Habla como puedas - Episodio 1

HABLA

COMO PUEdAS Mario Lรณpez Guerrero

Ediciones MLG

HABLA

COMO

PUEdAS

Título original: Habla como puedas.

Primera edición Diseño y redacción: Mario López Guerrero Ilustración: Mario López Guerrero © Mario López Guerrero, 2015

“SÍ se permite la reproducción total o parcial de este libro. SÍ se permite su transmisión y difusión. SÍ se permite la crítica constructiva del mismo. SÍ se permite escribir libros a quienes les interese escribir libros y leer libros a quienes les interese leer libros. SÍ se permite citar al autor si se considera necesario. Y SÍ se permite ver el lado alegre de la vida.”

Si quiere ponerse en contacto con el autor contacte con MLG. MLG es un sello editorial creativo de Mario López Guerrero. www.mariolopezguerrero.com contacto@mariolopezguerrero.com ¡Muchas gracias!

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“A mis sobrinos.”

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NIVEL 1

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Episodio 1 HAZLO COMO PUEdAS… SÍ Y NO

[Oficina de López y Flores, sus mejores gestores. Gumersindo hablando por teléfono] GUMERSINDO.- ¡No! AL OTRO LADO DEL TELÉFONO.- Bla, bla, bla…

GUMERSINDO.- ¡Que no!

AL OTRO LADO DEL TELÉFONO.- Bla, bla, bla… – siguen hablando.

GUMERSINDO.- Que no va a salir bien.

AL OTRO LADO DEL TELÉFONO.- Bla, bla, bla… – al otro lado del teléfono piensan lo contrario.

GUMERSINDO.- Pero yo nunca lo he hecho antes. No va a salir bien. Es imposible.

AL OTRO LADO DEL TELÉFONO.- Bla, bla, bla... – dicen al otro lado del teléfono que sí va a salir bien. ¡Qué optimismo!

GUMERSINDO.- ¡Que no!

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AL OTRO LADO DEL TELÉFONO.- Bla, bla, bla… – y siguen insistiendo.

GUMERSINDO.- ¿Cómo que hazlo como puedas? Eso no es serio, Mónica.

MÓNICA, AL OTRO LADO DEL TELÉFONO.- Bla, bla, bla… – pues parece que sí es serio y hay que hacerlo.

GUMERSINDO.- ¿Y qué tal si lo hace Gloria? – ¡Toma ya! ¡Qué salida más buena! Escurriendo el bulto en mi compañera. Desde luego, no hay nada más humano en esta vida que echarle la responsabilidad a otro.

MÓNICA, AL OTRO LADO DEL TELÉFONO.- Bla, bla, bla… – al otro lado se lo piensan.

GUMERSINDO.- ¿Cómo que ella no sabe? ¡Y yo tampoco!

MÓNICA, AL OTRO LADO DEL TELÉFONO.- Bla, bla, bla… – al otro lado del teléfono descartan a Gloria.

GUMERSINDO.- Mira, te agradezco de verdad que confíes en mí, Mónica, pero no creo que yo sea la solución.

MÓNICA, AL OTRO LADO DEL TELÉFONO.- Sí.

GUMERSINDO.- No. MÓNICA, AL OTRO LADO DEL TELÉFONO.- Sí.

GUMERSINDO.- No. MÓNICA, AL OTRO LADO DEL TELÉFONO.- Sí.

GUMERSINDO.- No. …

Y al final fue “sí”. Punto para ella, como siempre.

Quizás algún día gane yo, pero de momento Mónica 8

siempre gana.

Y aquí estoy yo, delante del ordenador pensando qué decir. Escribo. Borro. Escribo. Borro. Vuelvo a escribir.

Vuelvo a borrar. Y así pasa el tiempo.

No sé a quién le puede parecer divertido esto de escribir y mucho menos, lo de tener que hablar en público. Pero si tengo que hablar, mejor será que sepa lo que tengo que decir y para eso, es mejor que lo escriba. Pero no sé ni qué escribir, ni por dónde empezar. Esto no es lo mío. Yo soy una persona de números, no de palabras. Yo llevo las cuentas de la empresa, no los cuentos. Números, el uno, el dos, el tres, balances, estadísticas… eso sí se me da bien, pero las palabras… Y la culpa es mía por no saber decir que no.

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Claro, Mónica está acostumbrada a hablar en público y tiene muy buena voz y esas cosas, pero, ¿yo? ¿Yo, qué tengo?... Lo que tengo son cinco días para saber qué decir. ¡Cinco días!

Hazlo como puedas, Gumer. Eso ha dicho Mónica. Está bien. En fin. Lo mejor será que me ponga a escribir.

Dicen que la inspiración llega mientras trabajas… lo que no sé es si la inspiración tiene mi dirección. En fin, vamos allá. ¡Buenas tardes!

Sí, es un buen comienzo. Educado, cercano, fácil de entender. ¡Buenas tardes queridos clientes!

No me convence. Son nuestros clientes, pero no me suena bien. Llamarles clientes me parece… no sé lo que me parece, pero no me suena bien. Son nuestros clientes, es verdad, pero decirles “hola clientes” no suena bien. Es como decirles: “Hola clientes, en la sección de charcutería tienen el chorizo en oferta”…

No, no puedo empezar así. ¡Buenas tardes!

Sí, es suficiente. Un saludo cordial.

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¡Buenas tardes!

Nos encontramos aquí reunidos Bueno, si fuera una boda estaría bien. Pero nadie se está casando. ¡Buenas tardes!

Nos hemos juntado para… no, no… nos hemos juntado hoy para… ¡Sí! Ese “hoy” me gusta. Le da fuerza al texto. ¡Debe de ser la inspiración!

¡Buenas tardes!

Nos hemos juntado hoy para… para…para… ¡Vaya! ¿Para qué nos hemos juntado? De hecho, no nos hemos juntado. Los hemos juntado nosotros a ellos. Ha sido una de las ideas de Mónica para generar confianza con nuestros clientes.

Vamos a ver. Mónica ha dicho que los números de la empresa, aunque dan para ir tirando, no están siendo buenos. Bueno, eso lo he dicho yo en la reunión de la semana pasada. Lo que ella ha añadido es que hay que mantener a los clientes de siempre y conseguir 11

clientes nuevos. ¡Una crack de los negocios! Se nota que tiene estudios.

El caso es que quiere que juntemos a todos los clientes en una sala para darles un reconocimiento por seguir con nosotros y contarles las nuevas perspectivas del mercado.

Desde luego, cuando la gestoría la llevaba su padre, a nadie se le habría ocurrido algo así, pero es Mónica y siempre tiene ideas nuevas. Como se dice, es una chica que va con los tiempos… También es verdad que no sé si se puede ir sin los tiempos, pero ella está siempre al día. Antes, todo era más sencillo y ahora, ya ves, Gumersindo, hay que saber hacer de todo, incluso hablar en público. Menos mal que vamos a hablar varias personas y así yo pasaré desapercibido...

O no, si lo hago muy mal. En fin, sigamos trabajando, a ver si la inspiración llega. ¡Buenas tardes! os hemos juntado hoy para que conozcáis a “López y flores, sus mejores gestores” En realidad, ya nos conocen. Mejor, dilo de otra forma, Gumersindo. ¡Buenas tardes!

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Ya conocéis a López y flores, vuestros mejores gestores La verdad es que el eslogan de nuestra gestoría nunca me gustó mucho. Pero a Ramón y Ramona, los padres de Mónica, les parecía gracioso en su día y ahí lleva toda la vida. ¡Vaya! ¡Qué difícil es esto de pensar qué decir! Tenía que haberle dicho a Mónica que no… Bueno, se lo dije y varias veces… pero ella insistió, así que si sale mal, la culpa es de ella… aunque el sufrimiento será mío.

Lo mejor será que me prepare un té con leche. Esto va para largo y solo tengo clara una frase… ¡Buenas tardes!

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[Seis días después]

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Pues sí, he salido en el periódico: “Ha sido todo un fracaso, un rotundo fracaso.

Dejar hablar a Gumersindo debería de estar penado por ley…”

Así comenzaba un artículo en el periódico local sobre nuestra cita con los clientes. “…CREO QUE GUMERSINDO HA CONFUNDIDO UNA CHARLA CON UN NUMERITO DE ACROBACIAS… ¡VUELTAS Y MÁS VUELTAS! ¡QUÉ MAREO!...”

Quizás no es lo que a todo el mundo le gustaría oír de sí mismo, pero ahí estaba. En la sección de negocios, página 13. Una sucesión de piropos a cada cual más bonito. “solo le faltó masticar chicle, porque del resto de cosas que no hay que hacer al hablar en público, no se olvidó de ninguna…”

Cuando sales en el periódico, lo primero que haces es pensar en tu madre. Llamar a tu madre y decirle: “salgo en el periódico”. Pero esta vez, no tengo esa sensación, la verdad.

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“…Y MENOS MAL QUE LLEVABA UNA CHULETA ESCRITA CON LO QUE TENÍA QUE DECIR, PERO NI LEER SABE…” Algo me decía que a la redacción del periódico local no le había gustado mi exposición. “…si alguien HA entendiDO algo de lo que quiso decir gumersindo, que, por favor, llame a esta redacción y nos lo explique.”

Creo que en lugar de llamar a mi madre, voy a llamar a la redacción del periódico local y explicarles lo que quise decir, aunque yo creo que estaba bastante claro.

Lo que pasa es que siempre hay alguien dispuesto a criticarte y tumbarte. Eso es lo que pasa. Es como si no tuvieran otra cosa que hacer que juzgarte. Te ven ahí arriba en el escenario con un micrófono y piensan: “lo vas a hacer mal y lo sabes”. Sacan su sonrisa diabólica, su bloc de notas y atacan con su bolígrafo disfrutando con cada palabra que te hace daño… Bueno, aunque pensándolo bien, también es cierto que las palabras de Gloria, mi compañera, al terminar mi ponencia fueron: “¡Enhorabuena, peor no se podía haber hecho!”

Y mientras mi cabeza le da vueltas a la noticia, 17

teléfono en mano, recibo una llamada de Mónica.

MÓNICA.- Bla, bla, bla… – un saludo seguido de mucha información y… – ¡Enhorabuena! ¡Ha sido todo un éxito!

GUMERSINDO.- ¿Un éxito?

MÓNICA.- Sí, hasta hemos salido en el periódico.

GUMERSINDO.- Sí, ya he visto.

MÓNICA.- Bla, bla, bla… – al parecer, Mónica está contenta porque, en general, la crítica del evento ha sido buena.

GUMERSINO.- Ya, pero a mí me ponen bastante mal, la verdad – me quejé.

MÓNICA.- Bla, bla, bla… - según Mónica, el periódico hablaba bien de nuestra iniciativa, de las charlas que habían dado Felipe García sobre cómo vender sin vender y Maika Pujales sobre inteligencia emocional en los negocios y que eso era lo importante.

GUMERSINDO.- Ya, Mónica, pero de mí no dicen nada bueno. He sido un desastre.

MÓNICA.- No es para tanto, has hecho lo que has podido. Seguro que irás mejorando y cada vez podrás hacerlo mejor. Nadie nace aprendido.

GUMERSINDO.- Pero…

MÓNICA.- ¡Repetiremos la semana que viene en la asociación de empresarios!

GUMERSINDO.- Pero…

MÓNICA.- Tenemos que conseguir nuevos clientes, Sindo.

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GUMERSINDO.- Pero yo…

MÓNICA.- Ensaya un poco más y todo saldrá bien, ya verás.

GUMERSINDO.- No, Mónica.

MÓNICA.- Sí.

GUMERSINDO.- No. MÓNICA.- Sí.

GUMERSINDO.- No Ya sabéis quién ganó esta vez también. En fin, una semana para aprender a hablar en público y lo que es más importante, darle en las narices a la redacción del periódico local. ¿Numerito de acrobacias? Van a ver lo que es un buen numerito. Al fin y al cabo, los números sí son lo mío. ¡Que se preparen!

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¿TIENES QUE HABLAR EN PÚBLICO?

NO

SÍ

HAZLO YA TE COMO PUEdAS LLEGARÁ EL MOMENTO Pero… ¡Puedes hacerlo BIEN! 21

EJERCICIO EN ESTE EPISOdIO Imagina que tienes que hablar en público. Delante de ti hay unas ochenta personas esperando a que hables.

Tú eliges el tema del que vas a hablar… ¿Qué te gustaría que dijeran en el periódico sobre tu discurso? ¿Qué te gustaría que destacaran de tu intervención?

Imagina…

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