CATÁLOGO PATRIMONIAL

01. 03. 04. 05.
Federico Klemm. Pág. 3
02.
Biografía. Pág. 5
LA FUNDACIÓN FEDERICO KLEMM
La impronta de sus obras Pág. 7 Su rol mediático Pág. 9
Sus obras — Significados Pág. 13
Historia Pág. 19 06. 08.
07. 09. Exhibiciones pasadas Pág. 30
Premios Klemm Pág. 24 Colección — Piezas clave Pág. 26
Federico Jorge Klemm nació el 25 de mar zo de 1942 en Checoslovaquia y murió el 27 de noviembre de 2002, y fue a partir de 1948 que la familia decidió radicarse en Buenos Aires. Fue un eximio coleccionis ta, formó una colección única en Latinoa mérica, fue mecenas, visionario, pionero en la gestión de fundaciones artísticas en nuestro país, y como artista, se destacó como performer. Queer antes del queer; fotográfo digital antes del uso masivo de este medio localmente; y todo un filántro po que creía en el “arte para todos”.
Finalizados sus estudios secundarios, en tró en contacto con el Instituto Torcuato Di Tella, atraído por las nuevas manifesta ciones de arte, mini-arte, muerte del arte. Fue dentro de este espacio artístico-cul tural que Klemm tuvo participación en di versas Performances y Happenings.
Creada en 1995, la Fundación Federico Jorge Klemm abrió sus puertas en el es pacio contiguo a la Galería homónima que funcionó entre 1992 y 1995. Heredera de aquel proyecto, sus prácticas y trayec toria, la Fundación nació como un espa cio para que las obras de la colección de Federico Klemm tuvieran clara visibilidad pública, con acceso a todas las comuni dades, libre y gratuito, y acompañando a la difusión del patrimonio nacional e inter nacional con un programa de exhibicio nes temporales de arte argentino contem poráneo. En 1997, Federico Klemm sumó a la Fundación el Premio Klemm a las Ar tes Visuales, una convocatoria anual para promover a artistas jóvenes locales, y que representa la vía principal de crecimien to de la colección, sumando dos obras de arte emergente, a partir de los dos prime ros premios adquisición. Este proyecto, de gran prestigio en la comunidad artísti ca celebra, en 2020, sus 24 años de soli dez y reconocimiento.
“En la fundación que lleva mi nombre he mos instaurado una nueva concepción en cuanto a la creación de un espacio con vida propia que podemos definir como mu seo global, donde se exhiben colecciones en función didáctica y museológica que al mismo tiempo cubren las necesidades de los amantes del arte, de los coleccio
nistas y de la crítica especializada, y don de la obra adquiere una nueva dimensión dentro del arte como idea, para dejar un testimonio histórico del quehacer artístico desde el fin de milenio que nos toca vivir. Nuestra misión es de una gran responsa bilidad, porque asumimos nuestra deuda con el arte argentino en una proyección global que trascienda las dificultades de nuestra ubicación geográfica. Continua mente surgen nuevos valores artísticos y se consolidan internacionalmente artistas argentinos, lo que hace suponer que esta mos cerca de logros muy importantes en el campo del arte y que se pueden produ cir sorpresas muy gratificantes. Por eso mismo uno de los preceptos esenciales de nuestra fundación es promover a los artistas jóvenes.” FK, 1997.
Desde 1998, la Fundación cuenta con la designación de la Academia Nacional de Bellas Artes como veedora artística y ad ministrativa de la Fundación, que comen zó a accionar a partir de su muerte en el año 2002.
Cuenta con una colección de 760 obras de arte argentino e internacional del siglo XX: Andy Warhol, Roberto Aizenberg, Nan Goldin, Oscar Bony, Mark Chagall, Gior gio De Chirico, Lucio Fontanos y muchos otros, incluyendo obras del mismo Klemm.
Klemm puede ser imaginado como un artesano, hacien do un trabajo de artesanía minúscula, un bricolage guia do por una mano que tiembla, una mano insegura pero que disfruta del montaje. Este modo de hacer puede ver se hasta en su propia casa, un teatrito doméstico para el deseo personal, donde el resultado es un relato grandi locuente, que aun así no deja de ser frágil. Lo narrativo simplemente era la excusa para contar cierta relación con lo inmediato. Su pintura, de trazos rápidos y grue sos, hace aún más visible su inscripción en la historia del arte. Esas imágenes se escondían bajo la mitología para no ser cuestionadas, para legitimarse en iconogra fías conocidas y pertenecer a una tradición. Por ejem plo, esas figuras de jóvenes corpulentos que derriban templos, santos rodeados por las llamas, cuerpos que emergen del Río de la Plata entre cristales y astros, una mitología muy propia.
En relación a las obras y artistas que trae, hay un con traste entre la forma en la que muchos utilizaron su tra bajo como activismo y denuncia en medio de la crisis del sida, visibilizando la ausencia de políticas públicas, y la fgura de Klemm, que a pesar de acudir a apropiaciones iconográficas similares, no tenía una postura crítica, sino que aún confiaba en los marcos pesados, los cortina dos drapeados y las instituciones. Para entender esas imágenes, también es necesario vincular a Klemm con otros artistas fuera del ámbito local y fuera del sistema de referencias que él estableció para sí mismo junto a sus críticos: surrealismo y pop. Está bueno hacer más extrañas sus imágenes, acercar a algunos artistas a su obra, sin pretender forzar bajadas teóricas.
El proceso de producción de Klemm no puede separar se de su obra terminada. Todos los rollos fotográficos que en el archivo muestran modelos musculosos posan do entre escenografías de telgopor, que dan cuenta del proceso de trabajo de sus pinturas. Claro, esas situa ciones pueden pensarse como el motor detrás de toda su narración, una narración del deseo y del recuerdo en simultáneo. y esa narración es la que aparece tanto en su programa de televisión como en sus obras.
No hay certeza de que Klemm eludiera las defi niciones públicas, a pesar de que en una nota dijo que no era gay, que no era nada. Pero también hay que entender la época, tal vez no se podía expresar con palabras, pero su ima gen pública era muy fuerte. Al ver sus programas, que daba muy claro que él era alguien queer. En la televi sión de los noventa, donde el imaginario familiar, tan heterosexual, era omnipre sente, él abría otro mundo. La noche de Federico iba de la disco new york city, donde a veces no lo deja ban entrar, hasta las fiestas privadas que él organizaba alrededor de una fantasía personal. La noche desor dena las clases sociales, es el momento para mal gastar su fortuna, difumina algo de la identidad, es el momento de la deforman ce, se pueden sacrificar otras facetas de la vida, improvisar, y todo esto
está en sus fotocollages. Es un clown en el sentido que ironiza sobre su propia clase y apela al ridículo en el marco de la performan ce: puede exagerar, y tanto la noche como la ópera le permitieron un poco eso.
Klemm dijo una vez: “Fui bello solo seis meses”. Esa frase muestra la idea de una belleza que ya pasó. Una belleza que brillaba en sus cristales, en la os curidad de sus fotomonta jes, en el modo en el que concretó la mayor parte de la producción artística de sus últimos diez años de vida. Esto también se ve en el rostro cambian te que es su máscara. Las fotos de adolescencia y ju ventud lo muestran con un semblante angelical y sexy, pero en algún momento se desvió de esa imagen previsible. Su rostro devie ne una pantalla: una pose artificial. Claro, su método convertía estas imágenes
en patchworks extraños. Además, muchos de los fotocollages de Klemm se componen desde la fron talidad, la frontalidad del rostro y de la pantalla tele visiva. Esas miradas hacia adelante bañadas por la luz de neón que combinan el renacimiento y la época de la información. Se pien sa más en un klemm queer que en un klemm gay.
En su trayectoria, las imá genes preconcebidas, los clichés, los estereotipos, se encuentran con lo mons truoso. Se puede pensar en lo monstruoso como un desorden de las categorías: seres que reúnen combina ciones extrañas al sentido común, itinerarios que no son sencillos de ubicar en lugares estables. En sus fotomontajes los cuerpos hegemónicos de la época, las musculaturas tostadas de gimnasio, los rostros de los famosos, van hacia un lugar inquietante, siem
pre incomoda mirarlos. Esa conciencia de ser “una imagen de una imagen”, fue algo muy consciente en su trabajo. Me parece que los relatos mitológicos y re ligiosos que solían argu mentar la obra de Klemm servían para la conforma ción del artificio, del drama. una narrativa que era mu cho más efectiva que los argumentos ontológicos que describían su obra. El drama alimentaba su tra bajo, gestado, justamente, para ser mediatizado. te nés razón. y más allá de ese acartonamiento discursivo y lo no dicho, su aporte a los destapes posteriores es evidente. el atractivo de klemm aumenta con los años: las reproducciones de el banquete telemáti co en youtube son cada vez más, al mismo tiempo que crece la difusión de su colección de arte contem poráneo internacional. A pesar de haber evitado las definiciones públicas en
torno a su sexualidad, su performance influyó en los imaginarios de las disiden cias locales. creo que esto que decís se puede ver en los mismos contrastes que propone klemm, que vemos en su obra y que también vimos en su archivo, ese pasaje que va de la belleza y la juventud, a ser calvo y usar peluca, la recurrencia a cuerpos estilizados de bailarines, pero también de strippers y en el uso de los materiales, desde las joyas más caras hasta el telgo por. Klemm operaba si multáneamente como host y outsider de su propio medio artístico justo en la época en que la distancia entre la cultura popular y la alta cultura se desdibuja. Su obra fue tan denosta da como adorada, al igual que su personaje. Son las controversias de una figura que se codeaba tanto con artistas como con perso najes de la noche porteña, del jet set internacional o
de la política oficial. Pero, no hay duda que la figura de Klemm da forma a un presente queer. Sí, es in creíble como su universo de imágenes e ideas pro vocó siempre, en su épo ca, pero también hoy. En el borde entre la divulgación y lo erudito, el mainstream y el under, entre una esté tica hegemónica y lo freak. Era claramente una figura paradójica, cercana pero extraña, de algún modo, siempre desfasada.
Federico Jorge Klemm nació el 25 de mar zo de 1942 en Checoslovaquia y murió el 27 de noviembre de 2002, y fue a partir de 1948 que la familia decidió radicarse en Buenos Aires. Fue un eximio coleccionis ta, formó una colección única en Latinoa mérica, fue mecenas, visionario, pionero en la gestión de fundaciones artísticas en nuestro país, y como artista, se destacó como performer. Queer antes del queer; fotográfo digital antes del uso masivo de este medio localmente; y todo un filántro po que creía en el “arte para todos”.
Finalizados sus estudios secundarios, en tró en contacto con el Instituto Torcuato Di Tella, atraído por las nuevas manifestacio nes de arte, mini-arte, muerte del arte. Fue dentro de este espacio artístico-cultural que Klemm tuvo participación en diver sas Performances y Happenings. n 1970, desplegó y extendió aquellas prácticas en espacios alternativos como galerías de arte, discotecas, círculos de escritores, y otros lugares en los que se congregaba el público de vanguardia. En 1983, comenzó a indagar en el género del video-retrato y estudios de personajes de su entorno, utilizando el medio televisivo, desde los códigos de una pintura, en cuanto al en cuadre y la perspectiva. Pasados unos años se introdujo en la problemática de la pintura de techo, realizando estudios fo tográficos de escorzos corporales, y pos teriormente, pasará a ocuparse de los re tratos y ahondará en temas mitológicos y religiosos que impactarán en su obra
En 1992, comenzó a exponer prolíficamen te de manera individual y colectiva en el ámbito local, inaugurando la Galería Klemm Arte Contemporáneo , con el objetivo de di fundir el arte nacional e internacional en Argentina. A partir de sus contactos con medios locales y con galeristas amigos, presentó a artistas internacionales nun ca antes exhibidos en Argentina, como Andy Warhol, Robert Mapplethorpe, Pat Andrea, Fernando Botero, Roberto Matta, Christo y Carlo Maria Mariani, entre otros. Muchas de esas exhibiciones internacio nales o nacionales fueron la oportunidad para la adquisición de obras que se suma ron a los conjuntos que Federico Klemm coleccionaba, y son la base del patrimo nio nacional e internacional actual.
Durante 1994, Klemm en colaboración con el crítico de arte Carlos Espartaco, inició la emisión de un ciclo de videos sobre temas de arte, titulados El Banquete Tele mático , que fueron transmitidos en la te levisión abierta de los años noventa con mucha notoriedad.
En 1995, dio estatuto a la Fundación Federico Jorge Klemm , un espacio para que las obras de su colección tuvieran clara vi sibilidad pública, abierto a la comunidad, con acceso libre y gratuito, y con un pro grama de exhibiciones temporales, de dicado a la difusión del patrimonio y a la promoción de artistas jóvenes. Siguiendo con esta misma línea de pensamiento, de acercar al público local las producciones
artísticas más contemporáneas y, al mis mo tiempo, fomentar la visibilidad de los artistas emergentes, es que sumó en 1997 el Premio Federico Jorge Klemm a las Artes Visuales Contemporáneas, un premio anual con vigencia ininterrumpida hasta la actualidad. Este proyecto significó no solamente hacerse un lugar de prestigio en el medio artístico y convertirlo rápida mente en un espacio de gran acción para los artistas, sino también una vía de con tinuo crecimiento para la colección, al tra tarse de un premio en dinero, con adquisi ción de dos obras por cada edición anual.
Dedicado a la obra de Federico Klemm -artista, mecenas, coleccionista y performer, a ochenta años de su nacimiento y veinte de su muerte.
Curadoras: Federica Baeza, Guadalupe Chirotarrab.
Diseño expositivo: job Salorio / Curadores
Con inauguración el 31 de marzo de 2022, se da inicio a todo un año de homenajes con una exposición con obra de Federico Klemm en tres episodios, en los cuales se exhibirán sus foto-pinturas y foto-collages, objetos, documentos de archivo, mobilia rio y una selección de piezas de su colec ción -actual patrimonio de la Fundación-. En paralelo a los tres episodios, sobre El cuerpo de una colección, la exposición permanente del acervo de la Fundación con la curaduría de Federica Baeza, Gua dalupe Chirotarrab, y un nuevo invitado Santiago Villanueva, se presentarán una serie de intervenciones y activaciones. El ciclo involucra un audiovisual con material del Archivo de la Fundación, seleccionado por el equipo curatorial y editado por el artista invitado Joaquín Aras, y una pro puesta de sitio específico del artista Da niel Basso, Primer Premio Klemm 2020, que irá sumando capas de sentido entre las obras del patrimonio y las imágenes icónicas de Federico Klemm, a partir del segundo semestre del año.
El Cuerpo de una Colección reúne más de cien obras de artistas principalmente argentinos, norteamericanos y europeos que integran el valioso legado del artista, mecenas y refe rente del coleccionismo local, Federico Jorge Klemm. La colección está integrada por im portantes piezas representativas de diversos movimientos artísticos tales como el surrea lismo, la pintura metafísica, el arte concreto, la transvanguardia italiana, el minimalismo, el pop, el nouveau réalisme francés, el informa lismo, el arte óptico y el arte de acción, en tre otros, que la constituyen como uno de los acervos de arte argentino e internacional más relevantes en nuestro país. Asimismo, confor man la colección obras de artistas locales que han sido galardonados con el Premio Klemm desde el año 1997 hasta la actualidad.
La propuesta curatorial tiene como objetivo otorgar inteligibilidad a un conjunto ecléctico de obras en función del contexto de recepción que definió la colección, más allá de sus ins cripciones en una historia del arte universal o nacional. La misión es recuperar la escena en la que se conformó este acervo marcado por la mediatización del arte contemporáneo y las fuertes transformaciones en el campo cultural. El diseño expositivo, desarrollado por los curadores y Job Salorio, se estructu ra a partir de la investigación de diversos so portes discursivos que han otorgado carácter a la Fundación Klemm desde su creación en 1995. La piedra angular del montaje es la se rie de programas de televisión producidos por Klemm junto con el crítico Carlos Espartaco entre 1994 y 2002: El Banquete Telemático La colección fue una escenografía recurrente en aquellas emisiones. La performance me diática de Klemm es su obra de arte total más ambiciosa y ha participado de la educación estética de varias generaciones. En las seis salas de la Fundación se disponen una se rie de sets y ambientaciones centrados en nociones paradigmáticas que estructuran el
abordaje de la colección: Tiempo, ficción y utopías; Artistas, medios y cultura de la cele bridad; El amor al arte: el gesto del coleccio nista; Teatro, mito y lirismo; e Imagen de una imagen: consumo, simulacro y trauma .
Federico Klemm
Cristologia Sangrante, 1998
Instalación: prisma rectangular de metal, estructura acrílica en forma de torso, estructuras irregulares símil rocas, joyas, cruz, dos hojas rojas, collar dorado con incrustaciones de piedras rojas y transparentes, perlas rojas y doradas, 252 x 126 x 34,8 cm
En El cuerpo de una Colección se exhiben obras de los siguientes artis tas: Roberto Aizenberg, Arman, Richard Avedon, Elba Bairon, Joseph Beu ys, Oscar Bony, Mildred Burton, Marc Chagall, Christo, John De Andrea, Giorgio De Chirico, Lucio Dorr, Lucio Fontana, Nicolás García Uriburu, Ed gardo Giménez, Nan Goldin, Enio Iommi, Yves Klein, Federico Klemm, Jeff Koons, Guillermo Kuitca, Gerard Laing, Sol LeWitt, Roy Lichtenstein, Ma riette Lidys, Marcos López, Raúl Lozza, René Magritte, Man Ray, Robert Mapplethorpe, Max Gómez Canle, Ad Minoliti, Marta Minujín, Mondongo, Alicia Penalba, Emilio Petorutti, Peter Phillips, Pablo Picasso, Pierre et Gilles, Humberto Rivas, Larry Rivers, James Rosenquist, Cindy Sherman, Yves Tanguy, Victor Vasarely, Andy Warhol y Xul Solar.
Klemm puede ser imaginado como un artesano, haciendo un trabajo de arte sanía minúscula, un bricolage guiado por una mano que tiembla, una mano insegura pero que disfruta del montaje. Este modo de hacer puede verse hasta en su propia casa, un teatrito domés tico para el deseo personal, donde el resultado es un relato grandilocuente, que aun así no deja de ser frágil. Lo na rrativo simplemente era la excusa para contar cierta relación con lo inmediato. Su pintura, de trazos rápidos y gruesos, hace aún más visible su inscripción en la historia del arte. Esas imágenes se escondían bajo la mitología para no ser cuestionadas, para legitimarse en ico nografías conocidas y pertenecer a una tradición.
En relación a las obras y artistas que trae, creo que hay un contraste entre la forma en la que muchos utilizaron su trabajo como activismo y denuncia en medio de la crisis del sida, visibilizando la ausencia de políticas públicas, y la fgura de Klemm, que a pesar de acudir a apropiaciones iconográficas similares, no tenía una postura crítica, sino que aún confiaba en los marcos pesados, los cortinados drapeados y las institu ciones. Para entender esas imágenes, también es necesario vincular a Klemm con otros artistas fuera del ámbito local y fuera del sistema de referencias que él estableció para sí mismo junto a sus críticos: surrealismo y pop
Está bueno hacer más extrañas sus imágenes, acercar a algunos artistas a su obra, sin forzar bajadas teóricas.
El proceso de producción de Klemm no puede separarse de su obra terminada. Todos los rollos fotográficos que en el archivo muestran modelos musculosos posando entre escenografías de telgo por, que dan cuenta del proceso de tra bajo de sus obras.
No hay certeza de que Klemm eludie ra las definiciones públicas, a pesar de que en una nota dijo que no era gay, que no era nada. Pero también hay que entender la época, tal vez no se podía expresar con palabras, pero su imagen pública era muy fuerte. Al ver sus pro gramas, quedaba muy claro que él era alguien queer. En la televisión de los noventa, donde el imaginario familiar, tan heterosexual, era omnipresente, él abría otro mundo. La noche de Federi co iba de la disco new york city, don de a veces no lo dejaban entrar, hasta las fiestas privadas que él organizaba alrededor de una fantasía personal. La noche desordena las clases sociales, es el momento para malgastar su fortu na, difumina algo de la identidad, es el momento de la deformance, se pueden sacrificar otras facetas de la vida, im provisar, y todo esto está en sus foto collages.
Esta colección está compuesta por 386 obras de 147 artistas contemporáneos di ferentes. El cuerpo de la colección con siste en mostrar la performance pública de Klemm, como artista, como mecenas y como figura pública. Todas las obras fue ron seleccionadas con el fin de represen tar algún aspecto de Klemm, y cada una de las salas fueron pensadas con alguna “temática” específica.
La primera sala, introducción. Es una puesta en escena, trata de replicar como él veía su casa a través de una “trasmuta ción de lo ordinario a lo valioso” por ejem plo una de las piezas que conforman esta sala es una mesa de vidrio que tiene como “sostén” lo que parece ser una piedra pre ciosa cuando en verdad es un telgopor pintado con dorado.
La segunda sala, tiempo ficción y utopías. Trata de modernidad, es una sala blanca con diferentes obras que llevan al cues tionamiento de espacios. Es un “espacio donde se yuxtaponen diversos sentidos y tiempos”. En nuestra búsqueda leímos que el significado de yuxtaponer es “Poner una cosa junto a otra sin interposición de ningún nexo o elemento de relación.” que en esta fundación tiene un gran peso ya que el fin de toda la exposición de la Co lección Klemm es mostrar la esencia de él a través de artistas contemporáneos que no tienen ningún tipo de conexión entre sí.
La tercera sala, artes, medios y cultura de la celebridad. Trata sobre el artista como celebridad, busca mostrar la sociabilidad del campo artístico. Acá se encuentran varias obras de Federico donde pone su propia figura, su cuerpo, a disposición del proyecto. Es una sala donde el cuerpo desnudo toma el centro.
La cuarta sala, el amor al arte: El gesto del coleccionista. En esta sala hay un mon tage que consiste de una pared llena de pinturas encuadradas haciendo alusión al coleccionista. Busca mostrar la idea de “perdurar más allá de la muerte” y mostrar a Klemm que, más allá de su vida como artista, también tenía un lado en su vida que era coleccionista.
La quinta sala, teatro, mitos y lirismo. En una sala de color azul intenso con ilumi nación baja, trata de una oscuridad densa con imágenes. Esta sala busca mostrar la iconografía de la historia del arte a través de una mirada queer, utilizando recursos como el glitter y conchas marinas.
La sexta y última sala, Imagen de una ima gen: consumo, simulacro y trauma. Apa rece la noción de simulacro, habla sobre la imagen y mi imagen del mundo. Busca mostrar el aspecto traumático e improce sable de la sociedad de masas. Artística mente muestra algunas de las temáticas centrales para el pop.
Federico Klemm
Prometeo encadenado, 1994
Foto-pintura, collage: pastel al óleo, colores al acrílico sobre impresión inkjet en papel RC, 123,5 x 123 cm
“
El Premio Federi co Jorge Klemm a las Artes Visuales se presenta anual mente, e ininterrum pidamente, des de 1997. Dos obras premiadas (Primer y Segundo Premio) ingresan a la Co lección Patrimonial cada año, como modo exclusivo de adquisición, confor mando a lo largo de ya 25 años, una ex tensa sección de la colección dedica da al arte argentino contemporáneo.
El Premio es, en la escena y co munidad artística local, muy querido, respetado y desea do, no solo por su continuidad y tra yectoria, sino por el valor de ingreso y pertenencia a la Colección Klemm.
Cada año, la Fun dación invita a un Jurado externo con formado por cinco miembros, y se abre la convocatoria. Las
bases del Premio, que son revisadas y actualizadas perió dicamente, -acom pañando los cam bios y renovaciones en el arte contem poráneo-, invitan a artistas sin límite de edad -mayores de 18 años-, naci dos argentinos o con residencia de más de dos años. El Premio no limita las disciplinas, sólo una unidad de medida máxima para ga rantizar la conser vación de la futura obra en los depósi tos de la Fundación, y su óptima exhibi ción en salas. Las obras pueden ser del mismo año de la edición del premio o hasta cinco años anteriores. Otros de los compromisos llevados adelante con los últimos pre mios fue el desarro llo de un Reglamen to para los Jurados, en el cual se acuer da garantizar el res peto a la diversidad y cupo con equidad.
En sus prime ras ediciones se otorgaron Primer, Segundo y Tercer Premio; y en el año 2000 se realizó una edición especial dedicada a la Foto grafía, en homenaje a Rosa Klemm.
Luego del falleci miento de Federico Klemm, la continui dad del Premio se constituyó con dos Premios Adquisi ción, dos Mencio nes, y una Mención del Jurado. Muchos de los artistas que recibieron el Primer Premio contaron con una exposición individual en la sala de exposición tem porales. Este año estaremos inaugu rando en abril la ex posición individual de Sebastián Gor dín, como continui dad de su Premio obtenido en 2017. En 2020, dada la situa ción de emergencia sanitaria y el aisla miento social, pre ventivo y obligato
rio, implementamos por primera vez el proceso de postu lación y selección del Jurado de modo remoto, online, a partir de nuestra web, con excelen tes resultados. Un récord histórico de 1.736 postulaciones llegaron a la plata forma y fueron revi sadas por el jurado, en diversas etapas, entre agosto y oc tubre. 40 artistas quedaron seleccio nados y la reaper tura de los espacios culturales bajo pro tocolo, permitió que llegaran todas las obras a la Funda ción, se realizará el montaje y el Jurado pudiera realizar la premiación presen