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¿SABÍAS QUE...?

MUJERES PROTAGONISTAS: EL EMPRENDIMIENTO EMOCIONAL

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Por Louise Koefoed

Desde el momento en el que decidimos emprender, estamos iniciando dos proyectos a la vez: uno con nosotras mismas de manera emocional e intuitiva (trabajando en nuestros pensamientos y convirtiéndonos en valientes y grandes creyentes de nuestra idea) y otro, el proyecto que nos motiva y que nos inspira.

De lo que no somos verdaderamente conscientes es de que, con esta iniciativa, estamos inspirando y liderando a nuestro círculo más cercano. Ambos proyectos van madurando para, si lo hacemos bien, convertirnos en faros que iluminen las vidas de otras personas. Todo cambia en nuestro mundo.

Empezar el día con una sonrisa se vuelve vital para afrontar los altibajos del emprendimiento emocional. Nos volvemos receptivas al cambio, involucrándonos en sinergias y adaptándonos a cualquier situación que se nos presente.

Trabajamos arduamente día tras día e incluimos en nuestra vida horarios y hábitos que antes nunca habíamos pensado. Yo, en concreto, he descubierto que empezar el día a las 5 de la mañana acelera y soluciona mi reto de cumplir con el doble de tareas antes de mis reuniones. Entramos en una vorágine de sentimientos, preocupaciones, estrategias, personas… Alcanzamos capacidades resolutivas y multifacéticas que nos descubren quiénes somos en realidad y a quién podemos ayudar, enfatizando la motivación, proactividad y lucha por conseguir los objetivos.

Es entonces cuando reconocemos que nuestra inteligencia emocional femenina se embarcó con nosotras desde el inicio, convirtiéndose en nuestro propio faro interno, el faro que todas tenemos y que nos guía hacia una decisión u otra. Ese faro, llamado intuición, creo que es una de las bases que diferencia a las grandes líderes.

Inteligencia emocional y emprendimiento

Las emprendedoras entonces confiaron, primero en sí mismas, lo que les sirvió de precedente para, después, delegar, comunicar y liderar. ¿Cómo vas a ser el ejemplo de alguien, sin primero ser un buen ejemplo para ti misma? Las mujeres tenemos una serie de poderes intrínsecos que, desde muy jóvenes, forman la mezcla perfecta para desarrollar esta inteligencia emocional femenina.

Somos grandes embajadoras de nuestras marcas, volviéndonos colaborativas, creando alianzas que nos generen riqueza emocional porque, nos guste o no, en general, somos emocionales. Y ese es uno de los mayores poderes en el emprendimiento emocional. Conseguimos transmitir la pasión, fuerza y energía suficientes para hacer que cualquier persona se enamore del proyecto. Y, ello, automáticamente hace que, se enamoren de ti. Porque los proyectos son personas. En el momento en el que te das cuenta de esto, tu vida da un giro de 360. https://www.youtube.com/watch?v=XEmSNSiB974 https://www.youtube.com/watch?v=dVorNfyJBoI&t=164s https://www.youtube.com/watch?v=4PQdbWRuI2Q

Te concedes el lujo de tener más empatía que nunca con los que te rodean, creando habilidades sociales que influyen tanto en tu equipo, como en tus clientes, proveedores o colaboradores. Al final, al final del día, cuando llega la noche, decidirás si terminarlo con una sonrisa o no, y esa sonrisa, créeme, no estará motivada por “cosas, dinero o números”. Esa sonrisa en la almohada estará motivada por las personas que, de una manera u otra, te hicieron feliz o hiciste feliz durante el día.

Eso es la emoción. Y así somos las personas. Querida amiga, tu inteligencia emocional femenina te hará feliz cuando ayudas y te ayudan. He aquí las dos palabras más importantes del emprendimiento: la colaboración y el carisma.

Gracias, Antonella.

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