

Doña R se resfrió en pleno verano. ¡Qué era eso!

¿Saben que ni “perro” podía pronunciar? Le salía “pero”.
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Doña R se resfrió en pleno verano. ¡Qué era eso!

¿Saben que ni “perro” podía pronunciar? Le salía “pero”.


(La R siempre estaba en malla...






...¡hasta en sus sueños!)

Tan resfriada se puso que llamó al doctor H, y le dijo lo que le ocurría.




"Lo que usted tiene que hacer es abrigarse", dijo el doctor.






Y en unos días se curó.


¡Qué fuerte decía la R!



