Parir nacer y crecer.

Page 125

Parir, nacer y crecer

que tanto esperábamos ya ha llegado. Sergi nos recuerda que tomemos ropa para cambiarnos y lectura o entretenimiento, nos recuerda que la cosa puede durar muchas horas. Haciendo caso de su consejo, nos levantamos y desayunamos tranquilamente, preparamos todo lo que pensamos que nos puede ser útil y, finalmente, (¡lo que no hacemos nunca!) hacemos la cama antes de irnos, yo creo que para participar, ya desde el principio, del ritual de tranquilidad y de hacer las cosas paso a paso y sin prisas. Neus.- Oigo a Sergi que habla por teléfono, pero yo quiero que esté aquí. De repente me entra mucho sueño. Sin esperar a Sergi salgo de la bañera y me hago un tacto. Noto la cabeza del Llorenç. Le digo al Sergi que estoy de cuatro dedos. Cuando se acerca una contracción, me pongo a cuatro patas y me cojo a las almohadas. De repente me dan ganas de vomitar. Voy al baño, pero vomito antes de llegar. Me siento en la taza del inodoro y vacío. A partir de este momento, cuando vuelvo a la cama, en cada contracción empiezo a apretar. Le digo a Sergi: “Sergi, tengo muchas ganas de empujar”. Sergi.- ¡Neus está empujando! Esto va más rápido de lo que parecía. Tengo un vómito en el pasillo, cuatro gasas cortadas y Neus empujando en el dormitorio. Lo primero es llamar a Migjorn, buscar refuerzos y luego apresurarse. Me dicen que están en camino, que no tardarán mucho. Vuelvo a la habitación con las gasas, Neus está a cuatro patas y de la vulva le mana un líquido transparente mezclado con sangre, se vuelve a tirar, y yo aprovecho para medir las pulsaciones del Llorenç. Todo correcto. Muy bien, pequeñito, lo haces muy bien (¡y muy rápido!). Unos segundos de calma y llaman al timbre. Abro y saludo a toda prisa, y ya reparto tareas: uno que limpie el pasillo, el otro que corte gasas. Vuelvo a la habitación, y Neus me dice que le parece que ya nota la cabeza de Llorenç como quiere salir. Julià.- Apenas llegamos a la puerta de la casa, que nos llama Sergi para saber por dónde vamos. Esto ya nos hace notar que la cosa no iba tan tranquilamente, y lo comprobamos enseguida cuando Sergi nos abre la puerta y, nervioso, me da dos besos a mí y le da la mano a Silvia! Todavía no habíamos cruzado la puerta que Silvia ya estaba cortando gasas y yo limpiando vómitos. 125


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.