“Algo pasó, no se aplicaron los recursos y, por supuesto, subsisten dudas fundadas en torno a un posible desvío de recursos y la certeza de que las empresas no cumplieron con lo prometido”, relata el profesor. El docente ha denunciado en otras ocasiones las irregularidades dentro de la Secretaría de Educación estatal por la compra de computadoras personales hasta por 22 mil pesos, cuyo valor real no rebasaba los 8 mil. “Con todo esto de la reforma educativa, lo que no hemos escuchado es la palabra auditoría. No hemos
escuchado una propuesta de auditor a las Secretarías, tanto federal como estatales, porque no es posible que sigan manejando los recursos a su antojo sin que nos rindan cuentas”, dice. El también ex regidor de Othón P. Blanco explica que para revertir el debacle educativo se debe aplicar la autoridad a fondo, precisar el uso de los recursos vía una contraloría ciudadana que transparente los gastos y, sobre todo, garantizar que todas las escuelas reciban mantenimiento una vez cada cinco años. “Tenemos escuelas en Chetumal que desde hace más de 20 años no las han remodelado, y otras de reciente creación que cada año reciben recursos. Hay que acabar con la discrecionalidad —sentencia—. Todos merecen recursos. Si no, seguiremos teniendo escuelas pequeñas bien pintadas y escuelas consolidadas en ruinas”./
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