Pequeños Universos Fantásticos

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pequeños universos fantásticos

Nora Schujman, Pequeños universos fantásticos; ilustrado por Angie Strappa; editado por María José Lombardo. 1° edición Rosario: Último Recurso, 2024.

44 páginas; 17 x 23 cm.

ISBN 978-987-3852-81-7

1. Cuentos Infantiles. 2. Literatura Infantil y Juvenil Argentina. 3. Microrrelatos.

I. Strappa, Angie, ilustradora. II. Lombardo, María José, editora. III. Título.

CDD A863.9282

Diagramación y arte final: Silvina Maroni

Aclaración sobre la licencia de la presente edición:

Usted es libre de copiar, distribuir, exhibir, ejecutar la obra y hacer obras derivadas, pero bajo las siguientes condiciones:

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Editorial Último Recurso

2024, Rosario, Argentina

Pequeños universos fantásticos

Nora Schujman Angie Strappa

A mi Baba, con ella empezó mi camino lector.

A Irina y Juan, siempre.

A quienes exploren estos universos:

Cuando era pequeña había muchas cosas que me asombraban. Entre ellas, algunas frases como estas: «Ya salió el sol» (¿ah, sí?, ¿para dónde iría?). O «¡Cuidado! ¡Las paredes oyen!» (pero, ¿con qué orejas?). O «Dejá volar tu imaginación» (¿acaso tiene alas?). ¡Cuántos misterios!

Tiempo después leí un cuento de Graciela Montes, una de mis escritoras favoritas. Se llama El problema de Carmela (se los recomiendo). Con ella y otras historias y poemas descubrí el poder que tienen las palabras y la posibilidad de jugar con ellas. Estos microrrelatos nacieron inspirados en mis lecturas.

También en esas expresiones. Y, ¿saben?, hay muchas más que andan por ahí, encendiendo lamparitas para que nuevas historias nazcan. ¡Presten atención y no las dejen pasar de largo! Atraparlas en una libretita y ver qué ideas disparan en ustedes puede ser una aventura muy interesante y divertida.

Otra vez hice lío. Está cayendo la noche y aún sigue la ropa tendida. Corro a sacarla.

Las estrellas se adhieren con facilidad y después da mucho trabajo desprenderlas una por una.

olvido

diversión

Llueve a baldes y con mis amigos corremos a mirar por la ventana.

Nos encanta ver a la gente que los tiene que esquivar para no lastimarse.

Todos los días lo mismo.

El sol sale y no puedo detenerlo.

Adentro todo queda a oscuras y frío.

¡Y afuera todo es tan luminoso!

rareza

costuras

No se puede subir hoy la montaña.

Nos avisan que tendremos que esperar porque ella está muy ocupada cosiendo el dobladillo de su falda.

vuelo

En la escuela, cuando leemos, nos piden que dejemos volar la imaginación. No entiendo qué quieren. Yo solo pienso en cómo serán sus alas, sus plumas, su pico y su nido para poner huevos.

temblores

La seño siempre nos dice: «Vamos a refrescar la memoria». Ayer la puse en la heladera y empezó a temblar. No sé si de frío o de miedo. Pobrecita. Voy a intentar otro método. No me gusta verla así.

felicidad

La maestra se enoja mucho con mi amiga. «Siempre estás en las nubes», le reprocha. Desde abajo la miramos con envidia cuando pasa sentada, sonriente y feliz en una de esas gordas y blancas.

llanto

Ese día se acercaban al pueblo rayos, truenos y relámpagos.

Cada vez más impresionantes. La gente corría a protegerse en sus casas. No quedó nadie en la calle. Una pena.

Nadie vio cuando el ojo de la tormenta comenzó a lagrimear.

desilusión

Fue tan grande su desilusión amorosa que mi vecina empezó a llorar a mares y no paró hasta que las olas arremetieron contra las casas de enfrente, los tiburones invadieron el barrio y los barcos pasaron con la gente saludando como si nada.

impedimento

Cuando mi vecino estaba por tocar el cielo con las manos, se chocó con el techo que había construido con tanto esmero.

Y allí se quedó, todo doblado sin poder llegar.

robo

Lo agarraron con las manos en la masa. Fue terrible, porque él no creía estar haciendo algo malo. Sólo quería un poco de su torta de cumpleaños, chuparse el dedo y listo.

nervios

Me parece que el vecino de al lado es muy nervioso porque cada vez que pasa me pincha con la punta de sus pelos.

peligro

¡Ya lo sé! ¡Tengo un carácter! Soy discutidora y enojona. Ya entendí que puede ser muy peligroso porque eso cada vez me aleja más de la costa. Es el riesgo de ir siempre contra la corriente.

contagio

Su enojo era siempre tan grande que un día estalló de furia.

Y, sí. Voló en mil pedazos y contagió a mucha gente.

Por eso ahora se ve a tantas personas con esa cara.

problemas

Cada vez que algo me preocupa o me angustia se me hace un nudo en la garganta. Es bien grande, para que se note y alguien me ayude a desatarlo. Sólo así se me pasa todo.

parece que fue ayer

Una vez, de niña, vi pasar al tiempo volando. Le grité angustiada para convencerlo de que se quede. Pero no, siguió nomás, sin escucharme. ¡Qué rápido pasó!

Nunca se lo conté a nadie. ¿Quién me iba a creer? Y así envejecí casi sin darme cuenta.

tiempo

—¡Qué tiempo loco! —gritaba mi tía mientras giraba agarrada de las manecillas del reloj de pared.

desorientación

Tengo una amiga con un problema grave. Le pasa siempre lo mismo, sobre todo cuando está apurada. Da vueltas para encontrar el teléfono, los lentes, la cartera. Eso la marea un poco y dice que se pone nerviosa porque pierde el tiempo. ¡Qué cosa! ¡Qué barbaridad! ¡Claro! ¡Por eso siempre está desorientada!

cartas

Mi prima siempre está en la luna de Valencia. Así dice la gente grande. Yo le escribo cartas, pero mi duda es si las recibe. No entiendo cómo hará el cartero para llegar tan alto y tan lejos.

decisiones

«Das más vueltas que una calesita», se burla mi primo. «No es cierto», le contesto un poco mareada mientras estiro mi mano para sacar la sortija.

chismosas

Cuando estoy en mi habitación, nunca digo lo que pienso en voz alta. Tampoco en voz baja. Anoto todo en un cuadernito y se lo leo más tarde a mis amigas en la plaza. No me interesa la opinión de las paredes que oyen todo y encima después hablan y desparraman mis secretos por todas partes.

complicidad

«No está bien espiar», decía mi abuela. Pero a mí, la cerradura me cae simpática. Siempre me guiña su único ojo de Cíclope, así que no debe ser tan terrible.

miedo

Cuando las patas de las sillas se encabritan, me refugio en los brazos del sillón que me acunan y abrazan.

limpieza

Mi mamá, cuando decide limpiar, se recoge el pelo con una cinta preciosa y se hace un moño. Eso es así desde el día en que mi papá hizo un chiste:

—¡Uh! Cuando limpia, le chifla el moño.

Y bueno, ahora hay que aguantar, aunque chifle, grite y se ponga a cantar de manera tan desafinada. El moño no. Mi mamá, que se divierte de lo lindo.

gustos

Mi mamá insiste en que ese vestido no me queda bien. Que me lo cambie porque no es para una fiesta. Me miro al espejo y me gusta.

—No me lo voy a cambiar, ma. Me lo dejo puesto y chau. Ya sé que el rojo chillón es un problema, pero te prometo que no le voy a contestar.

charcos

Las plantas de los pies me tienen preocupada. Están resecas. Pero cuando las riego, el agua se escurre rápidamente por el piso.

cambios

La película de terror que vi en secreto me puso la piel de gallina. ¡Tanto miedo me dio! Para que nadie se dé cuenta, lo disimulo con la ropa porque es invierno. Sería un problema si además se empiezan a notar las plumas.

medirlasp a labras... ... ... me sacan canas verdes... ... .. e s t ogamó fser ...odir .... ¡cabeza de nabo!

tienelos ca b l ...sodalepse ... ... elojo de la tormenta... ... ... ircontra la corriente...

... meter la pata... ...
¡no te
. .
eitleratam m po ... ...
. .
enrosques! ... ... los nerviostetraicionan. .
... eneit sotirajap ne l a cabeza... ... . . l a f la d a d e l a montaña... ... te vend i ó nu ...nózub . . ... se por ta como lamona . ... ... emes ecah ga u a l aboca... ... ... se meparte la bacaze... ... ... aav nev i r mi manoderecha... ... ... ...
... llorar a mares... ... ...

agradecimientos

A mis amigas, que siempre están.

A Andrea Echenique y Elena Guillen, por sus aportes y lecturas.

A la Logia Niro, por estos años.

A las Ligubias, por aquellos años.

A Marce y Jochi, por la poesía.

esta feliz primera edición de pequeños universos fantásticos

se terminó de imprimir durante el mes de marzo de 2024 en la ciudad de rosario , argentina , para evitar que a estas palabras se las lleve el viento

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Pequeños Universos Fantásticos by mariajosepetruccis - Issuu