madrid15m Nº 33 – FEBRERO 2015M
ESPECIAL 4º ANIVERSARIO. Nº 1
La Plaza. Mi Plaza. Nuestra Plaza STÉPHANE M. GRUESO
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l 15M eclosionó tras la multitudinaria manifestación del 15 de mayo de 2011 en Madrid y otras 50 ciudades españolas. Había sido convocada por muchos colectivos, entre ellos la plataforma Democracia Real Ya y Juventud Sin Futuro. Los manifestantes expresaban su rechazo al desempleo, los recortes, la corrupción y a un sistema injusto que considera a las personas mercancías. Muchos pedían derechos básicos, como el de acceso a la vivienda, al trabajo, a la cultura, a una sanidad y educación de calidad… Cuando terminó la manifestación, un grupo de personas decidió acampar en la Puerta del Sol. Fueron desalojados por la Policía, y esto encendió la llama de la indignación por todo el país.
l pasado 16 de mayo de 2011 me mudé. Fue algo temporal. Duró algo menos de un mes pero durante esos días pasé —literalmente— la mayor parte del tiempo (tanto del día como de la noche) en la madrileña Puerta del Sol, en la Plaza. En mi Plaza, nuestra Plaza. La Plaza se convirtió en nuestra casa, era un lugar donde vivir. Donde convivir y aprender. Un lugar de donde sencillamente no te podías ir. Me acuerdo de aquellas noches en las que te despedías de alguien a las cuatro de la mañana, cruzabas Sol para irte a dormir, pero una o dos horas más tarde te volvías a encontrar a esa persona en el otro lado de la plaza. Ninguno de los dos habíamos sido capaces de irnos de ella. Demasiados encuentros interesantes. Demasiado aprendizaje. Demasiada emoción como para perdértelo. Había muchas Plazas, todas distintas. Había tantas como acampadas en distintas ciudades. Tantas como personas, me atrevería a decir. Y tan diferentes como las personas entre sí. Yo viví la grande y mediática de Madrid, aquella Plaza con la mini-ciudad: comedores, biblioteca, dos puestos médicos, guardería, asambleas multitudinarias… Pero me acuerdo cómo me contaban compañeros de la acampada de Ávila que allí había noches en las que quedaban más tiendas de
Concentración en Sol. LAINFORMACION.COM
campaña que personas en su Plaza. De la dificultad de aguantar en esas condiciones. De cómo nos miraban. Y nosotros desde Madrid, mirando a Tahrir en El Cairo y a mil sitios más. Las Plazas fueron también lugares abiertos, documentados e interconectados. Lo documentábamos todo y lo subíamos a Internet. Desde Acampadasol seguimos los eventos del violento desalojo de la plaza de Catalunya en Barcelona, o conectamos en directo con la plaza Tahrir en Egipto y nos cruzamos mensajes de ánimo. Mensajes de gentes de continentes
Acampada en Sol. MARCOS VEGA
y realidades distintas que ocupaban sus plazas, donde ambos demandaban lo mismo. Demandábamos lo mismo: tener una vida digna. Aquí lo llamábamos por entonces “tener una Democracia Real Ya!”. La Plaza era, asimismo, ese lugar donde dejabas aparte, justo antes de entrar —y esto es muy importante—, tu bandera, tu color, tu filiación y tus prejuicios. Esto te permitía entrar como una simple persona, no como organización. No como
representante de nadie. Y escuchabas a los demás. No había sitio para el cinismo en la Plaza. Las Plazas no han sido lo más importante que ha pasado en torno a esto que se viene denominando Movimiento 15M, pero sí que es verdad que han sido lugares, junto con el momento en el que las tomamos y demás circunstancias, que hicieron de aquello algo muy especial, además de ser el comienzo visible del movimiento.
La Plaza fue para mí, y creo que para mucha gente, como una gran universidad de ciudadanía y humanidad. Mucha gente asistió en la Plaza a su primera asamblea. Yo me dediqué, por primera vez en mi vida, a pasar horas discutiendo multitud de temas con gente a la que no conocía antes, con la que no tenía nada que ver, de la que me diferenciaba mucha edad, o con la que no estaba nada de acuerdo, una práctica que no había hecho nunca antes en mi vida. Y
El 15M se va a los barrios
Asamblea en la plaza de Fuenlabrada. A.P. 15M FUENLABRADA
JUANVI
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espués de varias asambleas en las que se debate si debemos salir de Sol para irnos a los barrios y pueblos de la comunidad, se consigue llegar al acuerdo de levantar la acampada, dando opción a un grupo de irreductibles que decide quedarse y mantener un punto de información. Los demás, a primeros de junio, decidimos empezar a organizarnos en nuestras asambleas de forma local, acordando que seguiremos haciendo asambleas entre las distintas comisiones para llegar a consensos, pues hay problemas a nivel estatal y de comunidad que debemos seguir debatiendo.
Esto tiene sus pros y sus contras. Entre lo bueno, que los temas empiezan a ser más específicos y fáciles de atacar, sobre todo a nivel local, pues nadie sabe mejor que tú lo que ocurre en tu pueblo. Al llevar el movimiento a los pueblos y barrios es más fácil explicar a los vecinos lo que se está haciendo y damos la oportunidad de participar a compañeros que no suelen tener la opción de ir a Sol. En contra, los partidos intentan apoderarse del movimiento en los distintos pueblos, sobre todo antes de las elecciones, pero son fáciles de localizar y se tienen disputas importantes e interminables. Además, las manifestaciones en los barrios ya no son tan
multitudinarias como las de Sol y no se publicitan en los medios, lo que nos resta mucha visibilidad. Conociéndonos y organizándonos En los pueblos y barrios las asambleas arrancan extrapolando la experiencia de Sol al resto de plazas. Se crean grupos de trabajo como los que había en Sol (Cultura, Educación, Social, Política, Economía, Parados, Sanidad, Comunicación, Medio ambiente, etcétera), y alguno nuevo, como Local o Ayuntamientos, que tienen como objetivo centrarse en los problemas propios de cada barrio. La expectación de estas primeras asambleas es enor-
Asamblea de Villa de Vallecas. A.P. 15M VILLA DE VALLECAS
me, y, con lo que nos gusta litigar, se hacen eternas —un poco lo que pasó al principio del movimiento—. Luego se estabilizan con un número de personas más moderado, y la gente se centra más en intentar trabajar en las distintas comisiones. Durante el primer año entra y sale gente que viene a pedir apoyo al movimiento: trabajadores que se ven abandonados por sus sindicatos, asociaciones de vecinos cuyas reivindicaciones de meses o años han sido obviadas por el ayuntamiento de turno, asociaciones culturales que buscan su espacio, etcétera. En este tiempo se crea la Asamblea Popular de Madrid (APM) para coordinar y dinamizar a las asambleas
locales. Asimismo, se crean también las interasambleas entre pueblos y barrios, según sus zonas, para coordinar sus acciones y conseguir un apoyo mayor en sus actividades. Uno de los grupos de trabajo más importantes, que ya empezó a funcionar en Sol y que merece un comentario aparte, es Vivienda, que prácticamente acabó fusionándose con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) que surgió en toda la península. Y ya hemos visto que consiguieron parar más desahucios en todo el año que los que pararon en toda su vida los que dicen que nos representan (quedando demostrado que representan a bancos, y no a la ciudadanía).
Descentralizados pero unidos La primera vez que volvemos todos a Sol es en la manifestación del 19J, en la que formamos un bloque crítico contra el Pacto del Euro en una jornada de lucha que se repitió en más de 55 ciudades. Otro momento que quizá merece mención fue la visita del Papa en la JMJ de Madrid, en la que se demostró que el trato no es el mismo por parte de las fuerzas del Estado con unos ciudadanos que con otros cuando están en las calles. Un momento muy especial fue el 23J, cuando confluyeron en Madrid miles de personas que vinieron andando desde
sin duda enriquecedora. En la Plaza aprendimos lo que es el respeto. A aceptar la diferencia, recibir un no por respuesta. En la Plaza nos mezclamos “gente nueva” con activistas con una trayectoria previa. En la Plaza fue también donde nos enfrentamos por primera vez a la violencia en los desalojos y sellamos con firmeza ese acertado pacto de no violencia absoluta por nuestra parte, resistiendo toda suerte de provocaciones. A mi entender, una de nuestras mejores decisiones. Finalmente, las Plazas fueron algo efímero, como otras tantas cosas de eso que llamamos 15M. Efímero pero muy importante. Prácticas, modos que mutaron y dieron tantas otras cosas. De las Plazas nos fuimos a los barrios, donde formamos asambleas populares. Después el 15M se fue lentamente disolviendo como un azucarillo, pero impregnando otras tantas cosas. Cosas que no es que sean del 15M, pero que no habían surgido de esa forma sin el 15M, como por ejemplo las Mareas. Por cierto, queda mucho azucarillo. A veces pienso que se regenera por las noches, como el telar de Penélope. Las Plazas fueron lugares de diálogo y democracia. De cariño. De cuidados, de mirar al otro. De propuestas. Yo creo que las Plazas fueron el lugar donde muchos de nosotros cambiamos para siempre. Y para bien.
diversos puntos de España. Las columnas dieron mucha visibilidad al movimiento y lo llevaron por toda la geografía de la península, concluyendo en una gran manifestación en Sol, que ya muchos asumimos como nuestra plaza. “De norte a sur, de este a oeste, la lucha sigue cueste lo que cueste”. El momento más internacional fue el 15O, donde volvimos a salir a la calle en 950 ciudades de 82 países unidos por un cambio global en el que se volvía a demostrar el músculo del 15M a la hora de llamar a la gente a que luche por sus derechos. Esta manifestación también valió para liberar el Hotel Madrid, referente del movimiento y uno de los primeros centros okupados en realojar familias desahuciadas (entre sus paredes fue uno de los sitios donde se gestó este periódico). Seguro que se me olvidan muchas cosas que pasaron en este 2011, muchos grupos de trabajo que salieron, como Legal, Sinergias, etcétera. Pero quiero mencionar para acabar a todos aquellos que fueron detenidos durante ese año (gracias, compañeros, por vuestra lucha), pues la mayoría fue por la incomprensión de lo que pasaba por parte de la clase política que no nos merecemos. ¡No nos representan!
19 de Junio
Manifestación contra el Pacto del Euro
Más de un millón de personas salió a la calle. ÁLVARO MINGUITO
B
ajo el lema ‘Contra el Pacto del Euro y contra la crisis y el capital’, más de un millón de personas salieron a las calles en una manifestación simultánea que se apoyó en más de 60 ciudades españolas y en 58 europeas para denunciar un nuevo recorte en el Estado de
bienestar y exigir que se ayude a los ciudadanos y no a los mercados. En un acto de responsabilidad cívica y respeto, los asistentes demostraron que aquellos que nos tachaban de violentos estaban equivocados, pues a pesar de la gran afluencia de personas no hubo ningún incidente.
2233 d dee J Julio ulio
Llegan a Madrid las marchas indignadas
Euforia tras un millón de pasos. BALANCÍN DE BLANCOS
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a Marcha Popular Indignada movilizó a miles de personas, que partieron a pie o en bicicleta desde 16 ciudades españolas hasta la Puerta del Sol para sumarse a la manifestación del 23 de julio y a la celebración del II Encuentro Estatal del 15M y el I Foro Social 15M.
Divididas en ocho columnas, las marchas fueron celebrando asambleas en cada localidad que visitan con el ánimo de dar voz a todas las inquietudes y propuestas de estas localidades para ponerlas en común a la llegada a Madrid y hacerlas llegar al Gobierno.
115 5 d dee OOctubre ctubre
Por un cambio global
Cinco columnas confluyeron en Sol. BALANCÍN DE BLANCOS
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l 15 de octubre de 2011, el 15M traspasó las fronteras para convertirse en un gran movimiento global. Millones de personas de todos los rincones del mundo tomaron las calles y las plazas en más de 950 ciudades de hasta 82 países para exigir juntos una auténtica democracia, uniendo sus voces en un único
grito: “Unid@s por un cambio global”. En Madrid, cinco columnas confluyeron en dirección a una abarrotada Puerta del Sol. Con pancartas como “Somos el 99%” o “15O, el cambio está en ti”, la manifestación discurrió de forma pacífica y animada por los cánticos, proclamas y grupos de batucada.