Luis Daniel y Arianna planifican sus vacaciones
Luis Castellanos H
Luis Daniel y Arianna planifican sus vacaciones Luis Castellanos H
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Luis Daniel y Arianna planifican sus vacaciones Luis Castellanos H Maracaibo, Edo Zulia. Venezuela. 2002 Libro digital Š
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A mis hijos, que son la razón principal de mi existencia…
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S
e acercaban las vacaciones de
fin de año escolar, y Luis Daniel no sabía para dónde iría a viajar. Luis Daniel estaba terminando de estudiar
en
el
salón
de
“Preparatorio”, en el Colegio “El Principito”, e n la ciudad de Maracaibo, y su hermana Arianna Andrea apenas estaba empezando a caminar. Una tarde, haciendo la tarea con su Papá, le preguntó: - “Papi, ¿para dónde vamos a viajar en las vacaciones?” El Papá de Luis Daniel no supo qué responderle. Luis Daniel entonces empezó a pensar en los sitios a donde él quería viajar. Su papá le preguntó si quería viajar en carro, en avión, en tren o en barco. También le preguntó a quién iba a invitar al viaje que iba a hacer.
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- “Bueno – dijo Luis Daniel, -¡yo quiero viajar en tren!”
El Papá de Luis Daniel le respondió: - “Luis Daniel, ¡pero en Maracaibo no hay trenes! Piensa en otra manera de viajar.” - “Entonces ¡quiero viajar en barco, papi!” – dijo Luis Daniel.
- “En barco va a ser un poco difícil, ¡ya que de Maracaibo no salen barcos de pasajeros, Luis Daniel!” – le respondió su Papá. - “A mí siempre me ha gustado viajar en Autobús. ¡Y tengo mucho tiempo que no viajo así!” - dijo Luis Daniel.
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El papá de Luis Daniel le respondió que sería complicado para la familia, viajar en autobús, con todas las maletas. “Acuérdate que vamos a ir todos, y es mejor que para estar más cómodos, viajemos en carro. ¿Qué te parece? - le dijo su Papá.
- “Bueno, déjame pen-sarlo, Papi.” - le respondió Luis Daniel. Y empezó a pensar cómo sería viajar en carro. - “Oye, ¿y a quién voy a invitar?” – pensó Luis Daniel. - “Ya sé, ¡invitaré a los Víctores!”
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Luis Daniel llamaba “Víctores” a los hijos del Padrino de Arianna, Tío Víctor. Ellos se llamaban Víctor Manuel y Víctor José. Casualmente vivían, para la época, en el mismo edificio, pero en el piso de abajo. - “Bueno, vamos a preguntarle a mami si está de acuerdo” – le dijo su papá. “Pero, todavía no has dicho para dónde quieres ir.”- continuó su papá. - “Okey, ya decidimos que vamos en carro, y que vamos con los Víctores. Ahora déjame pensar para dónde vamos a ir.” – dijo Luis Daniel. Luis Daniel buscó a Arianna y le preguntó su opinión acerca de lo que había recomendado hasta el momento. Arianna estaba ocupada leyendo su cuento de “Ranis Ojitos Saltones”, y cuando llegó Luis Daniel tiró el libro al suelo de la emoción, y le dijo que sentía muchas ganas de salir de vacaciones con toda su familia.
Pero Luis Daniel se puso a pensar nuevamente en lo que respondió Arianna. - “Humm... ¿Toda la familia? ¡No hemos incluido en nuestros planes a toda la familia!” Continuó Luis Daniel: - “Hermanita, no hemos hecho la lista de toda la familia que va a ir con nosotros.” - “Vamos a llamar al Abuelo Efrén y a la Abuela Alida.” – le dijo Arianna. - “¡Sí! ¡Y le decimos a Tío Jorge y a Tío Fefén! – completó Luis Daniel.
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- “¿Y vamos a dejar a Michelle?” – preguntó Arianna. -
“No,” – respondió Luis Daniel – “también la incluimos en la lista.”
-
“Llamemos también al Nonno Tony y a la Nonna Nivia, y a Rossana, que yo quiero que vayan con nosotros.” – concluyó Arianna.
- “Arianna, ya tenemos completa nuestra lista. – dijo Luis Daniel. Y Luis Daniel se fue a llamar por teléfono a todos sus amiguitos y a su familia para invitarlos a viajar en vacaciones.
Primero llamaron a los Víctores, pero cuando Víctor Manuel le preguntó el lugar hacia donde iban, ¡Luis Daniel no supo qué decir! No habían escogido el lugar todavía. - “Arianna, pero ¿para dónde vamos a ir?” – preguntó Luis Daniel. - “No se. ¿Qué te parece si conocemos la Torre de Pizza?” – le dijo Arianna. - “No chica, no es la Torre de Pizza, ¡es la Torre de Pisa, en Italia!” – respondió Luis Daniel.
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- “Pero no se puede viajar a Italia en carro. Se debe hacer en avión o en barco. Acuérdate que Italia queda en Europa. Yo prefiero viajar a un sitio donde hayan castillos y caballeros.” – continuó Luis Daniel.
-
“No, eso es muy fastidioso. Entonces prefiero ir a las montañas.” – dijo Arianna.
- “Bueno, pero si vamos a las montañas, quiero ir a montañas con nieve. Así podemos hacer muñecos de nieve.” - dijo Luis Daniel.
- “Ay no. Allí hace demasiado frío. Mejor vamos a un sitio donde haya más calor.” – dijo Arianna.
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- “¿Qué tal si nos vamos para los Estados Unidos?” – preguntó Luis Daniel. – “Así conocemos la Casa Blanca y la Estatua de la Libertad.”
- “Creo que quedamos en lo mismo de Italia. Para allá no se puede viajar sino en avión o barco, ya que queda muy lejos para ir en carro.” –dijo Arianna. - “Bueno, ¿qué tal si vamos para algún lugar con piscina?” – preguntó Luis Daniel.
-
“¡Sí! Pero que también tenga playa. Yo todavía no conozco la playa.” – dijo Arianna.
- “Me parece que ya estamos de acuerdo. Vamos otra vez a llamar a los invitados.” - dijo Luis Daniel.
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Nuevamente Luis Daniel tomó la lista y el teléfono. Pero antes de marcar, Arianna le preguntó: - “¿Y dónde queda la playa, Luis Daniel?” - “La playa que yo conozco queda en Puerto La Cruz, en el estado Anzoátegui. Yo fui para allá con Papi, Mami, José Miguel, Augusto, y otros amiguitos. Creo que nos quedamos en el Doral Beach.” – contestó Luis Daniel.
Pero Arianna se quedó pensativa otra vez. Preguntó: - “Pero Luis Daniel, ¿no tenemos que preguntarle a Papi y a Mami si podemos viajar para Puerto La Cruz?” - “Ups. Claro que si. Menos mal que me acordaste.” –dijo Luis Daniel. Y fueron los dos a hablar con su Papá. Lo encontraron viendo programas en inglés en la televisión. Al verlo, Luis Daniel le preguntó: - “Papi, ¿podemos ir al Doral Beach, en Puerto La Cruz, de vacaciones? Queremos ir a un sitio donde haya mucho sol.”
-
“Bueno, si quieren ir a un sitio con mucho sol, podemos ir al Parque del Sol, aquí en Maracaibo.” – respondió su Papá.
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- “¡No Papi! Queremos ir de vacaciones a la playa.” - respondieron Luis Daniel y Arianna. - “Déjame discutirlo con tu mami, y después les decimos qué vamos a hacer.” – respondió su Papá. – “Ahora a rezar, a leerles un cuento, y a dormir. Mañana hablamos.” -
“Papi, déjame jugar un ratico con los Power Rangers, antes de dormir.” – pidió Luis Daniel.
- “Bueno, pero sólo un ratico, que ya es tarde y mañana hay clases.” – dijo su Papá. - “Si Papi. Un ratico y más nada.” – le respondió Luis Daniel. Arianna se fue a tomar su tetero con Mami, y al llegar la hora de dormir, todos se acostaron y soñaron con los angelitos. Al día siguiente, Luis Daniel se despertó de un salto cuando sonó el despertador, y corrió al cuarto de Papi y Mami y les preguntó: - “Por fin, ¿vamos a ir a Puerto La Cruz, en vacaciones? ¿Podemos invitar a los Víctores? ¿Podemos invitar a los Abuelos? ¿Podemos invitar a los Nonnos?” -
“Con calma, Luis Daniel. Vamos a ver con cuánto dinero contamos y si nos va a alcanzar o no.” –respondió su papá. – “Sin dinero no podemos viajar.”
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“Además, déjame hablar con Tío Víctor para saber si ellos pueden ir con nosotros de viaje.”
- “Papi, si necesitas dinero, yo te puedo prestar.
Tengo muchas
monedas en mi alcancía.” – dijo Luis Daniel.
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“Okey, pero primero cepíllate los dientes, lávate la cara, toma tu desayuno y vístete para llevarte al Colegio. Hablamos en la noche y nos ponemos de acuerdo. ¿Es un trato? – dijo su Papá.
- “Bueno, es un trato.” – dijo Luis Daniel. Rápidamente Luis Daniel se arregló y se alistó para ir al Colegio. Se fue con su Papá, quien lo dejó en la puerta de “El Principito”. Arianna se fue con su Mami hacia la casa de la Nonna, donde pasaría el día. En el carro, Arianna se montó en su silla especial para viajar.
Después de un día de clases para Luis Daniel (en el Colegio, y luego en las Tareas Dirigidas) y de un día de echar broma en casa de la Nonna para Arianna, regresaron a su casa. -
“Bueno, Papi, ¿por fin qué vamos a hacer en vacaciones?” – preguntó Luis Daniel.
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“Déjame terminar de hablar con tu tío Víctor y ya te digo.” – le respondió su Papá.
Mientras esperaba, Luis Daniel prendió la computadora para jugar “Age of Empires”. A él le gustaba mucho ese juego, y lo jugaba bastante bien.
Pero no contaba con que Arianna también quería jugar con la computadora, y le llevó un diskette para que lo revisara.
Al rato, escucharon que se abría la puerta del apartamento, y vieron que regresó su Papá. - “Adivinen qué pasó.” – les dijo su Papá. -
“No sabemos. ¡Dinos por favor!” – respondieron Luis Daniel y Arianna a la vez.
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“Bueno, resulta que Tío Víctor y Tía Ingrid ya habían planificado viajar para Puerto La Cruz en vacaciones de Agosto. Además, revisé nuestro dinero, y tenemos lo necesario para poder viajar.
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“Bueno, y ¿cómo nos vamos a ir, Papi? – preguntó Luis Daniel.
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“Nos vamos en el carro de Tío Víctor y en el carro de Mami.” – respondió su Papá.
- “Bueno, Papi, pero acuérdate de llevar la cámara para que nos tomes muchas fotos” – dijo Luis Daniel.
- “Y yo también quiero que me lleves mi salvavidas, Papi.” – le dijo Arianna.
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- “Bueno, pero todavía nos faltan unos cuantos días para viajar. Pórtense bien y tengan paciencia, ¡que nos vamos de vacaciones en Agosto!” – les dijo su Papá.
FIN Y Colorín Colorado, ¡este cuento se ha acabado!
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Luis Castellanos Hurtado Ingeniero de Sistemas y Magister en IngenierĂa de Sistemas, nacido en Caracas, Venezuela, y orgulloso padre de dos hijos.
Maracaibo, 2002 ÂŽ
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