Aquarellen N19 mes de julio

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Mes 07 ­ Año 03

Editado por: Aquarellen cultura ­ Coquimbo ­ Chile Directora de redacción: María José Mattus Aguirre Director de contenidos : Jesús De Castro Portada: Desnudo en invierno ­ Archivo personal Contraportada: "Early Spring " Peach Robinson


EN ESTE NÚMERO

­ ESTHER BENDAHAN .....................................PÁGINA 6 ­ MARÍA ANTONIA RICAS ..................................PÁGINA 12 ­ JESÚS DE CASTRO ...........................................PÁGINA 20 ­ MAURICIO ESCRIBANO .................................. PÁGINA 25 ­ CAUPOLICÁN PEÑA .........................................PÁGINA 33 ­ DOLORS LLUY ..................................................PÁGINA 39


EDITORIAL

A mitad del año nos detenemos y reflexionamos sobre nuestras

vivencias, suspiramos, tomamos aliento y seguimos adelante. En el norte descansamos y disfrutamos del verano y en el sur el frio nos empuja a casa para reflexionar de la mano de una taza de café caliente. Julio, el mes dedicado a uno de los más brillantes emperadores romanos trae a Aquarellen la frescura para el verano y la calidez para el invierno chileno de estupendos autores que adornan esta nueva edición con sus hojas literarias. Esther Bendahan presenta su nuevo libro. Jesús De Castro nos maravilla con cuatro relatos; además contamos con la excelente colaboración de una tremenda poeta: María Antonia Ricas y las colaboraciones de Mauricio Escribano, Caupolicán Peña y Dolors LLuy. Saludos lluviosos desde el norte chico de Chile y a disfrutar de la buena literatura


PORTADA DEL MES

La portada de este mes es una fotografía de un anónimo, que quiere mantener su nombre en privado, la ha titulado “Desnudez en invierno”. Un árbol es despojado de sus hojas para reverdecer en estación estival, un paralelismo con la vida y las dificultades en las que nos encontramos en ciertas ocasiones. Desnudarnos para alcanzar la pureza de espíritu y de alma. Esta es una fotografía urbana, quizá tomada con un móvil, que refleja también la necesidad de concretar nuestros pensamientos a través de fotos, poemas, relatos.


ESTHER BENDAHAN COHEN

Publicaciones.

­Soñar con Hispania. Editorial Tantín (2000). ­Deshojando Alcachofas, Editorial Seix Barral (2005). Premio Fnac autor revelación. ­Déjalo, ya volveremos, Editorial Seix Barral (2006). ­La cara de Marte, Editorial Algaida. XXIX Premio Tigre Juan ­El secreto de la Reina Persa. Esfera de los libros. 2009 ­Pene. Ediciones Ambulantes.2011 ­ El Tratado del alma gemela. Premio Torrente Ballester de Novela 2011. Ediciones del viento. ­Una hora solamente de la hora del día, Editorial Confluencias, 2016 Colectivas. Trabajos en obras colectivas: Ecos de la Memoria. Publicado por la UNED 2011 Israel S.XXI. Publicado por la UNED 2011 Pensadores judíos Contemporáneos. UNED 2011 Prólogo y coordinación de: Oh vosotros, hermanos humanos, de Albert Cohen, editorial Losada.


Doctorado en Filología francesa. Tesis: el otro en la obra del Albert Cohen (2015). Licenciada en Psicología por la Universidad Complutense. Participante del seminario de pensamiento contemporáneo en Filosofía del CSIC, Director Reyes Mate. Seminarios en: Educar en la Shoah en el Yad Vashem en Israel. Master de Creación en la Escuela de Humanidades y Escuela de Letras, escritura creativa y periodística. Seminarios en diferentes­ Universidad, de Toulouse. Escuela de Humanidades por Alejandro Gándara, Razón y Corazón. Taller de Literatura Contemporánea con Jesús Ferrero. Curso de cuento corto, Juan José Millás. Seminario en Jerusalén para educadores, de Sefarad a Jerusalén. Premio Revelación de la Fnac, Premio de novela Tigre Juan, Premio Torrente Ballester. Directora de Programación cultural, Centro Sefarad­Israel. Miembro de honor de ALCEX (asociación de críticos, profesores universitarios y autores) Directora y presentadora del Programa Shalom, TVE2. Hasta el 2010. Desde 1986 hasta 2007: Directora y Subdirectora del programa de TVE 2, Shalom, realización, entrevistas y guiones. Programa cultural semanal. Profesora y conferenciante en varias universidades españolas y extranjeras. Curso sobre Albert Cohen en la Universidad la Sorbonne (2004). Debates y participación en diversos Institutos Cervantes, Instituto de educación de Yad vashem, Príncipe de Asturias. Coordinadora del proyecto de colección de libros del Yad Vashem en la editorial Losada. Colaboradora en Opinión del diario El País. Artículos, entrevistas y reseñas en las revistas: Lateral, Raíces, La Modificación, Travesías literarias, Terra Incógnita, Revista de la UNED, La ilustración liberal, Revista de historia de Iberia vieja, Mercurio, Sibila, Revista Elle, Revista Ñ, Vanguardia entre otras. Realización de documentales, Museo Sefardí de Toledo. En la actualidad en preparación de guión de un documental en relación de memoria y exilio. Programa sobre la cultura sefardí en Estambul. Coordinadora de la ruta de artesanía de la Comunidad Autónoma de Madrid, Consejería de Economía. Y puesta en marcha de la sala de exposiciones de Puerta de Toledo.


"UNA HORA SOLAMENTE DE LA ORILLA DEL DÍA" E S T HE R B E NDA HA N

A Esther Bendahan

"El exilio forma parte de la misma formación de la conciencia de pueblo judío, no hay contradicción sino símbolo. La identidad se forma en el desierto ante la revelación de la Torah". Esther Bendahan (mayo 28 de 2015) Esther Bendahan, la prolífica Esther Bendahan, con prólogo de Angel Wagenstein ( 76 años), el encantador y entrañable autor de "El pentateuco de Isaac" cuyo subtítulo ­ que lo dice todo­ es : "Sobre la vida de Isaac Jacob Blumenfeld durante dos guerras, en tres campos de concentración y en cinco patrias", Esther Bendahan, digo, ha publicado su último libro, una serie de relatos bajo el título de "Una hora solamente, de la orilla del día" que se suceden en el día que se da la noticia del Bosón de Higgs. Cuando escribí a Esther sobre el motivo de dicha inspiración, me respondió: "Cuando salió la noticia me interesó, siempre me ha interesado el universo y la física, me gusta leer las noticias, el lenguaje y entender a mi modo su significado profundo. El Bosón habla de algo ínfimo,


invisible, pero que existe y es capaz de crear una fuerza transformadora. Me interesa trabajar en relatos inspirándome en cómo una frase, un gesto, habla del pasado y del futuro, aquello que puede cambiarnos. Hay dos relatos de Joyce "Arabia" y "Los muertos" que me sirven de inspiración. Estos relatos míos me los plantee como un ejercicio de hablar de mi tiempo en cinco páginas". Recuerdo que hace más de diez años, Bendahan vaticinaba, inconscientemente quizá y en un periódico catalán, el itinerario de este nuevo libro: "Me interesa el cómo se puede trascender desde lo cotidiano, desde lo superficial y simple; para cambiar no hay que sufrir una gran tragedia ni actuar en una novela de grandes significados: las transformaciones pueden venir de un paseo o una mirada en la calle. La enfermedad, la muerte, la herida, se producen en nuestras ciudades, a nuestro lado cada día, y no necesitan grandes escenarios". Esther es una escritora que vive hablando de su tiempo y habitándolo. En su condición de judía sefardí (directora del Centro de Estudios Judíos en Casa Sefarad­Israel), de intelectual nacida en Marruecos, de filóloga y psicóloga francesa, de autora fecunda e incansable, de poseedora de diversos premios (el Fnac, el Tigre Juan, el Torrente Ballester), Esther Bendahan, digo, ha transitado en este original libro de cuentos (¿puede llamárselo así o mejor de esta novela en capítulos vinculados subrepticiamente?) diversos temas que atienden a esa primera inquietud suya: el instante cotidiano como parte de una red de conexiones pero vivido en soledad, una especie de monólogo que trasciende la piel de los personajes para incorporarse a un sentido del mundo, el momento en que se dispara un cambio o que se denuncia fugazmente una metamorfosis, haciendo del instante el fulgor de la vida. Como dice Rainer María Rilke en "El libro de las horas", citado por Esther: "Una hora solamente, de la orilla del día, y a todo está dispuesta ya la tierra (...) Lo que tú añoras, alma mía, dilo". Hago un paréntesis: Alguna vez, hace muchos años, yo escribí en un poema este verso: "No renuncies ni a un instante antes de tu muerte" y, leyendo a Esther, me encuentro con una frase del Pirké Avot: "Haz penitencia un día antes de tu muerte". Me conmovió. Siempre supe que Esther y yo coincidíamos visceralmente en nuestras miradas respecto de nuestro judaísmo y nuestro amor a la cultura (como dice Wagenstein, "antaño tus antepasados y mis antepasados habitaban la misma tierra, comían juntos de su pan y bebían de su vino, cantaban las mismas canciones y profesaban la misma fe bajo nuestro cielo común"), pero no pensé que llegaríamos a encontrarnos talmúdicamente en el Pirké Avot (literalmente, "Capítulo de los padres"). Una sefardí y un ashkenazi, una marroquí y un argentino, coincidiendo en un perfil trascendente de la vida porque sus orígenes son similares (y, si me lo permiten, musicales). ¡Cuánta significación tiene la música de las palabras de los padres cuando te has enamorado de tus personajes! Esther se enamora de ellos y en muchos momentos su prosa es seductora, puro embeleso.


Y aunque sólo la felicidad hace daño y todo lo demás se esfuma en un instante ­ ese instante que Esther privilegia desde el Bosón de Higgs­ solo se nos muere lo que adoramos y sólo adoramos lo inalcanzable e invisible. Como ella lo hace. Cierro el paréntesis. Esther Bendahan consigue, a través de estos relatos, conciliar el Talmud ­ es decir, su origen judío­ con la presencia del mundo de hoy. Porque Esther sabe ­ de sabiduría, de saber vivir­ que el ser humano habrá cambiado su vestimenta y su entorno físico, se habrán multiplicado sus posibilidades técnicas y su conocimiento de las leyes de la naturaleza, pero la problemática esencial del hombre sigue siendo la misma que encaran los sabios del Pirké Avot: el sentido de la vida y la muerte, la existencia o no de la libertad, el vínculo con el otro y con la divinidad, los interrogantes predominando sobre las respuestas. Allí, como en los relatos de Bendahan, estamos siempre en la frontera, en un instante decisivo, fugacísimo y quizá invisible. Como dice la sinopsis del libro, las mínimas perturbaciones en el campo gravitatorio de los días pueden tener profundas consecuencias. Para los que no lo saben, el nombre de Pirké Avot alude a los padres ­ avot­ es decir, a los grandes sabios de Israel que comentaron la Torá y la transmitieron de generación en generación como una ininterrumpida tradición judía. Pero además Avot puede significar principios éticos que buscan guiar al ser humano hacia su perfección, sin especulaciones místicas ni intrincadas discusiones, porque la verdadera religión no sólo exige cumplir con Dios sino que considera fundamental encontrar el camino hacia el otro, hacia el prójimo, para una convivencia armónica. En un ensayo sobre Hannah Arendt de hace algunos años, escribía Bendahan: "El otro desde la dualidad yo­tú de Buber o el rostro del otro que desvela Lévinas, es hoy una de las cuestiones primordiales del pensamiento. Una llamada que obliga a interrogarnos sobre la responsabilidad hacia el otro, se le ame o no, incluso ante el que se deja de amar, que nos acercaría a un amor consciente". Lo dice Wagenstein: "Y entonces leeremos en los ojos del que vamos a tener enfrente aquel signo místico, imperceptible y subconsciente de que él, el desconocido y lejano, en realidad es nuestro hermano ­o hermana­ perdidos". Lo que me recuerda, claro, a nuestro querido Emmanuel Lévinas. Esther Bendahan, en su prosa atractiva y sugerente, es una discípula secreta de Lévinas en esa concepción de la cadena y la red que nos aproxima a nuestro hermano, a su propio rostro. "Moshé recibió la Torá del Sinaí y la transmitió a Iehoshúa, Iehoshúa a los Ancianos, los Ancianos a los Profetas y los Profetas la transmitieron a los hombres de la Magna Asamblea". Esther es una mujer de la Magna Asamblea que habita nuestros días y aunque nos habla de la peripecia cotidiana de todos, en ningún momento deja de ser judía. Como escribió Elihau Toker, "nos sirve pan sin levadura, amasado en la urgencia (de cinco páginas) / por dejar la abundancia del país de los esclavos / a cambio del desierto fértil de ser nosotros mismos".


Esther es fiel a sí misma y a su pertenencia. Siempre hubo judíos que

mantuvieron despiertas sus raíces y no entregaron sus entrañas al olvido. Ella sabe que el judío habita un mundo metafísico y se sabe parte de ese mundo hasta en los más mínimos detalles. Y aunque Esther Bendahan no termina de aceptar que el judaísmo en España tenga un significado sólido ­ "en el pasado europeo, español, existe lo judío como idea ajena y fantasmal", señala­ y agrega, lúcidamente: "mientras no se genere un pensamiento nuevo judío español, no se puede hablar de judaísmo moderno, sí de comunidades que en ocasiones funcionan como entidades sociales(...) Creo como Valery que un hombre moderno vive con una gran cantidad de contrarios instalados en la penumbra de su pensamiento. Y sin embargo nunca hemos estado tan presionados como ahora por la necesidad de una identidad común, de igualarnos y pertenecer". Además, Esther tiene ocasión para sustanciar filosóficamente su concepción del tiempo y el espacio desde el judaísmo: "Desde el origen hasta hoy en día hay diversos movimientos en el mundo judío en tensión permanente que se alían con el pasado, se complementa configurando los diversos matices del pueblo. En efecto, hay una relación peculiar con el tiempo, hay una sacralización de la dimensión tiempo que se expresa en el sábado, de modo que el tiempo se convierte en territorio de pertenencia, lo que no impide la dimensión espacial, la búsqueda del lugar" ( ¿se puede decir mejor? Bendahan tiene perfil de pensadora y, lo que es más singular, de pensadora judía). Por razones de espacio me limito a estas páginas aunque Esther Bendahan y su nuevo libro dan para mucho más. Esther: me gustaría leer algunos de los poemas que escribiste a tus diez años. Arnoldo Liberman


MARÍA ANTONIA RICAS

María Antonia Ricas Peces (Toledo, 1956) Profesora. Con una dilatada experiencia en el mundo de la expresión literaria es codirectora de la revista “Hermes” y la Colección “Ulises”. Colabora con sus textos en diferentes medios de comunicación. Ha recibido numerosos premios y menciones y cuenta con más de una veintena de ediciones poéticas. Sus últimos libros son EL CRETENSE (2013) y SALIR DE UN HOPPER (2016)


Vienen desde lejos.

¿De qué ciudad oculta vienen? ¿De qué grieta, por donde supo el agua huir bajo la arena, vienen? Con la memoria de un jardín se acercan. Con puntas de flechas de otros hombres dormidos, con mapas de rutas de polvo, esos itinerarios que en la noche sólo son estrellas y frío y, en la tierra, nadie. Vienen… ¿vendrán a nuestro encuentro con la canción que se regala a los viajeros como una piedrecilla azul de la alegría? ¿Vienen para acercarse y mientras vienen se les ha adelantado su sonrisa? Son casi un espejismo ellos que vienen o van… ¿Será que van después de darnos su tesoro, después del beso, la piedrecilla? ¿Regresan al jardín del año de las flechas de sílex, vuelven a la residencia del agua, al envés del tiempo, a la primera voz de las estrellas?

Del libro EN LA PIZARRA UN POEMA. 2006


*MUJER CON ÁNFORA Sostenida por dos plumas si camina o regala. Es la arcilla que levanta del letargo a las aguas y reúne en un vaso la raíz del milagro. ¿Qué nos trae de la linde donde diosas antiquísimas se acomodan sobre el pánico o en las cestas de los peces bebedores de amargura? ¿Qué oro trae, qué manzanas esquivando la certeza? Tú la llamas agraciar, conceder una luna, celebrar un hallazgo. Yo la llamo peligrosa alegría. *Gouache découpée de Henri Matisse Del libro ENTRA UN VIENTO DE OLOR CIRUELA… 2008


LOS FANTASMAS DE ELISABETH VIGÉE­LEBRUN

Diferentes autorretratos Estamos muy cansadas del miedo. No es como el rizo que se desliza del lazo de vivir o del ala del sombrero de paja. No es el gesto discreto, una leve sonrisa inteligente que oculta el espanto, la certeza de algo temible que en nada se asemeja a la pasión. Estamos cansadas, bellas, libres, cansadas de elegir las huidas, de mirar los rostros que ya han muerto, próximos a cubrir de sangre las arrugas del cuello, las sencillas formas del amor. Sabemos que la muerte pudiera quedarse a vivir en la ciudad, en cierta calle vieja, donde breves muertes ­o los pasos que dejan atrás la infancia­ acaecieron. Sabemos cuánto apetito tiene la muerte, cómo huele claudicar, tumbarse al lado de una hija enferma, verse muerta, tú, muerta, yo, muerta, en sus ojos. Sabemos cansarnos hasta ser la médula del cansancio, pero todo menos el miedo, menos el tizne del miedo, el habitante del miedo, su palabra cansada, su miedo. Del libro SI ELLA NOS MIRA. 2011


* Sentí una Escisión en mi MenteComo si mi Cerebro se hubiera divididoTraté de unirlo-Comisura a Comisura-… …pero yo no quiero acoplar sus rajas, quiero imaginar que separas mis piernas con tus manos, quiero pensar ahí, que entre y salga todo y tú y tus ojos y tú y tu pradera donde me tumbas. Desde los dedos de mis pies a la raíz del pelo, hendida, acogiendo la luz de la mañana y siempre hambrienta. *Del poema CVI de Emily Dickinson

De CONECTADA. 2012


DAMA DEL ARMIÑO Clara, suave, vacía, yéndome sin pensamiento ni intenciones, plegada al antojo del día, flexible como los arbustos favoreciéndose a sí mismos con su templado olor sedante. Nada parecido a un temblor, a la zozobra, a la impaciencia. Desistiendo de los deseos, alisada en un mudo fruto, separando pulpa del hueso, resumida en el hueso. Retraída, inasible en mi reserva. Una quietud para un instante frío, un movimiento desnudo que apenas desvela mi piel y no se expone. Esto es vivir también. ¿Qué no es la vida? Del libro EL CRETENSE. 2013


HABITACIONES JUNTO AL MAR

Siguen ahí, con su luz invisible bajo esta luz que arde. ¿Recuerdas que éramos eternos el día de los tobillos en el mar? Sólo nosotros divisábamos cómo llegaban y nos favorecían y su olor en la piel estaba de nuestra parte. Ellos se quedaron, lo sabes, aunque abandonáramos la intensidad de los segundos, la casa con los niños que fuimos, el breve tesoro del día interminable. Siguen ahí, ahí, ¿los ves desde esa irisación únicamente suya? En el trasluz, donde los dioses suelen repetirse con hambre, burlarse de los muertos que añorábamos. Del libro SALIR DE UN HOPPER. 2016



JESÚS DE CASTRO


TXUS.

Txus se despertó una vez más de madrugada con esa sensación de opresión en torno a su vida, esa extraña y terrorífica sensación de estar sujeto a cables invisibles que movían sus circunstancias por él. Marioneta del destino, si existe algo parecido, o tal vez un lanas más que no termina de enterarse de que las buenas intenciones no escapan sin castigo. Las horas restallaban como látigos en sus sienes en una noche interminable y oscura que se cerraba en torno a sus aspiraciones de vida sencilla como la tapa de un ataúd. Tal vez soñar solo consistía en dormir en una pesadilla sin final con descansos en duermevela para fumar un par de cigarrillos. Se vistió lentamente y decidió salir a caminar sin rumbo por un mapa desolado con la brújula averiada, caminar hace bien y te deja tiempo para no pensar demasiado. El problema es que Txus no se daba cuenta de que llevaba toda su vida caminando tras sus propias huellas mientras otros ante él iban borrando su rastro, en el fondo era otra silueta borrosa más en el dibujo abstracto de un lienzo podrido tras el eco de una carcajada que no terminaba de alcanzar.


PROMESAS ELECTORALES. Voy a presentarme a las elecciones de mi pueblo – aunque no sea mi pueblo –. Me presento con una bandera color sangre, la sangre inocente que siempre derramamos, me presento con dos herramientas de trabajo cruzadas, el trabajo que os costará intentar expulsarme cuando consiga todo el poder. Cambiare los nombres de vuestras calles, las fotos de vuestros antepasados y todas sus costumbres para quitaros la identidad. Me llevaré vuestro pan al pueblo de al lado, y cuando protestéis la culpa será vuestra o de la oposición y también os llevaré donde no se escuche más la voz. Lo tengo todo bien planeado, incluso la demolición de vuestros viejos paisajes mientras os expulso de vuestro hogar para darlo a aquellos que solo ponen piedras en el camino. Voy a presentarme a las elecciones de mi pueblo y me vitoreareis mientras quemo las siembras y siembro de sal los campos que os dan el sustento. Y cuando no tengáis nada y yo tenga lo poco que teníais, entonces no tendré que presentarme más, vuestra sumisión se encargará de mantenerme y vuestro miedo de obedecer.


TEORIA DE UN FRACASO.

Entré en mi tugurio favorito, como cada noche. Las mismas caras aburridas sobre posavasos de conversaciones con sabor a lo de siempre, copas llenas de personas vacías flotando sobre el hielo de una de tantas noches de invierno. En la calle asfalto escarchado de silencio y sombras huidizas con los bolsillos llenos por sus manos rotas. Encendí mi decimo cigarrillo a sabiendas de que estaba prohibido, tal vez era mi única manera de desafiar con papel de fumar y tabaco barato todos los decretos de ley destinados a encarcelarme con promesas de libertad. ¡Pepe, ponme un cubata! Me incliné sobre mi copa, mientras dejaba que los minutos se disolvieran a mi alrededor, no buscaba nada, hace tiempo que sé que no queda nada por encontrar, que no existen las promesas, si no la decisión, y yo estaba decidido: Decidido a tomar mi copa, a cambiar mi microcosmos, decidido a tomar una decisión, a buscar una decisión que tomar. De repente comprendí que ni esa opción tenía, saque mi pistola, la apoye sobre mi cabeza y sonó un disparo, mi copa se tiño de rojo por la herida superficial sobre mi sien derecha. ¡Mierda, ni para pegarme un tiro valgo!


¿UNA MICRO FICCIÓN?

Llegué a mi casa para encontrar un paisaje desconocido, personas no invitadas por mí habían invadido mi espacio para cambiarlo todo por la fuerza. Me enfurecí, es normal, yo había construido mi hogar desde sus cimientos y otras personas me arrebataban lo que me pertenecía. Mis vecinos me insultaban por mi reacción al defender lo que era mío hasta que un día los amigos de aquellos que invadieron mi hogar tomaron también lo suyo, pero ya era tarde para todos.


MAURICIO ESCRIBANO

Mauricio Escribano (Buenos Aires, 1966)

Es un poeta indie, creador del grupo "Poetas de la Ostia". Participó en numerosas antologías, entre ellas "La Noche en Blanco de Granada", y en diversas revistas literarias del underground porteño. Viajero incansable, lejos del establishment literario, ha hecho de la poesía un forma de vida. Se lo puede ver leyendo sus versos en los bares o vendiendo sus libros por las calles. Sus poemas atraviesan por su voz inconfundible.


Espaldas Gemelas

Mi hermano dice que he perdido pelo que estoy mucho más encanecido que llegó el agua a las hogueras de mis ojos que de pronto he envejecido en estos años cazando al norte la veloz circunferencia de una estrella. Mis amigos dicen que ya no soy el mismo que ya no traigo llaves sin finales, vinos celestes, ni salmones de colores casi audibles. Que ya no levanto una ceja paternal y laboriosa a la hora de perpetuar los himnos del verano. Mis clientes no entienden cómo voy con mis palabras por los bares, vendiendo libros en las mesas. Si me vieras, si por azar te encontraras conmigo y me vieras desde lejos, creerías que no es cierto, que no puede ser así la apariencia del destino. No encontrarías al hombre que atesoras en las fotos. No reconocerías siquiera que es la misma ropa de ayer, la que ahora luce sus remiendos de nostalgia. Sin embargo hoy me arriesgo al sur, furtivamente, entre rosas de arrabal y cielo propio, donde otra mujer triste y majestuosa (a la que llevo igual que a mi cuchillo) le bastan mis lágrimas esquivas, mi sonrisa que demora, y este semen demencial para saber que he sido tuyo.


Límites de Agua Es habitual que ronde este camino inundándome de grises mientras te busco en la renuncia y la lluvia se empecina en borrarte de mi vida para siempre. Nadie sabe de este hierro que se moja de este musgo que me pesa de estos ojos empapados en ginebra. Solo pido que la luna con un gesto nos aplique la ley del desencanto. Y en un charco de tinta abandonada: Ya no vea tu espejo vivo ni mi eléctrico fantasma ni este fuego que no enciende bajo el agua un cigarrillo.


Acta de Invierno

Aquí dentro nos olemos como bestias, nos amamos como bestias. Somos lo que el otro necesita. A veces vos llorás sobre mi piel y yo me convierto en un pez globo. Otras lo hacemos al revés en un trapecio. Y de pronto nos caemos. Nos desconocemos por completo. Somos lo que el otro no sabe. Y me pregunto cómo puede ser que siempre vaya a dar contigo. O mejor dicho. Con la palabra que atraviesa. Quizás desde la infancia nos ladre un perro triste. Lo oiremos en los huesos. Nos pondrán sobre la mesa pedacitos de nostalgia. Un acta de invierno con sus mandarinas negras. Y por ahí habrá un poema incontenible anunciando que hallaremos diagonales para el mito. Es decir que vos llorarás sobre mí y yo respiraré bajo el agua.


Luna en Mayo Desnudo en actitud de remediar mi lastimada transparencia, sonrío sobre un muro de tinta solitaria a la sombra de un dios propio y perdurable. Entre nosotros hay una historia comiéndose la lengua. Un trofeo de lágrimas en órbita y visuales ademanes de plegaria. Sucede que hice un pacto, un abrupto sacramento, una epístola de brujos y de brujas cosiéndome los labios de silencio, sujeto yo a los huesos de los árboles. Y me sonrío a pesar de que te odio para que cumplas tu destino. Tu efímero destino de quemarme donde estallan los pronombres, hasta alumbrar el cuero del dragón que me consume. O arrancarme la piel para ver cómo fulguran mis diamantes en tus manos diminutas y salvajes. Solo entonces contribuyes y apuñalas tu vagina con mis dedos ­Un ermitaño de callado amor desnuda el hashish­ Y tú también sonríes aunque me odies, y te peinas después de lo que somos, porque el dios supo darnos la luz que cicatriza el vacío de la noche.


No lo Saben Se paran en un hilo se disfrazan de muñecas de ángeles con cuatro alas desenroscan sus cabellos en altares de pureza. Arrojan mariposas en mi vino me regalan huevos de luna divisoria se ordeñan las pupilas para alimentarme. Son todas como los días futuros hornacinas colocadas en hilera. Se postran a rezar, se aprenden de memoria mi tristeza, que estuvo viajando donde ignoran. Son sexuales, granadas de miel encandilada, aventuran sus bocas con fresias y rubíes, se quitan el corpiño, bajan al ras de la tierra sus espaldas, para que las monte como a estatuas de mármol, como a novias blancas de pimpollos extraviados. Ponen de rodillas sus melenas enervantes, clavan sus tacos altos allí donde otros mueren, presumen como estrellas a la hora de decir "nosotros", sin saber de mi agonía. Ríen definitivas, haciendo girar mi nuca entre sus manos, respiran de mi boca el misterio que yo ahogo.


Se alimentan de mi espasmo, contraen

sus pezones, para que ya no te busque, para que ya no me arrope en la torre más alta a palpar tus señales. Envidian tu sepulcro, que te extrañe en todos los idiomas, que te busque en todos los infiernos. Vuelven y me dejan liebres en el pecho, tintineos de oro intacto, no piden días, no piden hijos, no piden nada. Solo quieren al poeta. Verlo sangrar irreparable, aunque no sepan, aunque no entiendan, que yo he muerto de vos en otro lado.


Retórica Erótica

Tengo la pequeña sensación de estar en casa sostenido de una aguja como un hilo cosiéndole estrellas al cielo permitiendo que el calor me abrevie en una caricia de gatos acostados en la alfombra mientras preparo la pólvora del alma para abrir fuego y volarte la nuca con balas de lengua. Ahora no sé en qué parte de tu vestido cae domingo ni si tus rodillas sabrán sostenerme con la fuerza delicada de una espina ni si tu voz es de jengibre o porcelana. Imagino que tus manos son pequeñas y como hostias de membrillo son tus besos disolviéndose en mi boca. Aun así te mataré sin miramientos por la espalda.


CAUPOLICÁN PEÑA

Caupolicán Peña Lagos. Nace en la ciudad de Arica. 1055. Reside en la

actualidad en La Serena. Nace a la música y la creación literaria en Rivadavia, valle de Elqui. Donde vivió su segunda infancia y juventud. Poemarios publicados: Caupoesía , Rivadavia , Estación Memoria , Esfumada, Algo para la mente Es co­fundador de la revista de poesía AÑAÑUCA de La Serena. Crea y dirige la revista de Cultura EL BAGALLO de La Serena. Libros publicados: "Rivadavia, estación de la memoria" Crónicas elquinas. Y "Elqui al universo del valle” Poesía. Pertenece al Colectivo de Poetas Inoxidables de la región de Coquimbo


EN LA CARRETERA Le dije al Chico Beño Que llevara fuego fósforos, chispero O un encende Doors... Para encender las estrellas apagadas Que encontramos en los caminos. Dame tiempo. Le it bis! Deja que todo fluya. Me contestó mi hermano en tres tiempos Mientras caminamos por la carretera Y afinaba su rasposa garganta. Deja que el universo hable por sí sólo. Acotó. Y en la brevedad posible Se abrió un "Caminito del indio" Que nos regaló don Ata. Bajaron desde las cumbres del Porongo Las "Vírgenes del Sol" danzando al viento de los Wairas Por la quebrada de Uchumi El cóndor mallku volaba alto por el cielo De la montaña mágica Con nuestros sueños en sus alas Subimos a bordo De este pájaro cósmico Planeando galaxias lejanas Hasta cruzar el horizonte del valle. Chico Beño prendió el encende Doors Y se iluminaron las estrellas Que recogimos en el camino.


SIN CABLE A TIERRA

Yo me subo al valle En la escalera de Led Zepelín. Me río Claro, me río Turbio Y nace el río Elqui. Entonces me bosquejo Miro y observo desde mi catalejo Y con los viejos del pueblo Me despueblo Para subir a mis cerros Le pongo buena cincha a mi aparejo Y arranco por el sendero Con mi cogote de yegua Me hundo en lo profundo Como un solitario llanero. Me voy armando de coraje Para subir por donde yo quiero Tengo buen barreno Para ir esculpiendo paisajes. Y viajo Enciendo mi corazón Y vuelo Sin cable a tierra. Me desenchufo Me hago viento Echo a volar mis pensamientos Me transfugo del tiempo. Me subo a la copa de un árbol Me brindo me esencio me maravillo Y brillo Con el canto de los grillos Sus melodías Bajan por mi cabeza El viento sopla la copa del árbol El vino se arrebata en mi corazón Así Mi guitarra suelta una canción Desde lo alto Alucinado canto Como si viera al Alicanto En el silencio de este valle profundo.


Al calor de un hermano.

A Chico Beño

Talvez en la infancia Cuando abrirse un camino Era difícil Para mi hermano y yo No fue así. Siempre vivimos un realismo mágico Que le dio otro sentido a nuestras vidas. Vivir al calor de un hermano. Ser de una bandada de pájaros errantes. Tanto sol ilumino nuestras alas. El viento del valle Fue esencial para nuestro vuelo Desde la Cordillera a la Costa. La cercanía de un hermano Es como la cercanía de la poesía Según Corso. No todos tenemos un hermano Con quien compartir nuestros sueños. Un hermano pájaro Que bajó del mismo árbol. Yo lo tengo. Un hermano que estando lejos Pueda sentir cuando lo evocas Y aparece En el momento ideal Cuando esta en boca de todos. Ayer apareció en la puerta Riendo como siempre Traiga esa sonrisa para acá Le dije. El espíritu del valle nos reúne. Lo cercano que somos. La cercanía de la sangre De nuestros padres. Ayer cruzó la puerta de mi casa Y se sentó en la mesa. Levantamos un nuevo mundo Desde nuestras guitarras Y nuestros corazones rebeldes Galoparon en un tropel de canciones.


ESE HOMBRE Ese hombre que se cruzó en mis caminos cuando yo bebía la ambrosía de la juventud fue uno de los más dignos presidentes de Chile. Ese hombre que dijo: "Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción biológica" Se llamó Salvador Allende. Puedo decir que fui feliz a esa edad corriendo por las piedras detrás de las estrellas. Puedo decir que fui libre y revolucionario cantando por los pueblos del valle con mis hermanos. En esa etapa de mi vida. Yo tenía 17 años. "la vida era eterna en cinco minutos...."


JESÚS EN SITUACIÓN DE CALLE.

Discúlpenme. Pero yo vi al verdadero Jesús Abandonado, hambriento, flaco. Indigente. Durmiendo tapado con unos Cartones en los jardines de la plaza. Hipotérmico y azul estaba su cuerpo. Su sangre se le congeló De tanto hielo consumido. La gente pasaba indiferente Lo ignoraba... Nadie lo miraba. Él. En su humildad no pedía nada. Y estaba en situación de calle. Discúlpenme señores de la Tele. Hay miles durmiendo en las calles. Hoy salió un Jesús de yeso. Lo sacaron a una protesta estudiantil. Era una imagen de yeso. Y se llenaron los televisores con sus imágenes quebradas. Señores y señoras. Los Jesúes en situación de calle No son de cartón de yeso. Son de carne y hueso. Son de verdad.


DOLORS LLUY

Dolors Lluy nacida en Ibiza en el año 1967. En 2005 se traslada a la ciudad de Málaga, donde continúa viviendo en la actualidad Empezó a escribir en 2013. Trabajos: Libros de poemas (Inéditos) “La ínsula o la muerte de Penélope” (2014) “Tecnología del desamor” (2014) “Café Neruda” (2014­2015) “Dorian” (2015) “Daños colaterales” (2016)


C A B O D E H O R N O S

Sabes que nunca navego, pero viajo al pairo de tus palabras. Escucho atentamente, cuando me cuentas tus aventuras con tal vehemencia, que empiezas a saberme a sal y tus ojos se inundan de azul. El lecho indica el punto exacto donde convergen nuestros dos océanos. A ese recóndito lugar, por donde apenas cruzan los más valientes y mueren los más temerarios. Solo cuando doblemos el Cabo de Hornos, después de aullar juntos sesenta veces y veamos la silueta del león agazapado... la campana picará anunciando victoria.

(DORIAN)


Tal vez si me hablaras de usted me harías menos daño. Porque no sabes cómo duelen tus palabras amables. Esa cordialidad cuando preguntas cómo me encuentro o me explicas tus planes para el fin de semana. Tal vez si tu gesto se quebrara. Si tu voz subiera un grado, pensaría que te importo. Porque no sabes cómo duele que me trates como a una amiga sin serlo. Esa indolencia... Tu corrección reglamentaria.

(LA INSULA O LA MUERTE DE PENELOPE)


CARAVAGGIO

Una vez me comparaste con un cuadro de Caravaggio. Fue cuando me querías y me encontrabas perfecta. Cuando aún no habías descubierto las partes oscuras ni las sombras. (CAFÉ NERUDA)


LA POESÍA HA DEJADO DE SER... “Un buen poema, por más bello que sea, será cruel. No hay nada más. La poesía es hoy la última casa de misericordia.” Casa de Misericordia. Joan Margarit

La poesía ha dejado de ser la casa de misericordia donde se dejaban a los huérfanos y los hijos de las prostitutas. Adonde iban los necesitados. La poesía se ha convertido en un asilo. Un edificio de paredes desvencijadas, sin muebles ni rótulos. Sin carteles que indiquen como llegar hasta él, pero donde acabamos igualmente, atraídos por la llamada instintiva de la muerte. Es el último refugio al que acuden los apátridas, y los desheredados. Aquellos niños que ya crecieron y ahora, envejecidos y moribundos buscan el último consuelo. El cementerio de los elefantes que sí pueden recordar.

La poesía ya no es una casa de misericordia. Es el último disparo. El último plato, que ya frio, saboreamos de la venganza. (DAÑOS COLATERALES)



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