





La Copa Galápagos no es solo una regata. Es una travesía que celebra el alma del Pacífico, el encuentro entre marineros que comparten una misma pasión y un archipiélago que recuerda, en cada ola, lo frágil y grandioso que puede ser nuestro planeta.
En 2025, la Copa alcanzó una nueva dimensión. Por primera vez, la travesía entre Salinas y Santa Cruz se extendió a 600 millas náuticas, una ruta que puso a prueba la preparación, el temple y la hermandad de cada tripulación. Fue una edición histórica: un salto en distancia, pero también en madurez y ambición, que consolidó a la Copa Galápagos como una de las regatas oceánicas más exigentes y hermosas de América Latina.
Desde mi rol como Chairman, fue un privilegio acompañar a todos quienes hicieron posible esta edición: los clubes, la organización, las autoridades, los patrocinadores, y sobre todo los navegantes, esa comunidad que mantiene viva la tradición de desafiar el mar con respeto, camaradería y espíritu deportivo.
En las imágenes que ilustra este libro, late la historia de un evento que crece con cada edición, y que ya pertenece al corazón de la vela latinoamericana.
La Copa Galápagos 2025 será recordada por sus vientos, sus desafíos y su impecable espíritu competitivo. Pero sobre todo, será recordada por haber reunido a una familia que comparte una misma certeza: el mar no nos separa, nos une.
Por Carlos Plaza
Chairman – Copa Galápagos 2025





















































































































































































































