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Seis preguntas a:
Massiel Torres Comunicadora/Educadora Por Luis Reynaldo Pérez
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¿Quién es Massiel?
Pregunta complicada con la que empezamos. En primer lugar, soy humana...(risa). Esta vez fuera de bromas: soy una dominicana radicada en la ciudad de Boston. Actualmente reparto el tiempo entre la educación, la comunicación, y la escritura.
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¿Cómo llega la literatura a tu vida?
Me parece que «llegar» no es el término más preciso. La literatura siempre fue la parte más esencial de mi educación. El centro, la roca. Estaba ahí antes de yo asomarme a la vida de mis padres. No hay nada más delectable, que una buena historia después de todo. En los primeros años de mi vida, mi mamá se encargó de convertir la literatura en un juego; ella leía, yo entendía. Luego venían una serie de preguntas. También en esos primeros años hubo mucha literatura oral-oratoria. Sobre todo cuando se iba la luz.
3
Vives fuera del país y te has involucrado en tu comunidad, al punto de que has sido galardonada por diversas instituciones, por tu liderazgo y aportes. Cuéntanos sobre estas labores que realizas.
Mucho de mi envolvimiento con la comunidad empezó cuando trabajaba en televisión local. Entonces realizaba cobertura de muchos eventos comunitarios, de caridad, educativos y políticos centrados en la comunidad latina en la ciudad de Boston. Después de las entrevistas y las introducciones, vinieron las invitaciones para ayudar como voluntaria. En la universidad, la expectativa era compromiso con el servicio social, eso también influyó en mi interés de querer dedicar mi tiempo a celebrar y expandir el alcance de la voz latina. Luego vino el blog, Yo Soy Bau. A través de él brindé espacio a otros
individuos y organizaciones. Mi rol muchas veces fue amplificar. Actualmente divido mi vida entre dos organizaciones sin fines de lucro. En una, Hyde Square Task Force, enfocada en el desarrollo del liderazgo juvenil a través de las artes performativas, soy becaria de enriquecimiento académico. En la otra, Writers Without Margins, ejerzo como facilitadora asistente de talleres de escritura creativa. Esta organización empodera comunidades históricamente desatendidas en la ciudad de Boston a través de la creación y publicación literaria. En mi tiempo libre, soy traductora voluntaria.
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Has sido seleccionada dentro de «30 under 30» de El Mundo Boston, que reconoce a jóvenes que han tenido un impacto positivo en la comunidad latina de Massachusetts. ¿Qué ha significado este reconocimiento para ti? Es símbolo de trabajo: el ya hecho y el que queda por hacer. Es un reto, y uno que me siento sumamente honorada de haber recibido.
5
¿Cómo ves, desde afuera, la «salud» de la literatura dominicana?
Me parece que como siempre nos pasamos el tiempo mirándonos el ombligo. Lamentándonos de una enfermedad. Veo conferencias dedicadas a lo que se hace mal. Y si dejamos de lado la corrupción y su impacto en el tránsito literario, y si miramos hacia fuera, y no hablo de mirar a Méjico, Argentina o España como es la compulsión, quizá podríamos entender que no hay nada esencialmente malo con la literatura dominicana. Aunque a muchos intelectuales