MacGuffins #1

Page 34

mi madre de leer en el interior del sobre. Dentro de aquel sobre asomaba una escasa nota y una foto de ella embarazada con una marca de pintalabios al costado de la foto. «Te quiero, Eugenio». Pero por mucho que quisiera parecerme a mi primo Manolo, mi atávica moral me impelía a responder de aquella obligación repentina, una vez me hube recuperado de la sorpresa. Y después de cuatro llamadas en las que Enke me decía, a duras penas, que no pasaría nada si no me hacía cargo, que ella sería una orgullosa madre soltera, yo acabé por confesarlo todo a mi madre, que inventó frente a las vecinas un trabajo en una fábrica de Barcelona para justificar mi marcha a Europa... Tardarían muchos años en descubrir la verdad en el barrio. Cuarenta años después, Enke y yo hemos comprado un pequeño apartamento en Torremolinos. Bastante diferente a aquel rincón paradisiaco donde nos conocimos. Pero nos gusta pensar que hemos vuelto al lugar donde, torpe e intensamente, empezamos como pareja. Uno de estos días, un poco mareado de tanto turista, quise llevarla a Huelin a comer pescaíto viendo rincones de mi infancia. Y aún hubo quien me paró por la calle reconociéndome. Habría cosas que nunca cambiarían y eso me encantaba. Incluso buscamos un hueco para ver a Ramón y Manolo con sus respectivas familias. Qué buenos recuerdos evocamos, y qué risas. Después de la comida, aún con el regusto del café con leche de verdad, me acercaron a un enorme paseo marítimo que se erigía en lo que antes era un valle de fábricas. Aquel Huelin había cambiado, y sin perder el sabor original, había adquirido con el tiempo otros deliciosos sabores. Como nosotros…

Víctor Manuel Ruiz


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.