AL ESPECI N IÓ OPERAC ÍN RT CHAMA
LA GRAN MENTIRA OPERACIÓN CHAMARTÍN Madrid Puerta Norte-Madrid Nuevo Norte
25 años estafando a los madrileños
E
n 1993, durante el gobierno del PSOE, Renfe adjudicó a una empresa privada (el banco Argentaria, ahora BBVA) los derechos sobre 625.000 metros cuadrados de suelo que incluían 190.000 de aprovechamiento urbanístico, y concedió así al operador privado la negociación de la recalificación urbanística (usos y edificabilidad), la redacción del planeamiento, la resolución de los problemas patrimoniales que pudieran surgir y la urbanización y comercialización de las parcelas, y se estableció como fecha de caducidad de los derechos el 31 de diciembre de 2016. De esta forma surgió la llamada Operación Chamartín, que pretendía urbanizar una amplia zona del norte de Madrid en torno al eje ferroviario de Chamartín y Fuencarral y los terrenos colindantes, para solucionar los problemas de desarrollo de la red ferroviaria y de crecimiento de la ciudad, y eliminar la barrera física que supone la playa de vías.
Durante los 20 años siguientes a la adjudicación y con una mayor intervención de los Gobiernos del Partido Popular, aunque no se había movido un metro cuadrado de tierra ni se había puesto un solo ladrillo, se produjeron incontables modificaciones legislativas y recalificaciones del suelo para que la entidad financiera, llamada posteriormente Distrito Castellana Norte (DCN a partir de ahora) en su intervención en Chamartín, pudiese encontrar el marco adecuado con que satisfacer sus intereses económicos. Así, hoy nos encontramos con que el volumen de suelo se ha triplicado y su aprovechamiento urbanístico se ha multiplicado por 15, y se llega a 2.830.000 metros cuadrados al tiempo que se han deteriorado los barrios de Fuencarral, El Pilar y Chamartín. En 2015, 22 años después de la adjudicación, año y medio antes de su caducidad, seis meses antes de las elecciones
municipales y una vez construidas las cuatro torres en los terrenos de los campos de deportes del Real Madrid, el BBVA relanzó la operación con el apoyo del ayuntamiento de Ana Botella, pero recibió de parte de los vecinos miles de alegaciones en contra que retrasaron la puesta en marcha del proyecto. En ese año de 2015 y con un nuevo Gobierno en el ayuntamiento de Madrid, se paralizó el proyecto de la corporación anterior y se puso en marcha una mesa política y social con la participación de las Administraciones central y municipal, los grupos políticos, las asociaciones vecinales y ecologistas y la empresa adjudicataria. Más tarde, el Partido Popular, a través del Ministerio de Fomento y de ADIF, y la promotora privada, abandonaron la mesa al constatar que ésta no se plegaba fácilmente a sus intereses. La propuesta municipal surgida en el año 2016 de las conclusiones de esa mesa se denominó Madrid Puerta Norte, segundo nombre de la Operación Chamartín. Con ella la iniciativa pública recuperaba la planificación y el desarrollo urbano, se reducía la edificabilidad total lucrativa y se desterraban algunas concepciones especulativas, como el derecho a edificar una ciudad virtual junto a las vías del tren. Las asociaciones de vecinos, agrupadas en la Plataforma Zona Norte, manifestaron la aprobación de la mayor parte de los contenidos expresados por el Ayuntamiento, aunque consideraban todavía alta la edificabilidad resultante y reivindicaron que la mayor parte de la zona residencial debía dedicarse a vivienda pública de alquiler. Era el momento de llegar entre todos los agentes interesados a un acuerdo rápido que permitiese la realización de los proyectos y que, de forma paralela, se dotase de servicios y equipamientos a los barrios del entorno (Fuencarral, Begoña y San Cristóbal, principalmente), abandonados a causa de la especulación. El acuerdo llegó, con sorpresa, en julio de 2017, pero no como desarrollo de las conclusiones anteriores, sino como resulta-
'En los últimos meses hemos observado una intensa actividad relacionada con la Operación Chamartín por parte de la promotora DCN (formada por el BBVA y la empresa constructora San José), que invierte enormes esfuerzos y dinero para tratar de convencernos de que su proyecto está hecho por y para el vecindario'
do de las negociaciones entre la Administración central (ADIF), el Ayuntamiento y la empresa privada (BBVA-DCN), sin participación social. Es el acuerdo llamado Madrid Nuevo Norte, tercer nombre con el que se presenta el proyecto urbanístico del norte de Madrid. Este acuerdo se separa ostensiblemente de la propuesta del propio Ayuntamiento del año 2016, ya que dobla la edificabilidad, mantiene como zona verde una losa de hormigón sobre las vías del tren (equivalente a cuatro veces el parque de La Vaguada o 28 campos de futbol) y consolida un denso centro de negocios sin clara utilidad (que equivale a construir en una superficie como la del parque del Retiro). En resumen, se asume que la actividad inmobiliaria y constructora sigue siendo el motor de la economía de la ciudad: solo el ladrillo crea riqueza. En los últimos meses hemos observado una intensa actividad relacionada con la Operación Chamartín por parte de la promotora (formada por el BBVA y la empresa constructora San José), que invierte enormes esfuerzos y dinero para tratar de convencernos de que su proyecto está hecho por y para el vecindario. Desde su página web nos venden “Un proyecto pensado por todos y en el que los ciudadanos también participan en la definición de la ciudad” al tiempo que se gastan el dinero en departamentos de “compromiso social” y compran falsas asociaciones de vecinos para crear una “plataforma ciudadana” que defienda sus intereses. ¿Cómo puede ser que desde la inmobiliaria se cree una plataforma ciudadana y nunca hayan contactado con la Plataforma Zona Norte, que agrupa a todas las asociaciones de vecinos que llevan muchísimos años trabajando por todos los ciudadanos madrileños? Desde la Plataforma Zona Norte queremos desmontar una a una esas mentiras para dar a todos los vecinos una información veraz que nos permita pelear por el Madrid que queremos en la zona norte. Hemos definido, para ello, 15 elementos que trataremos de forma individualizada: