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Ciencia y tecnología
Las matemáticas
se aprenden con juego y diseño Jeinst Campo Rivera,
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septiembre de 2013
La distribución de los jóvenes colombianos dentro de los segmentos de competencia en matemáticas del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) revela que la mayoría no está alcanzando los estándares adecuados de aprendizaje. Casi el 75% se encuentran entre el “Nivel uno” y “Por debajo del nivel uno”, y menos del 1% se ubica entre los niveles cinco y seis. Una porción alarmante (45%) está en el segmento “Por debajo del nivel 1”, lo que según el informe pone en duda su capacidad para desempeñarse efectivamente dentro del mercado laboral o en la educación superior; es un llamado urgente a la acción de las instituciones educativas colombianas. El tema es preocupante y la Universidad Nacional de Colombia, en todas sus sedes, ha comprobado el problema. Un diagnóstico del estado académico de los estudiantes de primer semestre, que realiza el Sistema de Acompañamiento Estudiantil desde el año 2010, encontró que las matemáticas son las que menor puntuación tienen en las pruebas para el ingreso a la Institución. “Durante el segundo periodo académico del año 2013, el 94% de 240 nuevos estudiantes evaluados obtuvo resultados por debajo de 2,9 en el examen nivelatorio de esta área. Pero quizás lo más preocupante fue que el 72% consiguió calificaciones por debajo de 1,9; esto los ubica en estados críticos y moderadamente críticos”, manifiesta Martha Cecilia Tutalchá, coordinadora del Sistema de Acompañamiento. Debido a este panorama, la Maestría en Enseñanza de las Ciencias Exactas y Naturales de la UN estableció un curso permanente, precursor en el país, para que se desarrollen herramientas pedagógicas que mejoren el aprendizaje de estas ciencias en jóvenes de secundaria. En esta labor se contó con el apoyo de estudiantes de Diseño Industrial de la UN en Palmira. Según la profesora Carmen Elena Mier, directora de la Maestría, “se creó un espacio sinérgico de análisis, discusión y desarrollo de propuestas desde la perspectiva de la didáctica, apoyadas en los conceptos de diseño y desarrollo de productos, para apoyar la enseñanza de temas en ciencias exactas y naturales. El objetivo es suplir las necesidades de desarrollo de material pedagógico apropiado a las condiciones de nuestras instituciones regionales de educación básica y media”. El resultado, más de veinte juegos que se han implementado en diferentes colegios de la región, que indudablemente han contribuido a que el aprendizaje sea creativo y dinámico.
Foto: archivo particular
Unimedios
Un bingo algebraico y un tapete didáctico son algunas de las herramientas con las que cuentan colegios del Valle del Cauca.
La falta de pedagogía y de preparación de los profesores son los mayores problemas para que niños y adolescentes aprendan ciencias naturales y exactas. Colegios del Valle del Cauca comienzan a cambiar esa realidad gracias a materiales didácticos creados en la academia.
Objetos innovadores Un tapete sobre el tema de la longitud, un colorido juego para la enseñanza de la configuración electrónica, un rompecabezas tridimensional, un bingo algebraico y un juego para la descontaminación del agua son algunos ejemplos de los múltiples proyectos. “Se parte de identificar una necesidad específica o un concepto y se construye el objeto con el apoyo de un estudiante de diseño. Por ejemplo, el tapete es un juego para niños de grado sexto que tiene como finalidad contribuir al aprendizaje de las longitudes; la idea es que los alumnos partan de un punto específico y lleguen a la meta haciendo la conversión de las unidades de medida que se les dan como pista”, explica la profesora Mier. El ElektroBall y el juego cartesiano son otros dos ejemplos. El primero está creado en forma de escala para estudiantes entre 12 y 14 años de edad, con el objetivo de contribuir al aprendizaje de la configuración electrónica y su fácil expresión en el papel. El segundo se enfoca en el plano cartesiano a través de dos tableros didácticos, en los que los estudiantes tienen las ecuaciones y ubican en el plano los resultados.
Las piezas han sido utilizadas por estudiantes de diferentes instituciones educativas del Valle del Cauca, con resultados que mostraron su efectividad en términos de entretenimiento y aprendizaje. “Los alumnos se interesaron en los objetos. Entendieron fácilmente la dinámica y manifestaron que las clases resultaron más entretenidas y su aprendizaje fue mayor”, aseguró Liliana Sandoval, profesora del Instituto Técnico Industrial Comuna 17 de Cali.
En ciencias naturales Cabe resaltar el desarrollo de un objeto didáctico de aprendizaje para la enseñanza de la separación de materiales durante el proceso de potabilización del agua. Milton Mendoza, estudiante de la Maestría y director de la Institución Educativa 20 de Julio, indica que la explicación del concepto químico en el área de Ciencias Naturales puede contribuir a concientizar a los estudiantes de secundaria sobre el uso racional del líquido. “Aunque parezca sencilla, esta labor resulta compleja cuando se trata de la enseñanza-aprendizaje en un contexto rural. Las herramientas didácticas han sido una gran ayuda para los docentes que han planeado, diseñado y desarrollado actividades entorno a los
objetos útiles dentro de su labor pedagógica. El concepto de diseño juega un papel determinante en el éxito de todo el proceso”, dice Mendoza. Los grupos que ascienden de grado utilizan el material de la UN sobre la no contaminación del agua como un juego más dentro de sus rutinas escolares. Esta idea pudo llevarse a cabo gracias a proyectos financiados por el Programa Ondas Valle, de Colciencias. Estrategias de este tipo, surgidas desde la academia, son fundamentales para la apropiación de las ciencias en nuestro país. Más aun si se tiene en cuenta que un gran número de profesores de educación básica tienen una imagen distorsionada de las áreas que involucran números. “A los pequeños les transmiten, implícita o explícitamente, la idea de que esa área no es para todos, lo que alimenta el mito social de que es solo para superdotados”, dice la profesora Margarita Ospina, del Departamento de Matemáticas de la UN en Bogotá. A esto se suma que muchos docentes tienen poca habilidad de conectar entre sí los diversos terrenos de las matemáticas, y mucho menos de asociarlas con otras áreas del conocimiento y con los problemas de la vida diaria. De ahí el valor de los diseños desarrollados en Palmira.