Los cambios en la formación social y espacial colombiana durante las primeras décadas del siglo XX consolidaron la condición de subordinación del país a las tendencias de la economía y la política internacional, en un contexto de recambio del centro de la hegemonía global de Inglaterra a Estados Unidos. Ello determinó el direccionamiento de los vectores del desarrollo de la producción y el comercio nacional, posibilitando así que los rasgos más generales y específcos de la estructura económica, social y política del país se transformaran radicalmente.