Por: José Emmanuelle Elías López | Fotografía: Especiales
tros que se celebran en Estados Unidos y 14 países franquiciados, como Canadá, México, los principales países de la Unión Europea, Corea del Sur y Australia, que hacen eco de lo que buscaban los espartanos hace algunos siglos. Las Spartan Race fueron creadas en 2007 por Andy Weinberg, Julian Kopald y Joe De Sena, pero el primer evento se realizó en 2010 en Burlington, Vermont, con aproximadamente 500 competidores. Hoy en día, este concepto de competencia todo terreno tiene una comunidad mundial en la que miles de personas compiten por mejorar su clasificación y ganar el Spartan Championship. Los principales obstáculos a sortear van desde arrastrar una llanta, arrastrarse por debajo de púas, escalar una cuerda, lanzar la jabalina, escalar una pared transversal, subir poleas, saltar muros y sobre el fuego, además de transportar arena en cubetas por largos trayectos. En caso de que no se cumpla un obstáculo de manera satisfactoria, el atleta paga la infracción con 30 burpees (o ‘saltos de rana’) antes de continuar. Hay diversas modalidades de Spartan Race: Sprint, un recorrido de 5 kilómetros y 20 obstáculos en el que cualquier persona puede participar; Súper, con 13 kilómetros de longitud y 25 obstáculos y que se
corre en superficies de mayor dureza; y la modalidad Beast, que se conforma de un trayecto de 20 km y 30 obstáculos. Cada carrera entrega una medalla y uno de los objetivos de los mejores Spartans es lograr la medalla trifecta, que consiste en correr las tres modalidades; un objetivo que pocos pueden presumir. Las exitosas Spartan Race se realizan en estadios o en reservas naturales. Correr una carrera Spartan es una grata experiencia y cualquier persona lo puede hacer desde la categoría Sprint, sólo hay que trabajar previamente en fuerza y resistencia. Sin lugar a dudas, se trata de una experiencia física y mental que te dejará gratamente sorprendido; el dolor es temporal, pero la gloria es eterna.
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