f) La comprensión no es un proceso estrictamente lineal y secuencial, sino que los niveles superiores condicionan también los más básicos. g) La lectura es un proceso de búsqueda progresiva del significado de un texto. Se dan distintos grados de comprensión y es difícil hablar tanto de una comprensión nula como de una total.
1.3 Distintas tipologías textuales A la hora de desentrañar las variables que intervienen en los procesos de comprensión lectora, el tipo de texto propuesto es de una gran importancia. No cabe duda de que un texto poético, uno narrativo o uno expositivo, no presentan la misma dificultad para su comprensión y exigen competencias lectoras diferentes en los sujetos.
TIPOLOGÍA TEXTUAL DE VAN DIJK Son múltiples las tipologías textuales en las diversas ciencias que tratan sobre el texto. Van Dijk27, distingue entre textos narrativos, argumentativos, científicos y otros de menor rango en cuanto a la claridad de sus estructuras. En los textos narrativos siempre hay una clara referencia a acciones, subordinándose a éstas las descripciones, sucesos de menor rango, etc. Para que un texto narrativo desencadene el proceso lector activo, Van Dijk considera que estas acciones que configuran una estructura narrativa deben ser interesantes. Generalmente existen una serie de complicaciones y al final se solucionan de alguna forma. A este proceso lo llama «suceso»; éstos, normalmente, se desarrollan dentro de unas coordenadas espacio-temporales, por lo que todo suceso se desarrolla en un marco determinado que especifica las circunstancias. Así pues, cuando un suceso está contextualizado, forma un episodio, y una serie de episodios configuran la trama del texto narrativo. Normalmente, existe por parte del escritor una serie de actitudes y valoraciones de dicha trama. Ambos aspectos, es decir, la trama y la evaluación, forman una historia. A veces, el escritor puede explicitar una moraleja; otras, está implícita. Esta especie de estructura narrativa se repite de forma más o menos fija, con sus variaciones en cuanto al contenido concreto, pero respetando la forma descrita. Los textos argumentativos tienen una estructura diferente. Esquemáticamente constan de una serie de hipótesis y de unas conclusiones. Entre ambos extremos se desarrollan una serie de argumentos que van legitimando dichas hipótesis de partida. Esta legitimación va tomando cuerpo conforme se añaden explicaciones que van reforzando la demostración. Al igual que en las estructuras narrativas, en éstas también se precisa una marca que contextualice las situaciones y los argumentos.
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