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AÑO XXII No. 8477
D E C H I A PA S F u n d a d o e n 1 994 p o r D o n N o é F a rre ra M o ral es
#Familiares de la víctima narran los hechos
Padres de familia claman justicia por menor violentado en jardín de niños Ya fue detenido el presunto responsable, pero existe temor de que pueda quedar libre #PÁG. 15 #PÁG 03
Supervisa MVC construcción del Hospital de Tapachula #Pág 11
Sectores en Chiapas respaldan la Ley Penagos #Pág 08
Del descrédito en Salud Ayer, el secretario de Salud estatal, Francisco Ortega Farrera, compareció ante la Comisión de Salud del Congreso local para informar la condición en que se encuentra el sistema hospitalario en Chiapas. El arribo del funcionario no se da porque quiera mostrar su excelso trabajo o porque sea un dechado de virtud, sino porque la entidad se convirtió en noticia nacional luego de que se exhibiera que se inauguraron centros de salud sin que éstos estuviesen funcionando al 100 por ciento, pero sobre todo porque al secretario se le ocurrió dar una respuesta digna de burla al afirmar que son protocolos que se siguen y que en todas las obras funciona del mismo modo. Esta no es la primera vez que Ortega Farrera se equivoca rotundamente. Tampoco es la última porque conociéndolo seguramente lo volverá a hacer. Lo que debería ser, y lo digo desde mi punto particular de vista, es un cambio urgente en la Secretaría de Salud que sigue herida de muerte desde el sexenio pasado en que el bastardo Juan José Sabines Guerrero la llevó a convertirse en su caja chica de desvíos, cobijado por el exsecretario James Gómez Montes. No por algo el pirómano vuelto secretario de Salud actual fue quien declaró en el supuesto accidente donde se quemaron documentos importantes que servirían para auditar a esta Secretaría.
Olvera no conoce la moral: Bustamante #Pág 05