
6 minute read
4) Mitología
Cuento del Origen
Quiero cantarte una canción, para contarte el inicio de nuestra historia. Todo empezó en el bosque con un dios, y al mismo tiempo una diosa. Era ambas cosas, madre y padre creador. Se llamaba Rajeku; tenía alas, cola y orejas de animal. Esa divinidad vive en el punto en el que el cielo y la tierra se unen de manera infinita; en un lugar rodeado de un mar dorado. Dio a luz un huevo de arcoíris, pero el brillante arcoíris emanaba demasiada luz al ser tocado por el sol, el huevo dejó ciega a Rajeku. El huevo cayó, impactó contra una nube y se hizo trizas, la diosa lloró y cantó sin palabras. De su interior brotó una semilla, la cuál emergió gracias a la canción de su madre Rajeku. La semilla floreció y se esparció por todo el suelo, volviéndolo fértil. Esa es la canción del comienzo y ésta es la historia del comienzo. El karakum, el gato de las montañas, fue la primera criatura de este mundo en poder conjurar el canto con la melodía de sus palabras, su voz brotaba como un frágil arroyo de agua y a veces era tan intensa como una llamarada. El resto de criaturas que pasaron cerca, le oyeron y se detuvieron, encantados. Olvidaron su clamor matutino y saborearon ese exquisito milagro por un momento.
Advertisement

Las cuerdas de las enredaderas crearon un laúd, el karakum lo tocó con sus uñas cristalinas. Los sonidos que hizo surgieron y se mezclaron con la canción que cantó, desbordando y brillando alrededor del karakum. Los animales se sentaron en el camino y escucharon. Brillante, todo era brillante. La tierra parecía desvanecerse, y recibieron la luz que descendió suavemente hacia ellos. Los restos de la luz se desviaron, brillando en el aire y quedando marcadas para siempre sobre ellos. Una sonrisa se formó en el rostro del karakum. Voz, sonido, luz. ¿Pueden suceder reuniones realmente afortunadas como éstas? ¿Pueden tales corazones revolotear y encontrarse por casualidad? Al mismo tiempo que el escenario verde cae en la luz, el karakum canta. Atesorémosle, nuestra fuente Rajeku, ahora es el momento de compartir nuestra alegría. Tiene una belleza voraz antes de que se libere hasta su final. Ésta canción es sobre la tristeza, coraje y ferocidad que hay en el mundo.
(Canto popular phookain en honor al padre-madre Rajeku y fragmento principal de los relatos sobre la Historia del Comienzo, traducido del latín, puesto que los Phooka no tenían lenguaje escrito).

Cuento de la Humanidad
El huevo de Rajeku dio la vida al mundo, lo volvió verde, brillante y eterno. Rajeku, fuente de todo, le sopló a las estrellas y a la espuma de los ríos para crear un nuevo ser y que al mezclarse con el suelo, llegó. Y con ese nuevo ser llegaron más seres iguales a aquel. Algunos se parecían a los animales que fueron los primeros en andar sobre el mundo. De estos nuevos seres había algunos blancos, otros amarillos y algunos rojos. Pero todos eran el mismo nuevo ser. Crecieron como las raíces de los árboles, expandiéndose por el mundo. El mundo está poblado de espíritus y ellos están en toda la naturaleza, porque todo lo que crea Rajeku tiene vida y por eso merece vivir. El comienzo de todo fue con el primer Nuevo Ser, nacido por la otra mitad de Rajeku, fue una mujer; heredó sus largos cabellos, sus manos amables, sus pies firmes, su figura erguida y delicada, pero resistente. En esta ocasión, madre-padre quiso hacer algo diferente, le dio libertad de explorar el mundo y protegerlo, el Nuevo Ser podía preguntar, hablar directamente con Rajeku y conocer al tiempo. Sin embargo, el Nuevo Ser se sentía triste, los espíritus de la naturaleza le acompañaban pero, al Nuevo Ser lo llenaba la soledad,

quería alguien que se pareciera a ella, un verdadero amigo para toda la vida. Antes de que Rajeku interviniera, un espíritu, el espíritu guardián del bosque, se ofreció a volver como el Nuevo Ser. El espíritu del cielo le recordó que no podría ser espíritu de nuevo y compartiría la misma misión que ella, así como la muerte, ya que los espíritus no podían ser del todo el Nuevo Ser, son todo o nada, “nadie jamás se ha convertido por su propia cuenta.” El espíritu del bosque insistió, Rajeku escuchó y dijo: “No te convertiré como ella, porque si realmente lo deseas lo harás por tu cuenta, al ser como ella debes comprender lo que es la libertad y la responsabilidad de los actos.” El espíritu accedió. Decidió estar con el Nuevo Ser día y noche, aprendiendo el lenguaje de ella, creando ambos un lenguaje que los demás espíritus no comprendían del todo. El espíritu comenzaba a preguntar, a conocerse más allá de su propio cuerpo, también comenzó a sentir otras cosas más allá que su natural balance. Y un día, ella creó un objeto que dejó a todos los seres vivos fascinados y a los espíritus también, un objeto circular y grande, del tamaño del universo, que con golpearlo sonaba una melodía, aunque no se parecía a la canción del karakum, ella le enseñó al espíritu que ese


objeto podía hacer escuchar el ritmo de su interior, el de su corazón, y el espíritu quedó encandilado con ese sonido y así, escuchó su propio corazón. Después de eso, ella y el espíritu se dieron cuenta que ya no podrían separarse nunca. No querían estar juntos por que tenían que estarlo, tenían que estar juntos porque querían. En la noche se unieron sus melodías, incluso más fuerte que el objeto que había creado. Al llegar el día, el espíritu ya era como ella, convirtiéndose en la otra mitad de ella, la otra mitad de Rajeku, en hombre. Rajeku se regocijó por lo sucedido y como el amor solo puede multiplicarse, los nuevos seres llegaron, creando más melodías.
(Canción phookain sobre la Historia del Comienzo, posiblemente uno de los cantos más antiguos de dicho pueblo, la melodía de esta canción sigue siendo desconocida).
Las fotografías presentadas son hallazgos pictóricos encontrados en el pueblo de Grindelwald, en el interior de algunas cuevas cerca de las cordilleras montañosas. A continuación una breve descripción de cada fotografía:
Imagen 4.1: Es la representación más frecuente de Rajeku en los hallazgos de la edad de piedra, con el tiempo esta imagen se dejó de usar y con el uso del alfabeto se empezó a representar en palabras.
Imagen 4.2: La pintura cuenta la historia de la creación de los seres vivos. Comparte rasgos con el relato de la creación de los cristianos.
Imagen 4.3: Esta pintura explica la historia de la creación de los primeros seres humanos, se comprende una concepción matrialcal.
Imagen 4.4: Esta imagen se asemeja en construcción al Ying-Yang de la filosofía asiática, explicando que todo lo que crea la naturaleza y el universo es armonioso y tiene un por qué.