aseguren, permanentemente, la fiabilidad del sistema y control de todos los movimientos que se efectúen.
6.3. La lnformatización de las colecciones
La informatización de las colecciones puede tener diversos objetivos. Uno de ellos, es cubrir las necesidades internas del propio museo, un segundo trataría de ampliar su acceso y uso al público y el tercero consistiría en establecer sistemas integrados de información con otros museos. La aplicación de estos nuevos sistemas técnicos en los museos se inicia en la década de los años 70. Uno de sus primeros pioneros fue Chenhall (1975, 1978), quien comenzó centrándose en la automatización de las colecciones hasta ampliar su uso a otras funciones y actividades de educación, investigación científica, servicios técnicos y gestión del propio museo. De forma gradual, fueron apareciendo estudios generales (Porter et alii, 1977; Sarason, 1983; Williams, 1987), que expresan las enormes posibilidades que ofrece la informática. Cada museo, antes de iniciar el proceso de informatización de sus colecciones, tiene que realizar un estudio detallado del volumen de las mismas y de su naturaleza para pasar, posteriormente, a elaborar el programa de acuerdo con sus necesidades y objetivos. Se considera básico el hecho de contar, desde un primer momento, con personal cualificado y con los medios económicos necesarios para llevar a cabo esta tarea. Puede ser de gran utilidad la asunción de experiencias realizadas en diversos museos sobre métodos, aplicaciones prácticas y posibilidades que estas nuevas técnicas nos ofrecen en este campo (Reibel, 1978; Dudley et alii, 1979; Museums Documentation Association, 1981; Roberts, 1985 y Light et alii, 1986). En España llevamos un cierto retraso con respeto a otros países. En este momento, contamos ya con algunos ejemplos. Así, el Museo de Cuenca ha realizado la informatización de los catálogos e inventarios de los fondos arqueológicos, etnológicos y de Bellas Artes (Osuna, 1988). El Museo del Pueblo Español, cuya denominación actual es Museo de Antropología, ha elaborado un sistema que tiene dos accesos independientes a la base de datos. Uno, es para uso interno y el otro para consulta del público, ofreciéndole información sobre fondos museográficos, bibliográficos, repertorios de documentación etnográfica, archivo de sonido, archivo de fotografía y archivo de filmaciones (Carretero, 1991). El Patrimonio Nacional ha elaborado un amplio programa, conocido como Plan Circe, que consiste en un sistema integrado de documentación informatizada y de ofimática que incluye tres proyectos. El objetivo de dicho plan es "integrar, racionalizar e informatizar la documentación de todos los bienes muebles históricos del Patrimonio Nacional" (Ledesma, 1992:34), a fin de darle un tratamiento informático homogéneo. La documentación básica se organiza independientemente para cada uno de los tres proyectos: Goya, para los bienes muebles históricos; Clío, para el patrimonio documental, e Ibis, para el patrimonio bibliográfico (Fig. 44). Dentro del proyecto Goya, se configuró un modelo de registro por parte de los conservadores e informáticos que recoge todas las informaciones sobre el objeto: datos de inventario, catalogación, investigación, restauración y gestión que aparecen contemplados en 119 campos (Ledesma, 1992: 36). Posteriormente, a partir de estos datos, se elaboró una ficha de inventario: asignación de número, marcaje con código de barras, medidas y fotografías. Además del Plan Circe, se ha proyectado para cada una de las áreas, archivos informáticos de imágenes para la identificación de las colecciones y su accesibilidad a los investigadores.
1
www.kaipachanews.blogspot.pe