La maldición del bosque encantado

LA MALDICIÓN DEL BOSQUE ENCANTADO Una noche fría de Diciembre, en un pueblo perdido entre las montañas, ... Había un bosque muy peligroso, donde habitaban lobos, cuervos, búhos, etc. Todo el mundo tenía miedo y no se atrevían a salir.

Pero un día alguien se aventuró en el bosque y se encontró con un robot malvado en forma de oso.

Corrió hacia su casa rápidamente, pero de repente se encontró con más animales carnívoros alrededor. Los robots cambiaban de color y estado. Cuando se transformaban daban más miedo y se volvían más fuertes.

Los animales se acercaron a las personas, que se asustaron mucho y se fueron para sus casas; y ya no salieron hasta el siguiente día. Pero los animales esperaban dormidos en sus madrigueras.

Un hombre conocía a un oso y no era tan malo. Al día siguiente ese hombre se fue con el oso y se encontraron al robot malvado. Los dos osos se pelearon.

La pelea fue muy larga. El oso robot venció y después se tragó enterito al aldeano.

Después el oso fue a todas las casas para comerse a todas las personas. Rompía las puertas y las ventanas. Pero ese oso guardaba un secreto: se derrumbaba si no daba miedo.

Una niña llamada Carolina pensó que el oso era de juguete y no sintió miedo al verlo. Sin querer, Carolina le rompió una mano; entonces el oso se puso un garfio.

Luego llegaron más robots con forma de animales. Carolina siguió sin sentir miedo y todos empezaron a derrumbarse, pero se recomponían de nuevo.

Entonces Carolina comenzó a llorar porque ya sentía miedo (y como ya sabéis, los robots animales se alimentaban del miedo).

Carolina huyó al bosque y se volvió a encontrar con los robots.

Asustada, siguió corriendo y los robots la perseguían para comérsela.

De pronto, un dardo tranquilizante alcanzó al oso robot. Los trabajadores del refugio de animales capturaron a todos los animales.

Subieron a todos los animales en el camión y echaron el pestillo; pero los animales tenían mucha fuerza, tanta que rompieron la puerta y salieron.

Pero apareció Carolina, que ya había superado su miedo. Entonces todos los animales se derrumbaron y ya no lograron transformarse.

¡Todos vivieron felices y comieron perdices!

Autores: Alba, Manu, Jesús y Álvaro