Integración
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Revolución Neolítica, revolución urbana En líneas generales, hay tres grandes fases innovadoras. La primera, muy prolongada, es la fase de la Revolución Neolítica, con la aparición de las técnicas básicas de la producción de alimento, agricultura y ganadería, con su correspondiente utillaje, instrumentos, recipientes, etc., y ambiente residencial, casas, poblados. La segunda fase es la revolución urbana, con la aparición de las técnicas de control y registro, que culminan en la escritura; las técnicas especializadas, la reproducción en serie, y la ampliación del horizonte residencial, las ciudades; y el marco político de control con el surgimiento del Estado. Durante la tercera fase, se difunden innovaciones como el alfabeto o la metalurgia del hierro, con un carácter en cierto modo “democratizador” si se compara con la centralización del palacio y el templo, propia de la fase anterior.También se acentúa la intervención de los ámbitos sociales y geográficos “marginales” frente al centralismo urbano. […] En cualquier caso, conviene matizar el centralismo y la prioridad de Oriente Próximo con su papel de vanguardia en el progreso mundial. En el caso de la “Revolución Neolítica”, porque esta sin duda tuvo lugar en una zona amplia y duró mucho tiempo, abarcando zonas exteriores a Oriente Próximo y concretándose en distintas tendencias. En el caso de la revolución urbana, porque al polo bajo-mesopotámico, con el paso del tiempo, se fueron sumando, con caracteres distintos cada vez, otros polos situados en otras zonas.
Mundo divino y fundación mítica La revolución neolítica creó una religiosidad centrada en la fertilidad y la reproducción de la vida animal y vegetal, y la revolución urbana, el panteón politeísta con divinidades “especializadas” en los distintos ámbitos de la vida económica y social, la consolidación y el desarrollo de los estados. Así se creó la necesidad de una “fundación” ideológica del poder. Al mismo tiempo, los primeros textos de carácter religioso nos
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ilustran acerca de las características y la estructura del politeísmo mesopotámico, ya maduro y provisto de todo su aparato mitológico y cultural. […] La figura del dios ciudadano desempeñó una función vital en la centralización de los recursos, los procesos redistributivos, la justificación ideológica del poder y la aprobación y movilización laboral de todos los ciudadanos. El mundo divino también es la superposición de una serie de explicaciones de carácter mitológico sobre la organización del mundo actual. Lo que hemos llamado justificación cultural está vinculado al mecanismo de las ofrendas que se llevan al templo todos los días: alimentos, pero también objetos valiosos. Los campesinos que mantienen a las capas privilegiadas de la ciudad creen que están manteniendo a la divinidad, lo cual redunda en su provecho. El sistema redistributivo se apoya en el sistema de “consumo”, y los consumidores son sobrenaturales. Hay una sesión de bienes presentes con vistas a una contrapartida futura: tal es el sentido de las ofrendas y sacrificios a la divinidad. Liverani, Mario, El Antiguo Oriente, Barcelona, Crítica-Grijalbo-Mondadori, 1995.
1. Subrayen las ideas principales del texto de Mario Liverani. Luego, elaboren a partir de ellas un cuadro con las principales características de la Historia antigua de Oriente Próximo. 2 . ¿Qué aspectos conviene matizar, para el estudio de la Antigüedad del Oriente Próximo, según Mario Liverani? 3 . Habitualmente se entiende por “revolución” un cambio muy importante que se produce en muy poco tiempo. En la Antigüedad, sin embargo, las revoluciones podían durar miles de años. ¿Por qué les parece que existe esa diferencia?
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