La definición lexicográfica

Page 1

“LA DEFINICIÓN LEXICOGRÁFICA” Mª José Blanco Rodríguez Universidad de Málaga Entre las actividades que debe realizar un lexicógrafo, la definición sigue constituyendo su principal escollo, así como el objetivo principal sobre el que se han centrado las críticas dirigidas al diccionario monolingüe. Este estado de cosas ha llevado a que muchos de los que tratan los significados, y especialmente de palabras que denotan cosas, cosas ordinarias, y, en particular, cosas naturales y, sobre todo, conceptos que representan cosas vivas, en lugar de establecer lo que realmente significan, se contenten, como dice Wierzbicka1, con maravillarse extraordinariamente acerca de cuán inmensa y sorprendentemente difícil resulta este trabajo, y en vez de tratar de establecer el significado de al menos algunas pocas de estas palabras comunes, se llega a la conclusión de que el significado de las palabras de cada día no se puede establecer en absoluto. En este línea se manifiesta Lyons: «hemos llegado a la conclusión de que la mayoría de las palabras de la vida ordinaria –palabras que denotan tipos naturales, tales como perro o mono y culturales, como mesa o silla- son de alguna manera indeterminados en el significado, y, por tanto, por razones teóricas, no definibles»2. Por tanto, y teniendo en cuenta la variación que se observa en el uso de las palabras, se concluye que no es posible alcanzar ni fijar el significado de las expresiones lingüísticas, pues no hay un conjunto uniforme de atributos que constituya el significado. Sólo hay similitudes entre usos diferentes de una expresión. Cualquier definición que se proponga sólo recoge algunos aspectos del uso del lenguaje. Varios son los factores que han contribuido a tan extendido escepticismo acerca de la viabilidad de las definiciones, en especial los siguientes: En primer lugar, unas expectativas poco realistas acerca de la cantidad de tiempo y de esfuerzo necesarios para construir una definición que cubra toda la variedad de usos de una palabra: un tarea enorme que requiere mucho más trabajo de lo que la mayoría está dispuesta a dedicarle. Segundo, la importancia concedida a la circularidad en el diccionario, posible desde el momento en que se define las palabras con palabras, esto es, se utiliza como metalenguaje aquello que se pretende explicar. Sin embargo, una vez que se acepta que las paráfrasis léxicas que proporcionan el significado dentro de un artículo de diccionario pueden ser construidas sin necesidad de recurrir a ninguno de los conceptos tradicionales de definición3, el problema de la circularidad deja de tener importancia, ya que este nuevo enfoque de la definición permite transmitir el significado de las palabras a través de

1

A. Wierzbicka (1985): Lexicography and Conceptual Analysis, Ann Arbor, págs. 1-2.

2

J. Lyons J. (1981): Lenguaje, significado y contexto, Barcelona, págs. 73-74.

3

Wiegand recomienda una reorientación que nos aleje de los conceptos tradicionales de definición y, por tanto, que nos separe de los problemas infructuosos y repetidos hasta la saciedad que también aparecen en su estela, esto es, la circularidad, la vaguedad y la redundancia (“Element for a so called Lexicographic Definition Theory” Lexicographica 8, 1992, págs. 175-289).

1


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.