“Un viaje, muchos viajes dentro de uno. He pintado lugares y momentos a los que volver. Como si con la pintura se pudiera saltar en el tiempo, pero de una peculiar manera: danzando de instante en instante y con trazos que son todo lo vivido, que se enmarañan en colores.
Hay nombres propios: Roma, Belgrado, Singapur. Y lugares comunes: el mistral, el amor, la estrella de mar o el bullicio. Pintados para ir lejos, estando aquí al mismo tiempo.”
Alba Escayo