clásico de la «vendetta» corsa, en la que los asesinatos de inocentes se suceden generación tras generación. Por supuesto, las «vendettas» de nuestras vidas cotidianas son menos sanguinarias, pero no menos perjudiciales para las relaciones humanas. Intentar pagar al ofensor con la misma moneda hace entrar a la víctima y al verdugo en un ciclo repetitivo. Como un mimo sin libertad, se obedece a los gestos del provocador y se es arrastrado a replicar con acciones aún más envilecedoras. La obsesión revanchista no contribuye en nada a sanar la herida del ofendido; por el contrario, la agrava. Escojamos, pues, el perdón para poder vivir una vida de calidad, siendo luz para los demás.


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