donde me espera una mujer con el desayuno o el almuerzo o la cena en una cama tibia con olor a sexo en los momentos más tormentosos de mi estadía quisiera estar siempre allí en ese paisaje tan bello insistentemente la postal me invade cada vez que el tren llega a destino entonces me levanto de mi asiento y sigo a los demás pasajeros que se bajan en la estación de allí miro (ver) el tren que se va con mi ilusión continuando el recorrido ojalá encuentre entre los asientos algún iluso pasajero como yo que ve a través de la ventanilla
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