Vidas para leerlas

Page 327

—¿No sabes cuándo naciste? —Más o menos. —¿Y no tienes miedo? —Y por qué. —Deja que lo sepa Cué. Por nada. Por lo menos sabes que naciste. —¿Estoy aquí no? —Prueba concluyente. Si estuvieras conmigo en una cama, sería definitiva. Coito ergo sum. Claro que no entendió. Me pareció que ni siquiera oyó. No tuve tiempo de asombrarme de mi tirada a fondo. Eso pasa cuando se sube un tímido en un trampolín. —Latín. Quiere decir que si pisas, piensas existes. Serás hijo de puta! —Como piensas, estás aquí, caminando, conmigo, bajo el calor de las estrellas. Si sigues hablando así terminarás, Tú Juana, yo Tartán. Anti-lenguaje. —Qué complicadera la de ustedes. To lo complican. —Tienes razón. Toda la. —Y qué habladera. Habla que te habla. —Más razón. Te cabe el derecho. Le das en la yema a Descartes. Dije Des-cartes. —Sí, lo conoco bien. Debí pegar un salto. Tan grande como el que dio Arsenio Cué un día en el Mambo Club, una noche, una noche toda llena de putas y de mesa con carteras encima y de música de alas —Alas del Casino, de moda entonces, con una pupila enamorada de su voz, que no hacía más que poner los cinco discos una y otra vez, hasta que no solamente me sabía el final de un disco sino el comienzo del siguiente, empatados, como una sola canción larga. Cué empezó a pedantear como siempre, a hablar con una puta, preciosa, una ricura, y le dijo que yo me llamaba Senofonte y él Cirocué y que vine a combatir junto a él en esta batalla de los sexos, nuestro Mamábasis, y una puta en otra mesa, solitaria, algo vieja (en el Mambo una mujer de treinta años era una anciana, Balzanciana) y ella, de ojos dulces, le preguntó suavemente a Cué, ¿Contra Darío Codomano? y se enfrascó en una larga disertación sobre el Anábasis que casi parecía la retirada de las diez mil putas hacia el mar por lo bien que la conocía y resultó ser una normalista que por azares de la historia (se hacía llamar Alicia, pero nos dijo su verdadero nombre que, cosa curiosa, era Virginia Hubris o Ubría) y de la economía vino a parar en puta hace poco, al revés de las otras, que comenzaban por ahí desde que eran unas niñas ¿y pueden creer que Arsenio


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.