des贸rdenes
Cristina Baroni
INVITACIÓN
Al final del verano recibí la invitación de un taller literario conformado por adolescentes. Ellos habían leído textos escritos por mí, algunos un tanto autobiográficos. Me invitaron a una jornada en la que iban a realizarme una serie de preguntas a modo de entrevista.
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PALABRA
Llegué al lugar donde sería el encuentro, entusiasmada y expectante. Me presentaron como “escritora”. Cuando escuché esa palabra sentí que me quedaba un poco grande el saco, como dicen en mi pueblo.
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PREGUNTAS
Haciendo alusión a varios de los textos, la pregunta más recurrente fue ¿qué estabas pensando cuando escribiste esto? Una pregunta que me parece maravillosa, que refleja el ánimo del lector queriendo saber más, que quizás pida algunas explicaciones, pero sobre todo, es una pregunta que intenta recrear el presente de la escritura. ¿Acaso único tiempo posible para el acto de escribir? Pienso.
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FAMILIA
En esos días voy leyendo a Aurora Venturini en “Las primas”, una novela escrita por una de las hijas de una familia de cuatro mujeres, la historia de una joven pintora tratando de hacerse su camino en un contexto donde sus cuadros parecen no importarle a nadie, pero a ella la salvan de la locura que la rodea, de la opresión de la familia, del orden que intenta imponer su madre. Si tuvieras que elegir una palabra favorita para escribir ¿cuál sería?, me preguntó uno de los chicos. “familia”, contesté.
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LATIDO
Hablamos sobre la forma de los textos, hablamos sobre los lugares en los que uno se siente más cómodo para escribir, hablamos de la poesía, de la prosa, de esa forma, mezcla, híbrido que me gusta usar, creo que todos coincidimos que era lo que me estaba resultando mejor, y en medio de eso alguien dijo “me gusta esta forma, aunque también me gustaría que cobrara más identidad”. Sentí que la palabra identidad hizo sonar una pequeña vibración en mi cuerpo, y me fui con eso. Inquieta.
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LUGAR
Una de las chicas me había preguntado por qué me vine a vivir a La Plata, una ciudad a donde la mayoría viene a estudiar, siendo que yo llegué ya recibida. Siento que después de 8 años todavía no tengo una respuesta acabada para esa pregunta, estoy acá sin saber exactamente cuál fue el principal motivo que me trajo, “viniste a buscar aventuras” dijo otra de las chicas y me dio risa pero tenía algo de razón. La pregunta por el lugar se me presenta en este último tiempo persistente, y aunque quizás ya no me pregunte ¿por qué vine? Sino ¿por qué sigo estando acá? Tampoco tengo una respuesta acabada para eso.
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DUDA
Vuelvo a la sicóloga después de dos meses, estoy en duda, estoy empezando a considerar si es necesario que siga viniendo después de 7 años. ¿No será suficiente tiempo de estar revisando algunas cosas?
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CURIOSIDAD
Me inscribí para participar con la escuela en el proyecto jóvenes y memoria, con muy poco entusiasmo, con comentarios acerca de experiencias anteriores, con una desconfianza acerca de la seriedad del mismo, veía a los alumnos entusiasmados a la manera de un viaje de egresados. Pero tenía curiosidad, en mi cabeza resonaban la palabra memoria y la palabra identidad, y yo quería empezar a hacer algo con eso. Casi siempre comienzo proyectos para la escuela que tienen que ver con mis propias inquietudes, así funciona mi trabajo.
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LUGAR COMÚN
El año anterior intenté charlar con los chicos acerca de algo referido a los años del proceso en nuestro país, una alumna me miró seria y me dijo: profesora, nos tienen re podridos con la dictadura.
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ASOCIACIONES NO LIBRES
Me subo al taxi y le digo: voy al pasaje. Trabajas ah铆? me pregunta. No, contesto, es una jornada de la comisi贸n por la memoria para escuelas. Ah! Sos kirchnerista, dice el taxista.
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APERTURA
Me senté y pasaban unos videos hasta que comenzaba la charla, la mayoría no me gustaron demasiado. Hubo un par de presentaciones y llegó la mujer. El salón estaba lleno de alrededor 500 docentes de toda la provincia. Hizo las presentaciones correspondientes al caso y entonces empezó a desarmar la memoria: ¿qué es la memoria? ¿podemos recordar todo?¿la memoria elige? ¿con qué intención elige? ¿se ejerce poder sobre las memorias? ¿la memoria es el pasado? ¿existe una sola memoria? Y otras, y otras, y otras…
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SINGULAR
Las preguntas de la mujer me hacían anotar cosas en mi cuaderno, me hacían pensar no ya en la escuela, sino en mi presente, en mi familia, en tantos años de sicoanálisis, en la memoria personal, personalísima que se va revisando y construyendo.
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PLURAL
Y trato de definir de qué está hecha mi memoria y cuáles son sus mecanismos, la mayoría de las cosas que recuerdo de mi familia me hacen enojar, siento que he sido capaz de criticar mucho pero no de hacer demasiado con eso. En estos años que viví en La Plata lejos de mi pueblo los recuerdos se hicieron nítidos y presentes, recuerdos de una memoria que es la mía pero que también es la de otros, de otros que compartieron conmigo un tiempo y un lugar. ¿es la misma memoria la mía y la de ellos?
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ASOCIACIONES NO LIBRES II
Una docente cuenta que entra al salón de clases y le pregunta a los chicos: ¿qué es la memoria? “La dictadura” le contestan todos.
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DISTANCIA
No me gusta volver a mi pueblo, un lugar donde todo es pasado, Comala. No encuentro demasiadas cosas que tengan que ver con lo que soy ahora. Hay recuerdos como fantasmas que salen de las casas y me interceptan andando por sus calles, siento un excesivo estado de orden de cosas establecidas que nadie quiere cambiar, siento que estando lejos yo puedo elegir de quĂŠ quiero acordarme, y de quĂŠ no. Se puede elegir con quienes recordar.
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COINCIDENCIA
Termina la charla, nos designan para trabajar por comisiones, me acerco a la mesa para preguntar en cuál me toca, porque los grupos los armaron ellos, “en la de identidad” me dice la chica.
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FRAGILIDAD
Proyectan un video que realizaron los chicos de una secundaria de Pergamino, en una parte del video aparece entrevistado un descendiente toba que vive en el lugar, al que apodaron El Indio, por supuesto. Cuenta su vida en el pueblo, cuenta una experiencia de su infancia “cuando era chico mi mamá me mandaba a la escuela con un pulóver que ella había tejido en el telar, los compañeros se burlaron de mí, de mi pulóver, me decían que era indio, que usaba ropa de indio” Sigue hablando y cuenta que en ese momento sintió vergüenza, sintió rabia, camino a su casa se sacó el pulóver y lo tiró al río. “En ese momento yo odiaba a mi mamá por haberme hecho ese pulóver”. Y repite esto: yo llegué a odiar a mi mamá.
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COMIENZO
Me vuelvo a casa, terminó la jornada, no tengo ni idea qué voy a trabajar con los chicos con respecto a esto, no sé ni cómo empezar. No les quiero mencionar la palabra dictadura, ni militares, ni años setenta, ni nada de eso. Pienso que sería imponerles una serie de palabras que no tienen que ver con su memoria de jóvenes nacidos a fines de los 90. Pasan unos días y me acuerdo de un libro: Guillermo Jorge Manuel José, lo vuelvo a leer. Hay que buscar la manera en que las memoria entren en diálogo, la memoria es un acto del presente, es un acto del cuerpo, es la identidad en acción, pienso al cerrar el libro, lo apoyo en mi pecho y me quedo mirando la pared en blanco.
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ORDEN
Hablamos con la sicóloga de deudas, del pasado, de dejar de hacer cosas que quiero por sentir que le debo cosas a los demás. “Después de este verano volviste muy desordenada” me dijo. Es curioso que ella me hable de orden, desde que la conozco su trabajo ha sido desordenar todo lo que traigo.
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LITERATURA
Ahora estoy leyendo a Kordon en “Un horizonte de cemento�, hay un viejo que vagabundea por las calles de Buenos Aires, hay una memoria que perturba, que culpa, hay preguntas acerca de la libertad, hay necesidad de contar una historia.
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CENSURA
Pienso en la identidad y en la memoria, no sé cuál de las dos está primero o si se construyen juntas. Pienso en los mecanismos de poder ejercidos sobre lo más personal de cada uno. Pienso que a estos dos palabras les viene bien una tercera. Pienso en la libertad.
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COINCIDENCIAS II
En estos últimos días llega a mí un libro de Silvia Molloy llamado “Desarticulaciones”. La autora cuenta sus encuentros con ML, una persona que está perdiendo su memoria a causa de una enfermedad. Describe sus visitas, sus pensamientos, sus dudas y yo siento que dialoga conmigo, otra vez la memoria, y otra vez la identidad y la escritura como lugar de construcción.
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SOY
Anoche salí con más preguntas del taller de literatura luego de la lectura que hicimos con los compañeros de “Desarticulaciones”. Leemos y yo tengo ganas de hablar de la memoria, de los mecanismos que operan en un nivel singular y personalísimo y de una forma parecida en un nivel nacional y macro. ¿de qué está hecha la memoria colectiva? ¿a veces hablar de una memoria no puede ser pretexto para hablar de todas, y viceversa? No todos leemos lo mismo. Hace mucho tiempo no defendía mi punto de vista con tantas ganas. Me recordé a mi misma.
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PRESENTE
Hoy me levanto y escribo, escribo lo que voy pensando y tratando de entender por qué algunas cosas se acomodan en mi cabeza de determinada forma, en determinados lugares, buscando responder a determinadas preguntas. Quizás porque la memoria también es una manera de leer. Quizás porque ese ejercicio de lectura lo realicemos en función de lo que imaginamos que podemos llegar a ser. Quizás porque esperanzadoramente pienso que en definitiva puede que la memoria más que recuerdo, sea creación. El tiempo presente de la creación, único tiempo posible.
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ELECCIONES
驴vos crees que tengo que seguir viniendo? Le pregunto a mi sic贸loga. La decisi贸n es tuya, dice y agrega, una persona que crea necesita la libertad por sobre todas las cosas.
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CONTINUIDAD
Seguimos.
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La Plata - mayo del 2013