Mañana al despertar piensa en mí

Page 1



David Auris Villegas

MAÑANA AL DESPERTAR PIENSA EN MÍ

Contribuyendo al plan lector

MAÑANA AL DESPERTAR PIENSA EN MÍ


Primera edición: diciembre, 2017 Publicado: enero, 2018 Lima, Perú Autor: C David Auris Villegas C Editado

por Ediciones AURISEDUCA de Wilfredo David Auris Villegas. Jirón Alva Maúrtua 682 Pueblo Nuevo, Chincha, Ica. E-mail auriseduca@gmail.com Diagramación y composición de interiores: Luis Miguel Lizárraga Ilustraciones: Axcel Anchante Mozaihuate Corrección de estilo: Víctor Campos Ñique Se terminó de Imprimir en diciembre de 2017 en: Imprenta Belimpress de, Hernández Quispe, Daniela Esperanza. RUC.10468715398. Av. Bolivia Nro. 132 Int. 235E C.C. Centro de Lima (Sótano frente a Oeshle) Lima - Lima - Lima. Tiraje: 1000 ejemplares. Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú. N.° 2017-17294 ISBN: 978-612-47400-8-4 Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, sin previa autorización escrita del autor y el editor. Impreso en el Perú / Printed in Peru


Pedidos y sugerencias. auriseduca@gmail.com

056-262388/

976492803

AGRADECIMIENTOS Expreso mi sincero agradecimiento a Grupo AURISMOTORS, asimismo, agradezco a Beatriz Carhuachín Velásquez, Víctor Campos Ñique, Axcel Anchante Mosayhuate, Miguel Lizárraga y a muchas personas, quienes hicieron posible la edición del presente poemario.




Ahora que quiero cambiar, no puedo hacerlo porque, quien me espera no podrĂ­a reconocerme.



PRÓLOGO

c

contacto con la creación lírica del autor, que uando uno lee poesía no sólo se pone en es lo más elemental en el proceso de la lectura. Una posible teoría de la etimología de la palabra “leer,” nos dice, el maestro Luis Jaime Cisneros, es aquella que se remitía al pueblo latino que era eminentemente agricultor y que leer era para ellos, “recoger el buen grano de la cosecha”. Al leer el poemario “Mañana al despertar piensa en mí” de David Auris Villegas nos dispone con lo mejor de su inspiración, cuyos versos narran esperanzadoras historias de amor o aluden a situaciones singulares y universales, pero también se manifiesta un ardiente sentimiento por la musa inspiradora y que por momentos incluso lo hace en tono filosófico. Como ocurre al escuchar canciones, cuando leemos poemas recordamos a una persona especial o retrotraemos a la mente circunstancias gratas e inolvidables. Esto le sucede al lector, pero en este


caso, en el libro “Mañana al despertar piensa en mí”, la dinámica se encuentra invertida porque es el autor que nos evoca sus mejores reminiscencias o nos trasladan a sucesos pasados que marcaron al liróforo. Y así como al autor ciertos hechos le dejaron una suerte de lendel en su estro; a mí me gustó particularmente los poemas: “Mujeres del oriente”, “Siempre estuviste allí”, “Poeta”, “Voces”, “Si yo pudiera”, “Navidad”, “Mentiras”, “Si pudiéramos saber” y “Alpargatas milagrosas”. Saludamos con el mejor aspecto al escritor, poeta, editor y profesor universitario David Auris Villegas por la aparición de su libro, “Mañana al despertar piensa en mí” y estamos seguros que los lectores que lean sus versos, mañana al despertar piensen en sí (mismos).

Víctor Campos Ñique Crítico literario


A MODO DE PRESENTACIÓN

M

invita a realizar, un impostergable viaje añana al despertar piensa en mí, nos poético hacia nosotros mismos, tropezando al final del túnel con una lámpara, despertando en nuestros corazones, una fina esperanza, como diría Benedetti, no nos rindamos, pues aún estamos a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo, aceptando nuestras limitaciones y posibilidades.

Escrito desde un remordimiento individual y profundamente consolador, barnizada de fina ironía, creyendo a Facundo Cabral que el ser humano no abriga alguna maldad, sino, simplemente deambulamos distraídos como hongos al borde de los caminos. Poemas como terapia para todos y todas las edades, leídas en cualquier lugar del planeta, en las escuelas, en los sanatorios, en los viajes, en familia, en pareja, en la playa, en el hotel, en la web o en algún atardecer cuando no tengamos nada por hacer.


Poetizamos los misterios del amor, los tibios amaneceres, las caricias de la indulgencia, la esperanza del mañana, las vagas promesas, los viajes hacia la nada, los remordimientos personales, el infalible desamor, los misterios del sueño, las soledades de la nostalgia, la ironía del destino, la incesante búsqueda de la felicidad, el enigmático tiempo, la breve eternidad y la fantasía por un mundo mejor. Finalmente, recordando al mítico Borges, este poemario intenta justificar mi extraña vida solitaria y mis curiosidades personales en un mundo altamente globalizado e interesante.

David Auris Villegas, desde algún lugar.




MAÑANA AL DESPERTAR PIENSA EN MÍ Mañana, cuando me descarríe de las heredades de tus efluvios y abrigos soñados, postergando embriagadas promesas y piadosas sonrisas, escucha mi silencioso grito escribiendo tus secretos alientos sobre ciudades somnolientas. Arrullando tu irresistible dermis, al pie de milagrosas pirámides, ¡Allí estaré! ¡Esperándote desde siempre!, desnudo y enamorado, murmurando músicas repleto de ilusiones y recuerdos imborrables, confundido en los brazos del inevitable destino.

15


Cuando al final del polvoriento atardecer, apeteces acostarte bajo anfiteatros imaginarios; antes que los ruiseñores esbocen la nostalgia de lo imposible, acércate a los solitarios muros para degustar orillas de tu boca. Mientras bellos momentos, rasguea la dormida fantasía, recuerda mi unánime retrato entre húmedas almohadas y abreviando nuestros agradables parpadeos, prestos y soñolientos, ¡Viajaremos hacia el país del ayer! Al escudriñar tus peregrinas confesiones, aguarda mi aliento y emergiendo antes de la alborada, garabatea aquel misterioso destino velando mi olvidado porvenir sin fábula. ¡Amor! Mañana al despertar, búscame en la fiesta por disfrutar. ¡Mañana al despertar piensa en mí!

16





SUEÑOS Mañana, al atravesar el aparente paraíso de los sueños, escuché tu dormido nombre impregnado dentro de mi recuerdo. ¡No me dejes alma mía!, entonaban un coro de multitudes invisibles. Supe entonces que, no te había perdido. Simplemente, te he esperado. al borde de la medianoche. 19


Donde fundiremos nuestra voz en alas del tiempo que no conoce eternidades, para viajar despiertos. Contemplando la vaga muerte del amanecer, que, a veces hablan los recuerdos de la prehistoria, y la promesa de un maĂąana feliz.

20




CONDENA Mamá, me distraje dibujando quimeras y triviales fortunas, mientras extasiado riéndome veía sucumbir aleteando tu inevitable atardecer; no me busques en cruzadas medioevales, agonizando al rumor de la filosa espada del silencio. Amor, Absuelve mi solemne promesa alrededor en tu jardín y olvida mis siniestros pensamientos; escuchando melodías crepusculares en otros regazos, acostado sobre ajenos lechos, acógeme entre abrigado aliento de tu breve desnudez donde dormí embriagado.

23


Papá, olvidé sembrar tus pardas laderas y tus mares pintadas de amarillo; no llores por mi balsa condenado a la hoguera; al pie de aquella torre inundado de perfumes bondadosos; no volveré a verte. ¡Oh Dios! Perdona haber comido tus panes; besando exquisitas bocas, abandoné tu cabaña; apiádate de mis húmeros, redimiendo mis agitadas desventuras y acógeme en tu multitudinaria aldea, saboreando silenciosas coplas de ángeles visibles. ¡Al final de la condena, habitaremos felices, como la metáfora de la eternidad!

24




EL BUSCADOR Emergió desde los sueños, besó tus mejillas, abrazó mi corazón, durmió tus sueños y sonrío con nuestros labios. Dibujó tu nombre sin conocerme. Escuchó los gritos de tu silencio y retornó al territorio de los sueños, como el águila de los alpes, agitó recuerdos olvidados al nacer. Surtido de amor encontró, tus olvidadas pantuflas, mientras dormíamos y se marchó a la región de los recuerdos.

27


Al caer la tarde, sonrió nuevamente y entendimos que nada buscaba; simplemente nos encontró, donde quizás nacimos. Al fin partiremos. ¿Quién sabe a dónde? Tal vez te busca y aún no lo sabes, tal vez te encontró y nunca lo sabremos. Sencillamente abre tu corazón y guarda el aliento satisfecho, regálame una sonrisa y veras a ti misma, simplemente sonríe, y otros, te habrán soñado.


28




MUJERES DEL ORIENTE ¡Oh Mujer con sabor a arándanos! Dormido sobre pardas colinas, anhelando envolverme en tus halagos, contemplo tus gemelos que hoy escriben, un universo lóbrego, donde la inocente impiedad se ha apoderado y es más fuerte que mi amor, evitando perderme entre tus brazos que empapada y desahuciada, ante los designios de aquellos reyes y dioses, luchas por no desaparecer. Esboza tus ligeras alegrías y disimulando misteriosas túnicas, olvida aquel universo precario.

31

Viajeras de cuentos imaginados, de los hades y el encanto,


del exterminio y la resurrección; pronto todo habrá consumado, desafiando viejas ambiciones, nuestros peregrinos destinos. Adiós mujeres del oriente, entre mis alas de pájaros abrigaré, tus dormidas miradas nostálgicas, ¡Adiós mujeres que siempre me esperan al pie de candentes montañas!

32




EL MUCHACHO QUE SE MARCHÓ SIN DECIR ADIÓS El destino rasgueando caprichosas leyendas e inacabables augurios circulares, embriagado, abrazó su ilusorio rostro pretendiendo despedirse. Aquella preciosa lengua inmortal, nunca conseguimos descifrar en praderas y cavernas, amores de aquel muchacho, que se marchó sin decir adiós. ¿Nunca volverá? ¿Desaparecerán las memorias? Pintado de pasión y valentía, cantando melodías del corazón y libre el pensamiento, una tarde cualquiera, escaló mágicas praderas. 35

Entre colinas y eucaliptos, aprendió entonar bellas melodías, escribiendo alegorías indescifrables


en su extraño idioma del sacrificio. Vagabundo, aristócrata y lánguido, sus lejanos y tímidos gemelos, inundado de soledades perfumadas, alguna vez volverán a acariciar tus mejillas. Esos provocadores belfos deja escapar el tierno grito del silencio, murmurando libertad. Animoso y sosegado, desanda hacia el improvisado patíbulo, coreando el himno sagrado de una vida extraordinaria. Algún atardecer lo escucharemos?

36




SIEMPRE ESTUVISTE ALLÍ Recogiendo palpitantes suspiros, escuché tu dormida sonrisa al pie del tímido acantilado. Acantilado colmado de amor, incógnitas, pasos, promesas, perennes comienzos e indecisos recuerdos y memorias, pasos de consuelo y porvenir, pasos, donde ya no nos encontramos. O tal vez escribamos días extraordinarios perfilando cándidos encuentros en nuestros sueños. Sueños tímidos como los pájaros, edificando nuestra impalpable morada desparecen en los atardecidos árboles del amanecer. 39


Amanecer, piadoso de despedidas, escribe nuestro ligero equipaje para emprender un permanente viaje. ¡Pero Tú! Como el tétrico tiempo, siempre estuviste allí.

40




POETA Al atardecer el bardo solitario sustrayendo asombrosos sueños arrancadas al idioma de los viajes, mientras dormía Dios sobre impávidos tejados, escribió la musa de tus recuerdos. Verdes colinas, mares y arenas disfrazadas de inagotables sonrisas, vinos albergando universo de peces alegres, cierta tarde violeta, escribió tus mágicas ilusiones. Descendiendo en brazos de nubes azules, sonriendo veranos de arena y fragancia; coloreó tus manos, la poesía universal y Enriqueció la creación divina, que más tarde olvidaría al desayunar.

43


De todas partes, y de ninguno, solamente poseía un bolso para su pluma; somnoliento, pintó un mundo mágico y feliz. Al despertar habían crecido malezas, ilusiones, pájaros, promesas, castillos y bebés en todas partes. Cierta tarde de siesta e infatigable viaje onírico, bastó para soñar y crear un universo de grillos, desadaptadas madrigueras y negras palomas planeando sobre imaginarias cumbres, hurtando ignotas moradas nómadas y peregrinas, entre multitud de hombres y mujeres, danzando alrededor de alguna fogata. El poeta viajará para siempre y tú, sobrevolarás tibias promesas azules, en olas eternas, en un mundo feliz, sin bardo, sin dolor y sin dioses.

44




OSCURO LECHO Oscuro lecho de anónimo perfume, albergas ignotos paraísos y lóbregos rumores de trasnochadas hubieras. Tu gélido beso acaricia amores fraternales y arranca rendijas de extrañas sospechas, animando mi alma de niño engendras mares de promesas. Oscuro andante desvelado, acechando oculto en el follaje del camino, invítame morar en tu aliento, para deambular desnudo, olvidando amar a nadie y reírme de todo. Ocúltame en tu silencio de muchedumbre para besar con ardor a la esquiva amada, escuchando la voz de todos.

47


¿Alguna atardecer dormiré en tu lecho perfumado de los amores que nunca conocí? Lecho amable de la travesía, cuando asomas tu pestaña de lumbrera, los tímidos suicidas trémulos de espanto, huyen cual gacelas fugitivas. Mítico lecho de sosiego eterno, envuelves la carne de vanas esperanzas, cual breve instante de locura, en tu itinerario eterno de imposibles, no oigas mi queja solitaria. Tus cálidos brazos, abrigan rebeldes adolescentes y distraídos noctámbulos; escucha mi voz de pájaro, acostado sobre piedras que brotan desde los caminos que apenas anduve. ¿Alguna vez seduciré tus blondos cabellos?

48




AMOR PROFANO ¡Qué importa no haberme amado! Mi alegría acaricia tu retrato, tu amor profano, acostumbrándome a renunciar tu ilusorio aliento. Escuchando la marsellesa en las afueras, muriéndome por cada instante de locura ¿Ahogaré mis ilusiones en los recuerdos? Mi anhelado sueño al caer noches memorables, vio partir todas mis ilusiones y abrigando la esperanza de volver a verte, avivé mi destino sin rostro, al pie de aquel arrabal que por casualidad conocí tu dormido corazón, cuando viajabas feliz y enamorada. Lejos de egoísmos y sin tu amor. Mi estrujado corazón te sueña caminado de mano de otro hombre que apenas sospechas. 51


Te amé al atardecer del destino de promesas y eternos suspiros. Acariciaré cada mañana tu adorable perfume y siempre vivirás en mis sueños con tu silueta invisible. ¡Muchacha de ayer! Dormiré en alguna parte y cremarán todos mis recuerdos y esparcirán mis besos sobre los campos que nos espera y, volveré hacia las entrañas de los padres de mis padres y mis sueños. ¡Y tú! Vendrás a verme y bajando tu mirada, sollozarás en brazos de un hombre que apenas conoces. ¿Tarde será? Viajaremos hacia la eternidad de nuestra leyenda y ¡Volveremos a vivir alguna vez!


52




VOLVER A CASA ¿Volveremos a casa? A veces albergabas mis cabellos ensortijados derramados sobre tu fino dorso, que alguna vez fueron mías, y hoy te marchas confusa al encuentro de otras manos con ligeros pies de fango, descalza y sin abrigo. Tus miradas cuajadas en mis manos, imprimieron anónimos sueños, extirpando vagos suspiros y ahora, emprendes historias mágicas cantamos en coro melodías celestes, con esta boca de promesas Tiendes tus enigmáticas miradas al edén y la memoria lleva tus recuerdos, aquel entusiasmo de dormir cada atardecer para soñarnos.

55


Partes, a los aposento que no conoces, hacia los ríos que lleva tu nombre y desafiando tu realidad, al doblar la misteriosa curva, piensas en mí. Al fin, riéndonos de la nada, de los padres que nunca tuvimos, desaparecemos en el horizonte, soñando junto al muro donde nos conoceremos. Y el vago desengaño de volver a casa.

56




VOCES Todavía se mantienen en pie, sosteniendo marfiles perfumados de la infamia, que los liberales intentaron arrancar con discreción y astucia; desde lóbregos castillos adorando al sagrado Dios de Moisés. Un día más de batalla desafía amables ambiciones, engendrados en el vientre de un universo chismoso, bajo alas de gaviotas excitadas. ¿Son los niños cantores los privilegiados? ¿Qué de aquellos que no tienen nombre? ¿Por qué ocultamos a los niños que luchan para alargar sus interminables sueños? ¿Dónde se ocultan aquellos que apenas dejan escuchar su voz mortecina?

59


¡Ah! ¡Hombres! Robles e inútiles fangos; que perennizarse quieren, convirtiéndose en dioses sobre los débiles y pobres niños y niñas que aprendieron a sonreír.

60





SI YO PUDIERA ¡Si yo pudiera! Pintaría anónimos destinos legibles; nadando sin brazos contra turbulentas correntadas, danzaría descalzo sobre alegrías sepulcrales, cantando desnudo con la voz de un ángel, andaría ligero con tus piernas tullidas, comiendo con las manos del mendigo, dormiría noctámbulos sueños, amando tu corazón inexplorado. ¡Si yo pudiera! Me reiría a carcajadas de la muerte, partiendo algún día que nadie recuerde; besando la luna con tus manos oscuras saciaría mi sed; embriagado con el néctar de ignotas mujeres, correría descalzo y volando con alas de pájaros distraídos, viviría en la eternidad de un día cualquiera.

63


¡Si yo pudiera! Escribiría poemas que nadie ha leído, contemplando a Dios con los ojos del ciego, escucharía tu música silenciosa, acariciando el infinito con impalpables manos y apedreando los demonios que corroe mi alma te besaría con mis imaginarios labios. ¡Si yo pudiera! Escalaría montañas con pies de mi abuelo, leería la Biblia para acariciar el averno, cosechando los campos donde nunca sembré, jugaría con serpientes y leones, disfrazándome con hojas del desierto, leería un diario que me diga toda la verdad y hurtando todas las armas del mundo, soñaría, paz en la tierra para la ofuscada gente, ¡Si yo pudiera, pintaría la luna! ¡Si yo pudiera, sería muy feliz!

64





¿NAVIDAD? La entusiasmada mesa de sabores ociosos, languidece caritativamente, silenciando suspiros dormidos de los niños que aprendieron a cantar, rigores de un padre ignorado y una madre audaz. ¿Habrá alegría en esta invisible morada? Caen heladas nieves cual bellotas perfumadas y los campos ríen pintado de ilusiones, ¿Alguien se acordó de estos niños, con las mugres entre las sienes y las piernas; jugando a orillas de mares, viendo otros techos alegrías de algodón?

67


Alguna tarde habrá regalos en aldeas de los niños que aprendieron a sonreír. Observando inocentes pecados de Caín, degustan un famélico pan en vana navidad, jugando imaginarias fantasías, ¿Habrá corazones, juegos y regalos? Mañana elevarán otra muralla de lucha, en el impenitente viaje de estos niños, quizás habrán muchos sueños y juegos y ¿La niñez se habrá marchado para siempre? ¿Jugarán con sus madres? Ellos siempre serán felices, como los pájaros que nunca conocieron a sus padres y hermanos. Mañana será diferente y conmovedor para los niños sin regalos que aprendieron a ser buenos.


68




MENTIRAS ¿Mentiras? ¡Qué ironía! Debo reinventarme sin tabúes. Cada amanecer desvanece mi ayer y ante un idioma indescifrable, recorro el infinito del quizás. Días inacabables, engendran inciertas madrugadas apenas sospechados por mis antepasados. Debo mentirme, a mí mismo, decir que todo aquello es una ilusión, una farsa, un viaje, un sueño, una felicidad.

71

Si esto es realidad, ¿Debo ser racional? ¡Me suicidaría!


Para que ello no ocurra debo escribir mi historia con magias remendadas, automotivarme, mentirme y reivindicarme cada dĂ­a para no perecer, QuĂŠ ironĂ­a del destino!

72




MUCHACHA DE LAS COLINAS Hablabas de amores esotéricos y rosario de oraciones misteriosas, Mágica Muchacha de las colinas. Viajabas en tranvías y bromeabas con otorongos, pájaros y madreselvas, Peregrina Muchacha de las colinas. Suspirabas junto a vírgenes y escribías tu porvenir virtual de letras, Alegre Muchacha de las colinas. Reías efímeros amores, sobre aguas azules de tu única casa, lleno de palomas y retratos, Feliz Muchacha de las colinas.

75

Sembrabas trigales sobre rocas y regando con tu


néctar, cosechaste bebés con alas, Virgen Muchacha de las colinas. Dormías al lado de cataratas azules, feliz y extasiada soñando un amor lejano, Ilusa Muchacha de las colinas. Amabas a un hombre por conocer y besabas manos de santos en antiguas iglesias, Desconocida Muchacha de las colinas. Danzabas mágicamente, cantando finamente, perfumabas como las flores soñadas. Maravillosa Muchacha de las colinas. Disfrutaste mucho; solitaria y ligera, viajabas hacia futuros recuerdos, Bendita Muchacha de las colinas. Desandas torpemente luciendo tus cabellos pintado por el tiempo, Muchacha de las colinas que aún te espero.

76




LUNA DE SETIEMBRE ¡Esta tarde partiremos! Lento, inseguro y nostálgico, nuestras manos recuerdan, lo más bello que alguna vez, soñamos desde la nada. Al compás de la promesa, nuestros absortos caminos abren olvidadas promesas y buscarán encontrarse. ¡Ah! El recuerdo de mi lejana juventud, se desvanece ante la conciencia dormida, que sorprendió a nuestro corazón enamorado. Los pájaros vendrán a abrazarnos junto a la fuente donde sembraremos

todo nuestro viaje

inconcluso. 79


Nunca te culpes, simplemente estaremos esperándonos. Cada vez que quieras besarme, abraza el viento y besaré tus labios que irán germinando amores en otros amaneceres. ¡Cuánto daríamos volver a vernos! ¿Acaso otro muro de historia escribiremos? Nuestras almas volverán escribiendo promesas y viviremos sublimes sueños, aprendiendo a reírnos de otras personas. Allí dormirán nuestros delirios, los ríos, los corazones, la luna de setiembre donde nuestros amores, enredaron sus pies descalzos al caer tímidas lluvias, consumando nuestro breve destino. ¡Te extraño como no lo imaginas!

80




SI PUDIÉRAMOS SABER ¿Quién cabalgó sobre polvorientas mares sobre potrillos alados? ¿Quién hizo que hablara la culebra en aquel mágico paraíso perdido para siempre? ¿Dónde está nuestra hija desconocida? ¿Por qué se retrató Da Vinci, en la última cena? ¿Qué soldado escapó del futuro? ¿Quién mató nuestros sueños del ayer? ¿Por qué nunca besó don Quijote a Dulcinea del Toboso? ¿Quién durmió en la isla de Robinson? ¿Cuándo habrá el próximo diluvio? ¿Dónde mora la muerte con su rostro de ángel? ¿Quién volvió de la muerte para contarnos sus maravillas? ¿Quién pudiera beber y nunca más volver a tener sed? ¿Quién podría atravesar por los ojos de una aguja?

83


¿Dónde mora la muerte? ¿Todos estamos predestinados al infierno del fuego y el dolor eterno? ¿Hacia dónde iremos mañana al amanecer? ¿Quién cerró los fauces de los leones hambrientos al ver al viejo Daniel? ¿Por qué las guerras? ¿Por qué las injusticias? ¿Por qué las madres abandonadas y niños sin nombres? ¿Por qué los ancianos sin techo y los niños huérfanos? ¿Por qué las traiciones y las infidelidades? ¿Por qué las infelicidades? ¿Por qué el hambre del mundo? ¿Por qué nos somos felices? Si pudiéramos saber. ¡Oh Dios mío! ¡Perdona mis preguntas! Apenas soy un niño que aprende a sonreír.

84





NO ES SU CULPA Al partir, juró escribirme todas las noches, ¡Nunca lo hizo! no la culpo, simplemente así es la eternidad. El sabor de su boca, todavía disfruto, como si la hubiera besado mañana. La he soñado cada instante en infinitas imágenes, escuchando voces de los niños que tal vez tendremos y leo los sueños que escribiremos. A la mitad del camino, vivía locamente enamorado, ahí están las promesas por leer, los muros que olvidamos levantar. 87


Al final del viaje, la amo ¡Cómo no se imagina! Cada día fui a esperarla en el viejo banco prehistórico donde la besé por vez primera. Sus miradas me acosan lujuriosamente hacia los campos donde alguna vez resucitaremos. Y las empedradas calles de mi pueblo, cuentan una extraña historia de amor, de cartas no leídas, flores olvidadas, sueños dormidos, y promesas incumplidas. Esta tarde, iré por última vez a esperarla, porque mi tiempo, ¡Se ha terminado para volver a empezar!

88




¿OLVÍDARME? Si alguien descifra los misterios que aguarda la palma de mis manos, ¿Mis días habrán terminado? Entonces, espérame sin sorpresa detrás de los extramuros por descubrir alrededor de aquel universo de leucocitos impalpables donde ya estuve. Hilvana mi nombre sin prisa, en los mares para la posteridad del inevitable recuerdo. ¡Qué pena vivir tanto!, para inmortalizarse pronto como las horas que aguarda el prisionero y asombrada, contemplarás mi destino escrito, para soñar acariciar todas mis promesas espantadas por la lluvia.

91


Cuando leas mi regocijo en la palma de mis manos abiertas, volveremos a empezar. Al escuchar voces de pájaros errantes, volando bajo cúspides marinas, cuando los solitarios barrancos entreguen sus vestigios, cuando los soldados vuelvan morir alegres batallas de espadas y banderas, junto a Leónidas en el paso de los desfiladeros, querida mía, al leer las palmas de mi mano, ¡Recuérdame siempre!

92





VIAJERO Duermes alrededor de extrañas torres circulares, garabateando tu polvoriento nombre de papel mojado y tinta, tinta y aliento. Alcanzando morar en la palma de mi desnudo destino inventado. Y acaricias sólo cuando el llanto se haya silenciado para siempre. ¡Y tú! habrás despertado dentro de mí, como carne de mi carne.

95


Acariciando un interminable deseo, pintado de alegría, polvo, y sueños. Apenas has llegado y te marchas para volver, trajinado por el tiempo y la fatiga. ¡Oh viajero! ¡Viajero feliz! Hecho de fragmentos y desaciertos.


96




ALPARGATA MILAGROSA Cuentan la historia de una misteriosa alpargata olvidada cierta tarde borrascosa, quien la encuentra o sueña con ella vivirá eternamente ¡Qué horror! Alpargata esquiva y prodigiosa, ¿dormirá oculto a orillas del Tíbet, o en arenas del Jordán? Las mujeres testifican haberlo visto dormir a orillas del mar Rojo, los hombres describen bañarse desnuda en el Éufrates, arrullando sensibles y delicados piececitos; ¡Alpargata de la resurrección!

99


Tal vez algún día volveremos a verlo, en soleadas arenas del desierto por descubrir o simplemente en la siesta de los mágicos atardeceres, alpargata de la ilusión y la vida eterna. Alpargata milagrosa, recuerdo haberlo soñado, en los supermercados de ilusión y en nuestras sencillas moradas de cartón, invitándome a recorrer el mundo. Al despertar, recordé espantado la profecía y escribí este poema desafiando mi eternidad. Alpargata mágica de Cristo enamorado.

100




NIÑOS DEL SUR Olvida nuestra distraída malicia, asolando heredades y aposentos de tus padres, tus búfalos, tus árboles, tus ríos y tus sueños. Volviendo tu mirada, perdona mis voces extirpando tu único nombre tatuadas sobre onduladas sabanas. Prisionero en cercos alambrados y ajenos en tu propia casa, hijos de padres extraños, partes a la vida como el relámpago de tus montañas y desandas buscando acribillar tu sed, sobre desiertos de elefantes y leones. Huimos por tus ríos donde ahora navegas, sin desasosiego, juntando tus manitas, de rodillas ante un Dios que a veces conoces, ¡Muchachos de miradas inocentes!


103

Las nubes, aguardan leopardos y gacelas, escuchando brisas esbozadas por sordas músicas, imploran tu inevitable viaje hacia lo desconocido. Lidiando piadosas madrugadas, ampara mis gélidas manos, mis compendios que alguna vez escrbió a todos tus padres. Absuelve a mis labios que siempre abrazó tu destino y ayúdame a vivir arrepintiéndome en mi lecho abrigando crepúsculos taciturnos, marfiles y junglas secretas. Al amanecer tus praderas, germinarán flores cándidas, como la nieve de tu cielo, humedeciendo un casto silencio, bosques, pájaros y amorosas madrugadas. ¡Misericordia a mis interminables profanaciones!


104




MI POCAHONTAS Perdóname haber despertado tu dormido amor, carne de mi carne, mi pocahontas de juncos y capulí, con sabor a granadilla, soñada desde mi prehistoria, pudiste haber sido y no fuimos. Extrañando tus afiladas manitas, imaginaré tu cabellera azabache al viento para trepar al cielo del paraíso que seguro nos aguarda, para bañarme en tu mirada, con la ilusión de un interminable amanecer, viviremos otras tardes.

107


Conmemoraré la sustancia de tu boca de sabor indescifrable, en la eterna fiesta del recuerdo y el primer suspiro, entre pájaros, árboles y lagos, mi coralillo de los jardines azules. Durmiendo al pie del acantilado donde nací, busqué tu rostro entre flores amarillas, e imaginando tu extraña belleza, busco tu aliento con sabor a granadilla inolvidable, sobre mares turbulentos, cuyo nombre apenas sospechamos en los sueños. Inflamado de vanos suspiros al pie de anaranjados atardeceres, siempre te espero. ¡Mi pocahontas que alguna vez soñé!


108




ÍNDICE Mañana al despertar piensa en Mí Sueños Condena El Buscador Mujeres del Oriente El Muchacho que se marchó sin decir adiós Siempre estuviste allí Poeta Oscuro lecho Amor profano Volver a casa Voces Si yo pudiera ¿Navidad? Mentiras Muchacha de las colinas Luna de setiembre Si pudiéramos saber No es su culpa ¿Olvídarme? Viajero Alpargata milagrosa Niños del sur Mi Pocahontas

15 19 23 27 31 35 39 43 47 51 55 59 63 67 71 75 79 83 87 91 95 99 103 107


111



MAÑANA AL DESPERTAR PIENSA EN MÍ, se terminó de imprimir en la Imprenta Belimpress de, Hernández Quispe, Daniela Esperanza. RUC.10468715398. Av. Bolivia Nro. 132 Int. 235E C.C. Centro de Lima (Sótano frente a Oeshle) Lima - Lima - Lima.Cel.: 998282431 – 981085442 diciembre, 2017

113





Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.