Pregon

Vengo a la casa de mi padre Arropado por mi Iglesia Nos ponemos en pie.

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.

Amén Página 1 de 29

Tomas/ Jose Antonio, Francisco Juan, Carlos, amigos todos. BUENAS NOCHES. A TI Pascual, GRACIAS por las palabras que me has dedicado. Muchas experiencias compartidas instituto, cofradía, piso de estudiantes… que unido a tus dones y exquisita personalidad han fraguado entre nosotros una verdadera amistad. A tu lado compartí juventud, contigo sentí por primera vez el vacio que deja una muerte cercana ( la de tu padre, perpetuo en mi recuerdo), en tu casa conocí una de las mejores personas que he conocido ( tu madre ) y el regalo de una sonrisa dulce por siempre de tus hermanas. La cercanía de nuestras familias: tus hijas, mis hijos, Mari Carmen, Lourdes, tu y yo aún sea con un saludo de buenos días,,, hace comprender la estima y cariño que cada uno de nosotros tenemos del resto. Gracias de corazón por ser quién y cómo eres. Hermano y Amigo.

A mi familia, padre y madre que desde la eternidad siempre estáis conmigo, a Lourdes timón de mi vida, a mis hijos pilares de mi existencia… gracias por cada día que paso a vuestro lado.

Los que estáis aquí, gracias,,,, por una u otra razón, venís a oír hablar de Semana Santa, y más si cabe, de la de vuestro pueblo, porque la mayoría os criasteis aquí en Aguilar de la Frontera.

En mí hoy, está la palabra para hablaros de ella, cargando con la responsabilidad de hacerlo como se merece, pero perdonad si lo hago desde mis adentros, desde mis vivencias y dando un carácter personal a toda mi intervención.

Hacer mención especial a todos aquellos que durante años me han antecedido en este menester, porque no es fácil plasmar en palabras lo que en imágenes, sonido, olores, sentimiento,, discurre durante una santa semana en nuestra localidad, todos,,, como yo,,, tuvieron casi un año para preparar lo que hoy vengo a contar, y a todos como a miiii,,, mes a mes,,, en nuestras cabezas como ráfagas de luz larga nos avisaban que teníamos el compromiso de cumplir. Siempre quedaba tiempo, pero éste quedaba Página 2 de 29

diluido y cuando necesitabas de él ya no estaba, este día se acercaba y el miedo aparecía. Aquí me teneís, me toca a mí y ojalá roce el abrazo de mi pueblo como vosotros/vosotras pregoneros/pregoneras de Aguilar tuvísteis.

Agradecer a mi Hermano Mayor, Carlos Flores Llamas, a su Junta de Gobierno como máximos representantes de las hermandades de nuestro pueblo por haberme elegido, gracias a todas y cada una de las cofradías de Aguilar porque hoy tengo el privilegio de ondear vuestras banderas y gracias a todas las personas que conmigo estáis compartiendo este momento ya que vuestra cercanía y cariño hará que pueda transmitir lo que de corazón siento.

Aguilar, su gente,,, es peculiar, distinta, suficiente para determinadas cuestiones, notable para otras, pero sobresaliente desde el punto de vista cofrade. Su Semana Santa, por algo declarada de Interés Turístico Nacional destaca por perdurar en el tiempo, por el fervor a sus titulares, por la antigüedad y porte de sus tallas, por el patrimonio de sus cofradías y por su distintiva puesta en escena de la Pasión.

Todos conocemos los dichos de: - En Aguilar se juntan unos cuantos y montan una cofradía.

- Suena un tambor y todo el pueblo se echa a la calle. ¡ Que verdad es!, pero con orgullo hemos de sentirlo y transmitirlo, porque merece la pena no sólo para los de aquí vivir nuestra tradición, sino para que los visitantes (unido a nuestra generosa hospitalidad) promulguen allí donde vayan el privilegio de haber estado en Aguilar en su semana mayor.

Cinco siglos después, tengo el placer de formar parte de su historia junto con los no más de 14.000 habitantes de nuestra localidad, donde todos nos conocemos aun sea de vista, y con la certeza de saber a qué cofradía pertenece cada uno de nosotros, bien sea a título individual o familiarmente.

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Por ello, conocedor de mi pueblo me permito el atrevimiento de comenzar mi pregón, como si de mi propia vida o de la tuya que me escuchas se tratase, comparándola con el transcurrir del paso de los días de una semana.

TIEMPO DE CUARESMA Corrían principios del año 1967 cuando Manolo y Ascensión bien entrados ya en los cuarenta recibían la noticia de un segundo embarazo. Perplejos quedaron cuando el médico de la familia y de todos, Don Antonio Pulido Palma por la amistad que les unía y con tono guasón, en el cruce del Chache Pepe ( frente a la espalda de la iglesia del Carmen ) les daba, de viva voz, el resultado de una analítica hecha a petición de mi madre. Y digo guasón porque lo de la analítica fue para confirmar lo que una mujer con cierta edad experimenta; como pueden ser desajustes hormonales, sofocos, estado anímico variable y un sinfín de síntomas más.

De lo que ellos esperaban MENOPAUSIA, pasó a ser una buena nueva, la noticia de la espera de un gran acontecimiento para el que debían de estar preparados. A partir de aquí vino, un tiempo de incertidumbre, meditación, preparación, planificación para afrontar con alegría el nuevo devenir de la vida.

Comparo dicho día con el MIERCOLES DE CENIZA. Un antes y un después.

Un aviso para entender que algo ha de cambiar. La señal que hace preparar la llegada de ese hijo con el que has de convivir para y con él, el resto de los días.

Día en el que con el gesto de la ceniza ( obtenida de quemar las ramas de olivo y palmas del domingo de ramos anterior )se nos recuerda la fragilidad y mortalidad del ser humano que necesita ser redimida por la misericordia de Dios.

Día en el que da comienzo la CUARESMA, cuarenta días antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo, cuarenta días de preparación para la semana santa, donde cada una de las cofradías se moviliza para sacar enseres, tallar costaleros, dar brillo a candelería, elegir exhorno florar, Página 4 de 29

donde bandas de música multiplican sus ensayos, donde cuadrillas de costaleros se obligan por llevar el paso, donde costureras enhebran su agujas, donde comerciantes se afanan por exponer su mercancía, donde viajeros reservan plazas de alojamiento, donde en los cuartelillos se empieza a oler a incienso.

Tertulias, conferencias, exposiciones, actos organizados por las distintas cofradías en éste periplo. Donde se abre el apetito por conocer, saber, pensar, meditar sobre la vida de aquel que redimió nuestros pecados.

Momentos de familia donde el que interviene nos regala sus conocimientos, donde los presentes nos regalan su compañía, donde nuestra mente recibe alivio. Todo ello acompaña para que nuestra sensación sea agradable y proyectemos una nueva forma de entender el afrontar las posibles alegrías o desavenencias que nos deparan.

VIERNES DE DOLORES Cuaresma está llegando a su fín, llega el día anunciado. Uno de Julio del 67, todo el mundo espera y está alerta al nacimiento de ese hijo. Manolo, Ascensión inquietos, nerviosos, preocupados,,, pensando en cómo va a salir todo. Los vecinos se acercan a la puerta, preguntan, impacientes quieren verlo, todos quieren recibir el regalo de ver una nueva vida.

Aguilar despierta como un día más, todo el mundo sigue su rutina diaria.

Pero,,, es VIERNES, motivo de satisfacción por la llegada del fin de semana, quietos,,, no es un viernes cualquiera, es más,,, es el de DOLORES el que dá el pistoletazo de salida a una Semana Grande.

El día se hace llevadero, más aún para cualquier aguilarense, sabiendo que pronto llegará la noche e irá a esa cita ineludible.

Por fín ha llegado, las calles de Aguilar tienen un tránsito de personas inusual, todas tienen un mismo destino, sus intersecciones son motivo de saludo, las aledañas al cerro del castillo se van masificando y la multitud termina agolpándose en la cuesta, esperando impaciente el abrir de las puertas.

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El sonar de cornetas y tambores hacen que la distracción se haga fijación, todo el mundo deja sus relatos, los niños dejan de jugar y las miradas se elevan hacia SOTERRAÑO, de su casa expectantes ven como sale NAZARENO. No hay nadie,,, solo hay UNO, que con paso suave roza sus pies en la cuesta de Jesús, todos perplejos miramos, todos quedamos rendidos ante su expresión, a todos nos viene el recuerdo de un año mas o la sorpresa del primero, todos recordamos a nuestros seres queridos pidiendo por ellos, estén o no entre nosotros.

El encara la cuesta con porte inigualable, nos mira, y como si de magia se tratase, con su mano derecha bendice cada uno de nuestros corazones.

Nadie queda impacible ante este gesto, todos lo hemos sentido y a partir de aquí, bien sea en el nombre del Padre, del Hijo o del Espiritu Santo, DIOS está con nosotros.

DOMINGO DE RAMOS Algunos años han pasado, es Domingo, pero no huele a Isabela u hojaldre recién hecho. Olores cotidianos a confitería que hoy, no regalan mis sentidos. Repentinamente hay algo que hace que salte de la cama, ¡hoy es un día especial!, mi madre está haciendo churros.

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Mientras desayuno, oigo el canto alegre y desentonado de mi padre en el baño, se afana por acicalarse. Tras él me toca a mí, he de ducharme. Mi madre tiene la ropa preparada, me embadurna en colonia, me peina y me viste como si de novio fuera a casarme.

Al salir de la habitación, e ir hacia al salón, me encuentro a papá.

Impresionado quedo. Impecable. Vestido para la ocasión, traje oscuro, camisa blanca, tono discreto de color en corbata, brillantina en el pelo que realza su peinado, afeitado perfecto que lo rejuvenece. Sonriente,,, al verme,,, coge mi mano y dice ¡Vamosssss!…

Encaramos El Carmen. Todo está preparado para la procesión de Las Palmas desde nuestra iglesia hasta El Soterraneo. El llano de Las Coronadas, con un sol radiante, acoge la comitiva de palmas que apuntan al cielo. Todo transcurre con un perfecto orden no ensayado. Los niños aprendemos en el recorrido a hacer cruces con la espina de palma.

Llegamos a nuestra parroquia. Allí, concluye la celebración con la eucaristía de este día.

De vuelta, la palma no erige recta, no es portada firme, baibonea, es echada al hombro y arrastrada, recorre Moralejo dirección a casa.

No la lleva mi padre,,, ¡la llevo yo!.

Mi madre recibe el presente de este día y con perfecta colocación cuelga el futuro en nuestro balcón, lo engalana con el símbolo bendito que año tras año renueva y protege nuestra casa.

Llega el atardecer ( hoy en día de mañana ), los niños se enfundan túnica blanco crudo, fajín en cintura y pañoleta en cabeza de color rojo que con turbante blanco como corona la sujeta. Con la vitalidad que les caracteriza y con esta peculiar vestimenta, se dirigen hacia la Iglesia Del Carmen para Página 7 de 29

acompañar por las calles (como si de su mascota se tratase) a esa imagen que desde muy pequeñitos y de mano de abuelos, padres o hermanos han visto en numerosas ocasiones. ¡Quién de aquí, de los que estamos, no ha portado palma pequeñita o rama de olivo abriendo paso a la BORRIQUITA!.

No podría ser de otro modo, su madre VIRGEN DE PALMA, ¡alzada por mujeres! eleva su mirada tierna y suave vigilando atenta a esos niños que disfrutan del momento. Con boca entre abierta y barbilla alzada, goza con plenitud hasta el punto que por su cara pletórica de juventud corren dos lágrimas de gratitud.

Jesús es proclamado por la multitud como HIJO DE DIOS. ¿Es por eso quizás, que de mañana acompañaran hijos a padres y ahora al atardecer los padres acompañan a sus hijos?

Día de especial relación entre ellos.

Todos reconocemos la identidad de ese hijo presentado por su padre. ¡Bendito es el que viene en nombre del Señor!

La niñez es sustituida por la adolescencia, mis padres dejan de llevarme de la mano, se está fraguando mi personalidad. A veces siento como si el mundo se derrumbara, todo sale mal y parece que no hay ninguna salida.

Etapa de decisiones e indecisiones, donde sigues tu propio camino aunque te sientas perdido, donde buscas tu lugar en el mundo, donde ideas planes de futuro, donde pides autonomía y libertad. Los sentimientos afloran sin piedad y lo mismo ríes que lloras, gritas que callas, odias que amas. Ante este hervidero de sensaciones necesitas respuesta y en mis padres Página 8 de 29

encontré el Faro que guía sin reparo y aún sea en un viaje largo siempre en ellos, tuve el amparo.

Anochece¡¡¡¡ , la duda de la penumbra y el miedo de la noche cercana, hacen que los problemas se vean venir. La responsabilidad de afrontarlos provoca la angustia, el sufrimiento y la agonía de ese hijo, que antes fue proclamado y vitoreado. Su mente adelanta acontecimientos y siente el dolor humano antes de ser herido.

Se preocupa y busca al Padre, desde los aledaños del castillo deja a un lado la villa con un paso distinto al que nos tiene acostumbrados es portado por costado, su andar es diferente no hay varales que lo soporten sino trabajadera que lo lleva, recorre abatido placilla vieja llegando al llano de las coronadas donde palmeras y casi luna llena lo esperan, ¡Inigualable puerto!, todos preguntan quien es y que hace,,, algunos responden: es JESUS ORANDO EL HUERTO. Ni el mejor de los amigos que se acerque puede dar respuesta a lo que siente, ni la presencia del Angel conforta su mente, solo hay una forma, solo hay una persona, solo hay un padre que mitigue ese ser que parece adolescente.

Cuantas y cuantas veces mi madre guió el camino, cuantas y cuantas veces mi madre me dio consejo, cuantas y cuantas veces mi madre velo mis miedos, cuantas y cuantas veces mi madre me enseñó a orar y encontrar al Padre.

Como el ciego que con el tacto lee, ve, traduce, siente, y vive, Ella se inventa el hilo que con manos es cogido, que deslizas entre tus dedos los misterios de gozo, dolor, luz, y gloriosos.

A ella Reina de los Angeles ¡ruega por nosotros!, a ella Reina de los Santos ¡ruega por nosotros! A ella Reina de las Vírgenes ¡ruega por nosotros! A ella Reina de la paz ¡ruega por nosotros! A ella Reina de la familia ¡ruega por nosotros!

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A ella VIRGEN DEL ROSARIO, que desde pequeño enseñó a su hijo a orar en momentos de duda, necesidad, miedo, o simplemente al acostar, le debemos la calma y la tranquilidad.

Ave María Purísima Sin Pecado concebida

LUNES SANTO Recuerdo el bagaje de aquellos años, rondaban primeros de los ochenta, un grupo de jóvenes ( chiquillos si me apuras ) capitaneados por Frasquito el pescadero cogemos una cofradía que iba a quedar en manos del obispado ya que de sus 63 cofrades (la mayoría de ellos mayores de 60 años) estaban cansados. Síiii,,, os estoy hablando de María Santísima de la Soledad, que con el empuje de aquellos y tutelados por dos o tres personas mayores hacen que crezca en hermandad hasta el punto de ser protagonista en la madrugadas de los Lunes Santo.

Acosté tarde y el sueño es profundo, el ring repetitivo del despertador me hace recuperar la conciencia, atolondrado despierto, el gozo del calor de las sabanas hace que dude entre levantar o volver a dormir, de pronto me acuerdo, salto de la cama, no puedo faltar, he de ir. Nunca había experimentado un despertar tan tempranero, intento no hacer ruido, me ducho, visto y me encamino con algo de reparo por las calles vacías de Aguilar hacia la iglesia del hospital.

Al entrar me encuentro con ellos, mis compañeros de cofradía. A los pies del altar, tumbado y expuesto, un crucificado de gran porte luce esperando a ser portado. Es Cristo de Animas olvidado durante tiempo en uno de los laterales de éste templo. Su madre Soledad se ocupará a partir de ahora de él, y como hoy, el resto de los años saldrá en vía crucis para ser mostrado y sentido por todas aquellas personas que con extrema seriedad, respeto y saber estar lo quieran llevar. Pie y brazos de madero de Cristo que en su caminar acarician numerosos hombros de gente que Página 10 de 29

medita y contempla, pero que al parar en su estación recuerdan y escuchan episodios de pasión.

Cuantas reuniones de cofradía al anochecer, cuantas y cuantas veces de José Garcia Poyato escuchamos la misma cantinela aquellos niños “hombres de hoy”, ¡menos plata y más obra social, vivamos en hermandad!, con el paso de los años, lo que en palabra se nos decía en imagen se convertía, y desde un nuevo barrio, el del Cerro salía LA CARIDAD. Con túnica blanca y manos atadas como cautivo baja del cerro al pueblo junto a su madre CONCEPCION DE LOS ANGELES pidiendo en silencio.

MARTES SANTO Nunca fui a ese amanecer, pero Dolores hace lo propio con el CRISTO DEL PERDON que desde su parroquia es recorrido en vía crucis por un pueblo callado y dormido que sin darse cuenta recibe esta gracia y este don.

Voy creciendo en madurez, pero aprendo de lo que me va ocurriendo, he sido criticado, cuestionado, no a todo el mundo le caigo bien, palabras mal entendidas o fuera de contexto han hecho verme en complicadas situaciones, formo parte activa de mi entorno, estoy en el candelero y las miradas están puestas en mí, todo el mundo cuestiona mi personalidad y todos juzgan quien soy y seré. Ante ello, me acerco al caer de la tarde bajando Lorca para aprender de cómo aquel, condenado a morir fue fiel a su cometido y creencia.

El pueblo espera en el llano, el de la Cruz es llamado. Al fondo sólo una puerta es abierta, y como reo es mostrado. Atado de manos, con caña en su mano, con corona de espinas en cabeza y capa de tela mugrienta que envenena sus heridas sale como rey presentado.

Ante el griterío de la salida, él va callando con su paso y porte al gentío, que sorprendido de su entereza, recuerda como disco rallado la ira del sumo sacerdote que con clavada mirada le decía: Página 11 de 29

Alguno ha dicho,,, que tú mismo te has proclamado hijo de Dios.

Te pregunto ahora: Jesus de Nazaret, yo te conjuro en el nombre de Dios Vivo Todopoderoso, a que nos dígas ¿ eres tú el Mesias? ¿ el Hijo de Dios Vivo?

Con suma paciencia y temple responde sin miedo “si, lo soy”.

Quién como él, que ante la muerte no duda en la respuesta, sabiendo que por Desamparados como virgen es acompañado, y llevado Preso por los que hoy en penitencia de honor velan por la policía y seguridad de todo un pueblo.

MIERCOLES SANTO Hay momentos en la vida que no tienen respuesta, que no tienen justificación, que golpean duramente como látigo en nuestro ser.

Momentos que no quieres, que no deseas, que te llegan sin avisar y para los que crees que nunca estas preparado.

Este es uno de ellos, y me siento CAIDO, pero con la tranquilidad de haber aprendido de ti a encontrar siempre esa piedra de apoyo que me ayude a levantar o ese camino guiado de bengala o antorcha que ilumine la oscuridad.

Es miércoles, capas azules ondeadas por tu calle van a la iglesia del Carmen, niños que portarán en orden de antigüedad banderines, cornetas, estandarte, farol o cruz de guía, mayores que quemarán vela de cera en tu estación de penitencia y yo por primera vez, seré tu costalero.

Túnica morada, escudo en el pecho, fajín de esparto ceñido, medalla colgada al cuello. Uniformado para llevarte llego. Capataz que da el aviso, metemos hombro y te subimos, hemos de quitar las patas para que puedas salir por el umbral de tu templo. Nunca te tomé en peso, nunca te sentí en mi hombro, pero aquel momento para mí fue eterno. En mi Página 12 de 29

mente, preocupado me decía “si esto es en la salida como llegaré a tu encierro”. Con voz callada, expreso lo que siento sintiendo el alivio de mi vecino y veterano costalero. Mariano Bérchez se vuelve, me mira con cariño y con cálidas palabras me dice: Manolo cuando no puedas más agáchate que aquí estoy yo para soportar tu peso. Lo que no esperaba, momento seguido continua diciendo, cuando yo no pueda y me agache tu hombro has de estar metiendo.

Con dulce paso es llevado, el arrope de la gente y sonar de las cornetas hace que lleguemos al final de carrera, Antonio Martín capataz de mi Caído, manda como a él le gusta no girar y encarar el llano de Las Coronadas, perpendiculares a cuesta Del Duende y yo como puntero derecho del paso, escucho con voz potente desde la puerta del mesón: Manolo,,,, aquí lo quiero! Tiro del varal con toda mi fuerza, pero no consigo moverlo, de mis adentros grito a mis compañeros: a la derecha, y una vez más recibo el gozo de la ayuda de mi Cristo girando de forma ejemplar ante la ovación de todo un pueblo.

Entro en mi calle, las miradas de orgullo de mis vecinos me empujan a llegar a mi casa, miro hacia arriba y allí están mis padres, como si desde el cielo me miraran, pido por ellos para que nunca me falten.

Llego a la iglesia de Los Desamparados, entre tulipas de candelabro alzo la vista y no sé qué es más alto, si las potencias de mi Cristo, el pararrayos de mi torre o la luna casi llena que ilumina este cuadro.

Todo se apaga, todo se hace tiniebla, no sé cómo seguir, las fuerzas flaquean, mi cuerpo está cansado, necesito de una señal para seguir caminando. Una vez más la piedra en el camino, la miro, y la veo,,, como tú me has enseñado, Caído que sigue luchando.

De pronto, bengalas que dan luz guiando tu paso, llevado no en el hombro, sino con cabeza y erguido, por costaleros valientes que disipan la niebla para que seas reconocido. Eres Nuestro Padre Jesús Caído, aquel que nunca cae, y por pesada cruz que lleve siempre encontrará donde apoyar para volver a levantar.

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Bengalas que hoy soy son prohibidas, por antorchas fueron sustituidas, da igual como luzcas por la plaza, siempre con tu luz nos mostrarás la salida.

Tras de tí y junto a mí, escucho el tintenear de campanilla y cascabel que regala mi oído con placer, por mecida de palio y de cuna recordado, sé que estás ahí aunque no te vea eres mi madre sentida y llamada María Santísima de la Paz Que con manto blanco de pureza Y tan singular belleza Irradias tu nombre Con sublime gentileza.

Bandas de cornetas y tambores de Aguilar, que frente al Cristo de Los Faroles tocáis himnos de entrada y recogimiento, costaleros que con guantes blancos aplauden vuestro esfuerzo, porque habéis hecho que Caído y Paz entren de nuevo en su templo En señal de mutuo agradecimiento hacéis que vuestros gorros de buenos músicos como notas sean lanzados al viento.

Mal momento pasé cuando un infarto sufrí y saber que nunca más en mi hombro te volvería a sentir.

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Ese año volvías a salir dos costaleros a mi casa fueron a buscar.

Jesús Palma mi nuevo y buen capataz quería que fuese yo quien hiciera tu primera levantá.

Ante Nuestro Padre Jesús Caído me brinda unas palabras de cariño que nunca podré olvidar: Hoy nuestro hermano y costalero Manolo no te puede llevar pero hay 56 corazones que por ti y contigo, te llevarán.

Una vez más El Caído nunca estará sólo acompañado y lleno de Paz siempre se levantará!!!

JUEVES SANTO A la media tarde, un volcán entra en erupción. Como lava que fluye, ríos de color recorren las calles de Aguilar. Son sus hermandades de penitencia, algo autóctono de aquí, donde todas y cada una de las cofradías vestidas con sus diferentes túnicas, desfilan de iglesia en iglesia Página 15 de 29

sin procesión, para ir a postrarse ante cada Sagrario, cual mejor decorado, con el Cuerpo de Cristo expuesto, esperando ser visitado.

Yo como uno más, me visto de Soledad, con mis hijos a mi lado, bajamos por Moralejo, cortamos por Cerrillo y llegamos ante la Inmaculada. Los oficios de ese día aún no han terminado, aprovechando ese tiempo de espera, para compartir con nuestros hermanos.

Al entrar, lo primero es ir a verla, sorprendidos nos quedamos.

Me doy cuenta que nuestros hermanos del Santo Sepulcro ya están en formación, lo que hace que lance campana al vuelo y a los Soleanos llame la atención.

Vamos poniendo las filas y con perfecta colocación por parejas tras entierro comenzamos el cortejo. Vecinos de Arrabal, Llano bajo, Pozuelo, San Cristobal ante el tilín tilín del campanero nos reciben con respeto asomados a balcones o ventanas o en la misma acera cercana.

Como cada año, mientras nosotros vamos hacia el barrio bajo. Expiración, Angustias, Caído y Paz vienen de allí hacia el alto. ¡Cruce perfecto!, donde un año más, sin avisar, la comitiva que baja se echa a un lado para que la otra por el centro suba, a sabiendas que el año siguiente como por toca, será al contrario. Cubrerostros todos puestos, pero saludos de ojos conocidos y con sonrisa escondida nos decimos Salud y hasta el año que viene.

Llegamos a tu casa, y a golpe de cetro dorado contra el suelo, nos arrodillamos y rezamos frente a ti. Desde atrás y en sus tronos una atenta mirada del Cristo de tu Iglesia y la Piedad de tu Virgen, hacen sentirnos protegidos de dolor y de cualquier enfermedad.

Y así por Pintada subimos hacia Las Descalzas. En su puerta sujetándola dos hermanos del Sepulcro, cediéndonos el paso en señal de buena educación. Entramos y el entorno de tu iglesia nos embriaga los sentidos, ante ti y en oración el aliento de las Madres Carmelitas que piden por nosotros de corazón.

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En la Calle de tu Iglesia, la Del Carmen, hacemos una parada. Para esperar a nuestro hermano Frasquito Molero, que entre aleteo de campana es recibido. Este año no ha podido, la edad y la enfermedad de su amada han limitado su rezo de Padre Nuestro y Ave María a sólo esta Iglesia. La suya, la más cercana a su casa.

Hago un inciso en mi pregón, el pasado 14 de febrero siendo las tres y media de la madrugada, escribía estas palabras. Al despertar, mi hijo me da la noticia desvelada en un grupo de whatsapp de la Soledad, Frasquito Molero ha muerto. No sé si son señales, pero vuelvo a repetir las palabras de este Cofrade, Padre, Hermano y Amigo Ejemplar escuchadas tantas y tantas veces en las tardes del Jueves Santo: Cristo Obediente Hasta la Muerte!!! Muerte de Cruz!!!

En Soterraneo veo como madre se viste de luto y en el tanatorio ante su gente, me viene a mi mente el comienzo de mi pregón.

Vengo a la Casa de mi Padre, Acompañado por mi Iglesia!!!

Descanse en Paz!!!

Terminamos en Parroquia, alzo mi vista y el resplandor de la hostia hace que gire mi mirada para ver cuanta ternura reflejada de Tí hay en la cara de tu Madre Soledad.

Vuelvo hacia mi casa, y me cruzo con mil y una túnica diferente, que como yo, andan prestos por volver a salir, vestidos de calle para poder disfrutar de los Santos que salen hoy.

A todo lo contado le llaman la “Visita del Jueves Santo”. Algo único y propio de aquí, algo que no podemos perder, algo que debemos promulgar.

Donde todas las hermandades somos una cofradía, con única imagen titular: “Bendito sea Jesús Sacramentado” Página 17 de 29

Por muchos problemas que se nos presenten en la vida, no dudes en mirar lo cercano a tí y descubrirás que los tuyos son nimiedad.

No ronronees en tu cabeza, no envenenes tu alma, busca en lo mundano la solución de lo que puede ser divino.

Con la experiencia que da el vivir, aprendí que el corazón está para sentir, pero nunca, nunca, para sufrir.

Desde mi balcón, veo Cristo y Hombre distinto. Porta cruz perpendicular al suelo, manos grandes la soportan, y aun así, necesita del continuo respiradero, rompe con la forma de ser llevado, arranca el paso con airado salto, cambio continuo de ritmo en su camino, todos sorprendidos quedamos al verlo, esculpido por y para el pueblo es llamado CALVARIO, de apellido terrenal Llamas León, luciendo por siempre en un manto de clavel rojo pasión.

Tras de él, no muy lejos REMEDIOS VIRGEN, de igual forma cambió su caminar, se asemeja a él en el andar, si hay algo distinto, es su palio mecido, que a centímetros de manos vecinas desde sus casas es sentido.

A ti Remedios que tus hijos ven como en mayo floreces, como en junio haces el camino en romería.

Hoy a mi casa, como invitada de mi padre, te viene a cantar una mujer vestida de blanco, con capa azul cielo de nazarena, que por mí y como hijo es recibida.

Te paras frente a ella, bajo mi balcón, y con el mayor de los respetos por capirote quitado, todo el mundo calla, al ver como extiendes el brazo y de tus adentros sale el canto quebrado de un sentimiento expresado. Solo hay dos Tu y Ella LA SAETA. Página 18 de 29

CANTA UNA SAETA MARICARMEN No quiero palio que tape tus ojos mirando al cielo, no quiero palio que de sombra al verdor de tu manto, no quiero palio que mitigue la luz de Candelaria que muestra el AMOR de un hijo a todo un pueblo. A tí que ves pétalos de flores caer, sobre tu Cristo tumbado, como VIRGEN ESPERANZA suplicas, que sanen las heridas de tu hijo amado.

A tí que serás crucificado, con Cruz paralela al suelo prodigas ante tanta ira, rencor, remordimiento, daño y envidia, aquel lema que hasta cercano a tu muerte con tus ojos nos recuerdas.

Amaos los unos a los otros, como yo os he amado.

Del Verde Esperanza de tus túnicas, paso al rojo de tus capas, capas de reyes rendidos que te acompañan al ver tu infinita HUMILDAD. Rojo sangre por fuera, blanco puro por dentro, así son los que hoy te siguen y son de tu hermandad.

Candelabros dorados de palacio, iluminan tu cuerpo sentado, ante tu cara apoyada en tu mano, con rostro calmado, ves como otros preparan la cruz donde vas a morir. ¡es tu designio!, ¡es tu vivir!.

Y a pesar de este sufrir, sientes como ese pedazo de tela que a tu espalda pusieron, es como albornoz dulce y suave que acaricia y calienta un cuerpo conformado con poco.

Te han dado tiempo a parar, te han dado tiempo a sentar, y ante tal atrocidad, no enloqueces, no te derrumbas, te alimentas del descanso para poder continuar.

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Con Humildad y Esperanza llevaremos este Calvario descubriendo el amor sentido y mostrado como uno de los Remedios.

VIERNES SANTO Como en un sueño vi, que en tu plaza hasta faroles apagaban, la gente murmuraba y al llegar las dos de la madrugada, con dos fuertes golpes en tu puerta, todos se callaban. Al sonar de corneta, el arco de tu iglesia abría, regueros de cirios salían y por Carrera discurrían.

Un fuerte toque de ronco tambor hace estremecer mi sueño, poniendo atención a lo que veo.

Es un hombre crucificado al que clavan pie de cruz en el suelo, para poco a poco ser levantado quedando perpendicular al cielo. Su sombra por luna llena proyectada, se hace inmensa en la fachada.

Las nubes corren a la velocidad del viento, pero todo en mÍ queda parado, ante esa expresión de sufrimiento, mirándote una EXPIRACIÓN siento, me falta el aire de tanto SILENCIO. Entro en una nueva fase del sueño. Ante mí, una cruz exenta de cuerpo. A sus pies una madre que llora la ANGUSTIA al recibir a su hijo muerto.

En su regazo cae el peso de lo que no tiene precio, tal ofrenda por y para que? por la redención de los pecados,,, de los que hoy vivimos y no aprendemos.

Tras milenios de años, recuerdo aquel momento del grito de Angustia que hoy sueño.

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Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.

De pronto desperté y a la Parroquia yo me fui, a poner un manto de flor a la virgen que de noche ha de salir. Son las cuatro la mañana, y al porrero yo pedí, agua para esa flor que tiene que aguantar hasta que pueda lucir, de primeras dijo ¡no!, pero al final por insistencia me dejó ir a sacristía, donde pude comprender el porqué,,, ¡él! no quería.

Cuando entré, el secreto bien guardado ante mí era desvelado, cruces y cadenas perfectamente ordenadas, con un cartel en cada una, con apellido y nombre reservado. Por curioso yo leí y ahora quiero no haber entrado, por haber descubierto personas cercanas, que contigo Nazareno, con rostro cubierto y pies descalzos harán penitencia por petición o agradecimiento.

Pronto escucho una de las frases del Prendimiento: A quién buscáis?

A Jesús El Nazareno.

Con Cruz al hombro y ayuda de Cirineo, comienza un camino largo que por Amargura es acompañado.

Vuelvo a casa, he de acostar, me siento profundamente cansado.

Han pasado pocas horas, y como siempre mi madre vino a levantar, llevándonos a mi hermana y a mí al salón ante el cancelón, para mirar a Nazareno girar de Lorca a Mercaderes, estampa en cuatro cantillos que en mí ha quedado grabada.

Tras haber perdido a mi madre sigo mirando,,, esperando que llegue Amargura, sabiendo que desde la eternidad y con dulzura tras su hijo siempre está.

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Hoy hago lo mismo con mis hijos, da igual la hora de su acostar, pero el horario de Viernes Santo se ha de respetar y toca levantar.

Mientras Jesús está en la plaza. Los ecos del sermón del paso llegan a mi casa, todos vamos contrarreloj hemos de correr, desayunar, duchar, vestir, cocinar, ordenar,,, dejar todo preparado porque la Cruz de guía del Señor de Aguilar pronto en la entrada de nuestra Calle estará.

Ensaladilla, bacalao, aceitunas, frutos secos preparaos. Suena el timbre, quien será!!! Hermanos, Tios, Primos, familia y amigos que se fueron de Aguilar y hoy a su casa vienen a disfrutar, de ver cara a cara al Nazareno para poderlo durante el año recordar.

La calle está llena de gente, cuatro filas de Nazarenos en el centro, dos de ellas de penitentes, impresiona dicho lienzo. Es mi calle la de siempre, es mi casa la que tengo, un balcón privilegiado para poder rezarte cercano y sentir tu presencia a mi lado.

Te vas, me dejas, ¡con elegante caminar!.

Giro mi cabeza y el símbolo amargo de cruz azul y corazón centrado, me avisa de que no quedo solo. Cofradía amiga y cercana, sayones de semana santa que acompañan a lo más bendito, a lo más querido, a lo más honrado,,, a la Virgen, a la Madre de ese Dios amado y que hoy es AMARGURA de mi vida.

Al caer la tarde, ese hombre que por Carmen iba, a San Cristóbal ha llegado. Brutalmente ha sido herido y finalmente crucificado, su cuerpo humano no ha aguantado y con la muerte ha pagado.

Hacemos chico a ese Cristo concentrando su detalle, obligados nos acercamos para verlo a su ermita o por la calle.

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Quien no tiene uno en casa, y al mirarlo le pedimos mil y una cosa diferente, pero a éste al del barrio más hondo de mi pueblo, donde el sentir es profundo, solo una cosa le rogamos, solo una cosa suplicamos y de nuestra boca sale,,, una palabra cargada de sentido SALUD. Este Cristo del que hablo, en la Parroquia de Aguilar, tras un silbido del viento y estruendo del trueno, se hace grande y es mostrado ante todo un pueblo.

Vecinos de esta villa hacen el descendimiento de este cuerpo muerto.

Sudario blanco que lo envuelve, manos amigas que sujetan y van soltando poco a poco, sonar de martillo quitando los clavos, brazo que a plomo cae, cuerpo inerte y divino que desde la tierra y lo humano es recibido, secuencia de imágenes reales que estremecen los sentidos.

Virgen de la Piedad que recibes a ese Cristo muerto bajado de la cruz al que paradójicamente le llamamos Cristo de la Salud. A esta Virgen hemos de mirar, y descubrir que no importan las riquezas, no importa la comodidad, no importa el aparentar, lo que verdaderamente importa es tener salud ( ausencia de enfermedad ) para poder afrontar la vida con felicidad.

Ese muerto es llevado a una urna de cristal pulimentado, su transparencia hace ver la muerte cercana, no hay que tener miedo, hemos de asumirla y ver como es llevada en trono caoba plata al sonar de carraca y miserere cantada, horquilla que la aguanta y lleva el paso a su golpeo de un suelo que es limpiado por colas largas de inmundicia terrenal, todo limpio para ser recibido en el cielo. El que se va no nos deja, siempre es eterno en nuestro recuerdo.

Ha llegado mi momento, toca mi estación de penitencia, cuantos años te he seguido por las calles de Aguilar, a ti, mi madre Soledad llevando a tu hijo a enterrar en el Sepulcro.

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Mil y una cosa puedo contar, de esta noche de Viernes Santo.

Desde ver a tu salida siendo niño directivo, el trono en llamas por no haber cortado papilo y un costalero presto subir entre varales y apagarlo con su cuerpo, sujetar plástico que protege tu manto de la lluvia incesante y fría que por mi brazo cuela y empapa todo mi cuerpo, personas que se arrodillan desde el balcón ante tu paso, lagrimas caídas al ver tu mirada de madres y padres que sufren por su hijos, niños cofrades que ante el cansancio sientan en acera y con caramelo o chicle en mano me acerco y les pido levantar ¡ hacedlo por ella! Les digo, años seguidos sin salir con trono a estrenar y el llanto de mi hermano escuchar, costaleros reventados por el peso que han de llevar, pero si algo admiro, si algo he de mencionar, es la entereza del cofrade que con túnica porta un cirio y a pie parado ha de aguantar.

El costalero cuando para, sobre varal es apoyado, el directivo anda corre de un lado a otro, en su vara de mando descansa ,,, pero,,,, ese hermano de luz, en las paradas interminables su cuerpo erguido sin apoyo ha de tener ese castigo.

Cuanto han visto mis ojos tras los únicos orificios del cubrerostro, escondido y de incognito mirando donde quiero sin ser reconocido, creyéndolo yo solo, porque mi campana me delata y todo el mundo sabe por silueta de cuerpo, que soy yo, pero todos respetan lo que estoy haciendo sin sentirse aludidos.

Esta noche y viendo la muerte cercana, recuerdo aquel amigo y familiar que viéndose morir acude a mi. El cáncer agota su vida, fortaleza de hombre grande que poco a poco es consumida, me pide que le acompañe días antes de este día, para poder medir cada trozo del paso de su madre, prepara como nadie lo que el mañana le depara, quiere recibir el tránsito de lo terrenal a lo celestial haciendo una maqueta y como hobby un trono a su Soledad. Y en mi solo puedo regalar una flor de alivio familiar.

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El padre nuestro de la salida de nuestra madre cofradía va dedicado a él, pocos días le quedan por aguantar, pero a nosotros, a los que le conocimos, de por vida en nuestro corazón estará.

Pocos años han pasado y una vez más vuelvo a repetir la experiencia contada con otra persona muy muy cercana.

Con mi hermandad poniendo filas en calle arrabal, amigo se me acerca y me comenta, nuestro querido compañero de pandilla desde la infancia, uno de nuestra misma edad, ha sufrido un ictus cerebral y se debate entre la vida y la muerte en un hospital de capital y costa cercana. No os puedo decir más, pero si poneros en mí y pensar lo que por mi mente y corazón pasó por ese desfile de procesión.

Cuando llego a tu parroquia y te voy a encerrar, siempre hago lo mismo, voy donde nadie me ve, donde quito capirote y el aire puro acaricia mi cara, falto el respeto y te miro como tu, Madre Soledad, subes la Cuesta de Jesús con ese porte elegante, con ese estilo y con todo detalle, nos enseñas a llevar el mayor de los sufrimientos, haber llevado a enterrar a lo nacido de tus entrañas y por eso siempre te pido por mis hijos porque nunca vea lo que tu has vivido con el tuyo.

A mi mente viene lo que tu hijo dijo y yo te repito Madre ahí tienes a mis hijos!

SABADO SANTO En tu madrugada no pude dormir, de mi cabeza no podía quitar las noticias inesperadas que la vida te da, ese amigo en coma que a kilómetros de mi está.

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Veo tu amanecer y el sol me hace reflexionar, no puedo quedarme parado, he de ir, he de estar, tengo que acercarme a ti para poderte expresar lo que siento, amigo que te vas.

Al caer la tarde junto a tres amigos más, decidimos coger el coche y a tu encuentro llegar, por el camino recuerdos de años vividos que contigo fueron compartidos, anécdotas que hicieron reírnos, desvelar la bondad desbordada de tu buena persona, tantas y tantas cosas que contar de ti que sólo el pitido y la lámpara encendida de falta gasolina hace que entremos en surtidor de carretera para respostar.

Allí hacemos una llamada para preguntar en que hospital estás, Virgen de los Dolores empiezas a caminar por el pueblo de Aguilar, oídos que no creen lo escuchan, a quien buscamos muerto está.

El dolor de mi cara es el reflejo de la tuya bajando por arrabal, continuamos el camino a Malaga, padre nuestro es rezado por el alma de ese amigo que nos ha dejado.

Con la luz del día que cae, entras en coronadas ante un llano florido que se asemeja a lo que yo ahora miro, la vega antequerana.

El sol se ha puesto y la oscuridad ha llegado, tu camino en moralejo es mostrado, por luces de velas que se multiplican y reflejan en el blanco de tu hermandad.

Tu cara se ilumina, Dolores guapa, a pesar de tanto sufrimiento, el negro luto que vistes, quien te mira no ve tu padecimiento, sino ese halo de mujer elegante, que con entereza vestida de mantilla, acompaña el vacío de los vacíos, lo más grande nacido de tu ser se ha ido.

Pero tú mejor que nadie, sabes,,,, que la muerte no es el fín,,,, es un seguir viviendo,,,, siguiendo las huellas de los pasos marcados y señalados de aquel ser querido que primero hizo el camino.

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Mi amigo ha muerto, el sábado se va y el Domingo comienza con una señal, a las puertas del hospital, frente a mí, ahogando penas en un cigarro, aparcan dos vehículos cuya única publicidad es donación y trasplante de órganos. Mi profunda tristeza, se diluye, poco a poco me doy cuenta que la oscuridad siempre se hace claridad, la vida vence a la muerte y cada vez más creo en un resucitar.

Amigo de vida eterna, vida que das vida, mañana volveré a sentir el latido de tu corazón,,, en la mirada de un niño, en el saludar de un vecino, en el abrazo de una madre, o simplemente, cerrar los ojos e imaginar tenerte.

DOMINGO DE RESURECCION Ha amanecido, el sol brilla, las nubes se han ido, el día es radiante.

A mi recuerdo viene Carmen Cañadillas en el teatro de pasión de los Sábados del Caído.

Ha resucitado, ha resucitado, vuestro hermano,,, ha resucitadooooo!!!

Salgo a las calles de Aguilar, y por Coronadas, Cruz y Carmen,,, veo como esa Madre Antigua, eseña a sus hijos,,,, bien sean estudiantes o feriantes, ¡que más dá!,,, a afrontar la vida bailando bien sea de cabeza, a hombro, de rodillas o a brazos porque por siempre su hijo VIVE. Como Costalero que fui de ti, hoy vuelvo a gritar, como tantas y tantas veces te grité!!!

VIVAAAAA,,,, NUESTRO PADRE,,,, JESUS RESUCITADOOOOOOOOOOO!!!

Mi pregón se hace presente, y aquí estoy frente a vosotros.

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Seguiré viviendo mi Semana Santa, el futuro está por contar, pero me vais a permitir compartir este momento y llamar a Manolo, Antonio y Mario, ¡mis hijos!!!

Papá, Mamá, familia,,, aquí me tenéis soy lo que hicisteis de mí, ahora me toca a mí,,, ¡educar!,,,, no sé si lo estoy haciendo bien o mal, pero si pido a Dios,,, saber transmitir los valores que de vosotros tengo.

Y a vosotros que me escucháis, si merezco vuestro aplauso, agradezco que no sea para mi, sino para ellos las generaciones futuras que serán el sustento de nuestras cofradías.

GRACIAS, GRACIAS Y GRACIASSSSSSSSSSSSSS!!!!

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