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Editorial
Este final de curso , nuestro “Colodrillo”, recibe a nuestro compañero Alberto , tutor de segundo curso y maestro de inglés que han llegado este año a nuestro colegio y que ya sentimos como uno más de nuestra comunidad y que esperamos vuelva con nosotros pronto . Esta es su aportación a nuestra revista . Un punto azul pálido y una bandera verde
“Mira ese punto. Eso es aquí. Eso es nuestro hogar. Eso somos nosotros. Ahí ha vivido todo aquel de quien hayas oído hablar alguna vez, todos los seres humanos que han existido. La suma de todas nuestras alegrías y sufrimientos, cada joven pareja enamorada, cada niño esperanzado, cada madre y cada padre en la historia de nuestra especie vivió ahí: en una mota de pol-
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vo suspendida en un rayo de sol.” Estas palabras fueron escritas por Carl Sagan, un conocido astrónomo norteamericano, después de que la sonda espacial Voyager 1 tomara esta fotografía a unos 6.000 millones de kilómetros de nuestro planeta en 1990. La Tierra, tan inmensa como nos parece cada día, no es más que un diminuto punto de luz en el universo. Sin embargo, en ese puntito azul pálido que apenas podemos distinguir en la imagen, podemos encontrar todo lo que conocemos, todo lo que amamos. Por ello, y
como también apuntaba Sagan, tenemos la responsabilidad de cuidar y preservar nuestro planeta, así como de tratarnos mejor los unos a los otros. Lamentablemente tenemos la desgracia de presenciar día tras día, cómo la Tierra se resiente cada vez más por la acción humana; y cómo la humanidad se sigue viendo envuelta en horribles guerras. No sólo en Ucrania, también en otros muchos lugares del mundo como Palestina, Yemen o Siria. Por suerte, tanto el profesorado como el resto de la comunidad educativa tenemos un papel privilegiado para aportar nuestro granito de arena y promover cambios para el futuro. Cada uno de nosotros tenemos un rol fundamental y debemos ser plenamente conscientes de ello. La lengua y las matemáticas son imprescindibles en nuestra vida diaria, las ciencias sociales y naturales nos ayudan a entender nuestro mundo, y aprender otras lenguas nos enriquece y nos aporta importantes herramientas de comunicación. Sin embargo, no debemos olvidar que uno de los objetivos últimos de la educación debe ser formar buenas personas. Personas responsables, con empatía, tolerantes y concienciadas con el cuidado de nuestro planeta. En este sentido, podemos estar muy orgullosos de formar parte de la comunidad educativa del CEIP Maestro Jurado, uno de los 34 centros educativos de toda Andalucía que ha recibido el ga-

lardón “Bandera Verde” por su compromiso con la educación ambiental. Hemos demostrado ser toda una “ecoescuela” comprometida con el cuidado del medio ambiente, y así se lo transmitimos a nuestros niños y niñas a través de numerosas actividades. Y así lo seguiremos
haciendo, todo sea por cuidar nuestro querido punto azul pálido, “el único hogar que hemos conocido”. Alberto Esteban Peregrina