Manicomio Suyay Nº2

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erratas, porque muchas veces, pese a la voluntad del autor, estas se filtran y terminan en la impresión final. Se puede poner como ejemplo el mismo texto que se ha citado de Víctor Coral. Es una columna de solo 300 palabras; sin embargo, cuando trata de resumir la novela de Gutiérrez, Coral escribe: “El contrapun0to entre el gran fresco sobre la sociedad piurana de la época y la historia secreta, en cierto modo esotérica, del amor entre dos hermanos púberes, es llevado con pericia y naturalidad a lo largo de toda la obra”.24 Según la Real Academia Española (RAE), “contrapun0to” es una palabra que no existe. Al parecer Víctor Coral quiso escribir “contrapunto” y no “contrapun0to”. 2. Si bien Marco Aurelio Denegri es un crítico que, desde hace décadas, ha venido realizando comentarios pormenorizados a la corrección de la gramática y el léxico de los libros de ficción; en El Dominical no ha habido esta costumbre entre lo reseñadores que publicaban a inicios del 2000. Mencionaremos dos ejemplos, ambos escritos por Diego Otero. En la edición del 27 de mayo de 2001 Otero comenta la primera novela de Gustavo Rodríguez, La furia de Aquiles.25 Dice sobre ella: “Una prosa ligera e hipnotizante, que asimila las lecciones de concisión y rusticidad de Carver y compañía, pero que, al mismo tiempo, y quizás paradójicamente, no deja de alimentarse de la efímera voluptuosidad de nuestras calles: el chiste instantáneo, el juego de palabras, el doble sentido. Un libro recomendable: verdadera y sencilla diversión”.26 Dejando a un lado el hecho de si se está de acuerdo o no con la apreciación de Otero, lo que sorprende es que, en ningún momento, se hace mención a las erratas de la obra de Rodríguez. Otro caso es el de la novela Shiki Nagaoka: una nariz de ficción,27 de Mario Bellatin. La novela no pasa de 100 páginas; sin embargo, en el texto final, que no pertenece a Bellatin, sino a Rynosuke Akutagawa, las erratas son abundantes. Quizás esto no se le pueda responsabilizar a Bellatin, sino más bien a la editorial. No obstante, Otero no lo menciona.28 3. En El dominical de inicios de la década del 2000, Víctor Coral no volvió a hacer un comentario semejante al dedicado a El mundo sin Xóchilt.

Vanidad de vanidades Iván Thays es un escritor que ha acumulado, como pocos, una enorme cantidad de declaraciones y artículos que dan seña del derrotero que ha seguido su visión de la literatura, su proyecto estético y la estima que guarda hacia su propia obra. Thays forma parte de los escritores del “letrifundio” y es quien más juicios ha emitido sobre Miguel Gutiérrez. En su artículo de fines del 90, La edad de la inocencia: acerca de la narrativa peruana última,29 Thays reclama para sí ser leído “ateniéndose en primer término a lo literario y estético”,30 pues sostiene: “Cuando el talento literario disminuye, empieza a hablarse del talento filosófico o de ideas. Cuando también éste escasea, empieza a hablarse del talento sociológico: es la escalera de descenso en literatura. Nadie se atrevería a hablar de las ideas o la filosofía que hay detrás de Stendhal, Flaubert, Tolstoi, Faulkner, Joyce, Nabokov, García Márquez, Onetti. En ellos sólo interesa la literatura, el relato, la historia, los personajes, la latencia de la prosa. En cambio, se habla de lo filosófico, de la inteligencia, de las grandes ideas representadas en las obras de Eco, Kundera, Sartre. Escritores menores, sin duda. Para terminar, cuando ni las ideas salvan al autor, empieza a hablarse de los aspectos sociológicos”.31 La de Thays es una postura a favor de lo literario. Es decir, de la literatura como un mundo interior independiente de cualquier contexto sociocultural. Empero, en el mismo artículo en el que expone esta idea, califica a otros autores bajo criterios extraliterarios (por ejemplo, por su potencial mercantil, su pertenencia social o su convicción ideológica). Cuando se refiere a la que para muchos fue la mejor novela peruana de los 90,32 País de Jauja,33 de Edgardo Rivera Martínez, señala: “la atención puesta a Rivera Martínez merece que su obra pruebe su talento en terrenos 55


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