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la era digital
La constante evolución siempre supone un riesgo en algo preestablecido. Todo lo que ocurre es parte del famoso efecto mariposa.
La globalización trasciende a todo el mundo, las fronteras se comienzan a disipar. La masividad de datos, los medios de comunicación, las redes sociales, impactaron en el mundo dando paso a un nuevo estilo de vida y a un nuevo tipo de sociedad. El cambio se volvió inminente.
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Todos los avances logrados, en muchos aspectos fueron positivos. Estos nos han permitido llegar a lugares que nunca llegaríamos, también nos han brindado cientos de herramientas de aprendizaje que nos han ayudado a evolucionar en muchos aspectos.
Pero estos avances también causaron efectos negativos y algunos de estos repercuten directamente en la sociedad. Entre ellos, la polarización social, la cual a nivel global genera conflictos sociales, económicos, políticos, ecológicos, entre muchos otros.
El arte, a lo largo de la historia, resultó la herramienta de salida, de voz, de manifestación contra muchos de estos problemas.
Entonces, se puede decir que el arte siempre estuvo en esta encrucijada, pero quien se vio más amenazado a lo largo de la historia fue el artista. Este, escéptico de lo que ocurre, muchas veces se limito a pensar en las puertas que abrían los avances, sin darse cuenta que la tarea principal del artista es cuestionar lo que pasa.