

Érase una vez en la profundidad de la selva misionera, cerca de las grandes Cataratas del Iguazu, se encontraban una comunidad de pájaros que vivían armoniozamente y disfrutaban de lo que les regalaba la naturaleza.


Pero… asi como tenían cosas buenas, también tenían cosas malas. Ellas, vivían en constante alerta por la presencia del Puma Celofan, un macho que se creía el dueño del lugar sin respetar las reglas de la selva: “no alimentarse de los animales vecinos”.

- Cazar es mi juego favoritodecía con tono de superioridad, por qué un grupito de aves tontas me impediría eso?


Los otros animales de lugar, desde hace mucho tiempo sospechaban de Celofan, ya que habían desaparecido muchas aves sin dejar rastro.

El problema es que todo el mundo tenía miedo de enfretarse a él por su imponente por lo tanto todos callaban…

El líder de las aves, Mison preocupado no sabía como actuar, no solo estaban las aves de su comunidad quejándose por la falta de seguridad si no que también, había nacido su tercer hijo Masoca, que a diferencia de sus hermanos y desilusión de la familia, nació con alas muy grandes y largas, lo cual provocaba dificultades en su caminata y su vuelo.


Masoca fue creciendo con las miradas de pena de sus amigosy familia, avergonzado de su condición física, no sabía como actuar y siempre estaba solo en su casa con su mamá Aisha que para suerte de él, no lo veía como una carga sino como un ser especial con alas que algún día, serían un gran instrumento.



Masoca, salió a pasar el rato y respirar aire fresco, cuando vio un grupo de aves de su edad divertirse en el lago. Dentro del grupo estaba su único amigo Felix, nunca lo juzgó por su físico y siempre fue un buencompañero.

- Ven a jugar con nosotros!le grito Felix. Masoca se acercó timidamente a ver lo que estaban haciendo.

- Estamos practicando la velocidad, pues el primero que logre cruzar el lago, se gana una canasta de frutas.

- Me sumodijo Macosa motivado.
Aunque en el fondo sabía que no llegaría, él quería intentarlo.

Felix hizo la cuenta regresiva...

- En sus marcas… Masoca ya empezaba a sudar.
- Listos.. Su cuerpo se tensó.
- YA ! ya que se estaba cansando y ni siquiera había llegado a la mitad.

Por lo tanto, se detuvo en un tronco que flotaba para poder descansar y juntar energías.

Vió como todos llegaban a la meta satisfechos y sintió vergüenza de si mismo.
Luego volvió a retomar el vuelo de forma lenta y terminó de cruzar el río.

Felix le dio una sonrisa alentadora pero los demás se reian de él.
- Tan gordo ibas a ser?decia uno riéndose.
Él no tenía la culpa de haber nacido con grandes alas pero ya comenzaba a disgustarse por ellas..
Apenado volvió a su casa y se reunió con su familia para la cena. Les contó lo sucedido, sus hermanos y madre trataron de tranquilizarlo, pero Masoca quería la atención del papá, una palabra de aliento.

Sin embargo, Mison estaba pensando en formas de evadir a Celofan o hablar con él y llegar a un acuerdo.
Harto de la actitud de su padre, sus compañeros y su condición física, Masoca se fue de su casa a pensar un poco. Se sentó y se pregunto:
- Porqué naci asi?
Porqué soy diferente al resto?

Una vocecita en su interior decía que no se dejara llevar por la opinión del resto y que solo piense en mejorarse asi mismo.

Entonces, después de mucha reflexión, ideo un plan: entrenar un poco cada día su fuerza y velocidad para ser uno de los mejores pájaros de su comunidad.


La mañana siguiente se despertó motivado, porque tení un propósito que seguir. Entreno su capacidad de mantenerse flotando en grandes alturas, su velocidad y su fuerza.
Poco a poco fue ganando velocidad y se dio cuenta que se sentía muy ligero y con energía, sus alas ya no se sentían tan pesadas. Esto lo motivo aun más, y nunca desistió.
Después de meses de entrenamiento, Masoca les propuso a Felix y a los jóvenes de su comunidad una carrera sobre el lago que anteriormente habían cruzado.
Ellos creyendo que era pan comido aceptaron la propuesta.
Masoca hizo la cuenta regresiva y gritó YA!
Voló como un cohete y su mirada sin distracciones se dirigía a un pequeño árbol que estaba


Voló tan rápido
que casi choca con ese árbol al llegar; se sintió tan feliz y lleno de vida que dirigió su vuelo hacia arrib a y se sorprendió al volar tan alto.

Tenía toda la naturaleza frente a él, podía contemplar todo desde esa altura.

Las otras aves se quedaron con la boca abierta, lo felicitaron de forma seria ya que no se lo esperaban. De pronto, apareció Celofan asustándolos con un rugido potente!
Agarró a Felix y se lo llevó corriendo. Masoca los siguió mientras los demás alertaron a la comunidad.
voló tan rápido que llegó a la guarida del puma y se sorprendió al descubrir muchas aves vecinas encerradas. Inmediatamente el puma se dio cuenta que lo había seguido y quiso enfrentarse a Masoca.

Masoca no era un guerrero pero se había convertido en un ave de vuelo ágil; se dio la vuelta y echo a volar, esta vez no demasiado alto ya que se le habían agotado las energías.

No podrás escapar pequeño! - gritó Celofanmientras persegía al ave.

Masoca voló tan rápido que se topó con una fuerte cascada de agua y sin pensarlo dos veces la atravesó. El creía que chocaría con una pared, pero para su sorpresa, encontró varias cuevas y se quedó un buen rato ahí.

Celofan nunca apareció y supuso que le tenía miedo al agua ya que era un felino.


De repente le surgió una idea increíble: podían vivir aquí!
Toda la comunidad!
Salió de la cueva, y revisó las demás cascadas y pudo percibir con atención que detrás de ellas, habían mas cuevas. Se alegró de ello y se fue volando a su casa para comentarle a su familia el hallazgo.
Todos escuchaban su relato con la boca abierta y le dijo a su padre sobre mudarse detrás de las cataratas.


- Es una brillante idea hijo, pero nadie atravesó una cascada.
- Si yo pude, lo demás tambien.
Así fue como Masoca entrenó a cada ave, día y noche, las ayudaba volar rápido y alto.

Siempre en alerta por si aparecía Celofan.
Siempre preparadas. Su papá se sentía orgulloso de que su hijo contribuya en la comunidad y el propio Masoca se llenó de satisfacción.

Dias después, Masoca armó un plan para rescatar a los otros: visitar la guarida de Celofan de noche mientras dormía.

Las aves prepararon sus uñas y picos en caso de tener que defenderse pero para su suerte, al llegar al lugar, Celofan no estaba.
Entonces rápidamente ayudaron a las aves enjauladas y cuando estaban por salir, apareció con un potente rugido.

Todas las aves se dieron vuelta y vieron a Celofan corriendo hacia ellas, pero esta vez no salieron corriendo llenas de miedo sino que se convirtieron en pequeños guerreros y saltaron al ataque.

En conjunto se pu sieron sobre él para y al ser tantas aves, Celofan se asustó y

Todas las aves volvieron a su nuevo hogar victoriosas y con más confianza en si mismas ya que sabían que sí en otro momento se cruzarían al puma, no iban a echarse para atrás.

Mison, contemplando la fuerza de toda la comunidad se dirigió a Masoca y le dio un fuerte abrazo.

- Estoy muy orgulloso de ti, nos salvaste a todos y ayudaste potenciar nuestra fuerza y perdóname por no haber sido un buen padredijo con lágrimas en los ojos.


- Gracias Papá, me hizo muy feliz haberlos ayudado.
- A partir de ahora, te llamaras Masoca el Grande.
Pasaron meses y nunca volvieron a ver a Celofan, aunque ya no le tenían miedo porque habían aves vigilantes, que podían mantenerse en el aire por mucho más tiempo gracias a los entrenamientos de Masoca, que ayudaban a alertar a la comunidad por si estaba cerca.

Masoca estaba sentado contemplando las estrellas y escuchó de vuelta esa vocesita interna “lo has conseguido..”
Sonrió para si mismo y agradeció el nunca haberse rendido y dejarse llevar por las burlas; eligió seguir adelante para convertirse en Masoca el Grande.
Alguna vez te sentiste diferente al resto? Tan diferente que te avergonzabas de ti mismo? Esta es la historia de Masoca, un vencejo peculiar pero con un gran corazón que lucha por lo que quiere y nos mostrará el poder de la persistencia y la voluntad.

