4. SALVAMENTO ACUÁTICO El Salvamento Acuático es una disciplina íntimamente ligada al socorrismo, y por lo tanto con una estrecha relación con la aplicación de los primeros auxilios. El conocimiento de determinadas técnicas de salvamento permitirá realizar rescates de víctimas en el medio acuático (playas, ríos, piscinas,…) con la mayor eficacia y seguridad, tanto para el socorrista como para la víctima. En esta unidad veremos las técnicas más sencillas y fundamentales, entre ellas destacan las siguientes: Presas y Zafaduras; la presa es la forma o maniobra que efectúa la víctima para agarrarse al socorrista. Una persona que está en trance de ahogarse se encuentra en un estado nervioso que hace que quiera agarrarse donde y como sea con tal de salvar su vida. La fuerza que puede desarrollar es muy superior a la normal. El socorrista deberá evitar que haga presa en él, excepto que le interese que haga presa para poder inmovilizar a la víctima mediante la realización de zafaduras, que consiste en unas maniobras que permiten liberarse con relativa facilidad de los agarres desesperados y descontrolados de la víctima. Estas maniobras deben ser rápidas y firmes.
Remolques; son las técnicas especiales que se utilizan para conseguir un traslado efectivo de una persona que ha sufrido cualquier tipo de accidente en el agua. La regla fundamental que debe cumplir cualquier remolque es La Seguridad del Accidentado. Existen 2 tipos: 9 Métodos de Remolque con Material Auxiliar (Indirectos), donde se utilizan flotadores, boyas, tablas de salvamento,… 9 Métodos de remolque Cuerpo a Cuerpo” (Directos), donde existe un contacto personal del socorrista con el accidentado. Algunas de las técnicas son: