LA PROTESTA
inmensos tamaños para pintarlas con pólvora y luego quemarlas. El soporte del papel queda carcomido y su notable fragilidad invita a ser leída como una señal de alerta. La obra, además, huele a violencia. El árbol genealógico de las revueltas populares que despliega Iconoclasistas hunde sus raíces en sucesos clave de inicios del siglo XX y en diversas ideologías, sucesivas y coexistentes: anarquismo, socialismo, comunismo, peronismo; esa base histórica se extiende hasta los movimientos sociales contemporáneos. La imagen de Rodolfo Walsh acompaña al Arbolazo con un extracto de su texto sobre el Cordobazo: “nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan”. El movimiento popular de 2001 es, en este esquema, un eslabón destacado dentro de la prolongada serie de intervenciones populares. Podemos concluir el recorrido que propone este apartado de la exposición volviendo a la obra de Ernesto de la Cárcova como primer cuadro de la protesta obrera en la Argentina, y su reciente reactualización. En efecto, la crisis de 2001 produjo una extraordinaria presencia de Sin pan y sin trabajo en las calles, acompañando la “vuelta a la política” en la escena artística argentina. En junio de 2001, Jorge Pérez, entonces estudiante de la Escuela Superior de Bellas Artes que lleva el nombre de Ernesto de la Cárcova, tradujo la imagen de la pintura a un mensaje gráfico en el que el título compartía el espacio de la representación y cobraba más importancia que la imagen. Hizo afiches en xilografía y también pintó una bandera, con los que se acercó a un grupo de piqueteros y les
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Jorge Pérez Sin pan y sin trabajo, 2001. Xilografía, 65 x 95 cm. Col. Malosetti.
The group’s Arbolazo [Large Tree] includes an excerpt from Rodolfo Walsh’s writing on the Cordobazo: “our ruling classes have always sought to ensure that workers have no history, no doctrine, no heroes or martyrs. Each fight has to start anew, with no relation to earlier struggles: collective experience is lost and lessons forgotten.” The “Argentinazo”—as the uprising that took place across the country in Argentina in 2001 is sometimes called—is, in this regard, an important link in the long chain of popular uprisings. To close this section of the exhibition, we return to the piece by Ernesto de la Cárcova, the first painting of the worker protest in Argentina, and its recent reenactment. Pursuant to the crisis of 2001, the work Sin pan y sin trabajo became a major presence in the streets, accompanying the “return to politics” in the Argentine art scene. In June 2001, Jorge Pérez, a student at the Escuela Superior de Bellas Artes named after Ernesto de la Cárcova, rendered the painting’s image a graphic message; the title of that work, which appeared in the depiction,