Guerra del gas

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Cochabamba | Jueves 17 de Octubre, 2013

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Guerra del Gas

INDUSTRIALIZACIÓN • Sobre la industrialización de los hidrocarburos, uno de los puntos importantes de la agenda de octubre de 2003, el proyecto de construcción de la planta de urea y amoniaco es el primer paso que se ha dado.

Foto: José Rocha

• El analista Álvaro Ríos afirma que la planta de urea de Bulo Bulo es un avance en el tema, pero la ubicación no es adecuada para la salida de los productos y repercutirá "muy seriamente" en su rentabilidad y sostenibilidad. • Para Francesco Zaratti, la industrialización ha empezado "de una manera apresurada, dejando más dudas que certezas acerca del futuro de posibles elefantes blancos".

EL GAS Y CHILE • El proyecto de exportación de gas boliviano a Estados Unidos a través de Chile fue el detonante del conflicto de octubre de 2003, cuando la posición general era de rechazo a que el gas boliviano pasara por el país vecino y menos vendérselo. • Ríos señala que Bolivia se privó de acceder a mercados internacionales a través del Gas Natural Licuado (GNL) y ha quedado a merced de dos países, Argentina y Brasil, los dos con inmensos recursos gasíferos y que mas adelante no sólo nos podrán cerrar las puertas, sino también serán competencia. • Medinaceli apunta que luego de los hechos en Bolivia lo que sucedió es que Perú construyó la planta del proyecto de GNL que pudo ser desarrollado por Bolivia, naturalmente en costas peruanas. Actualmente, ese complejo es abastecido con el gas que se produce en Camisea. • Para Zaratti, el tema en 2003 se politizó.

La planta separadora de líquidos de Río Grande, que comenzó operaciones en agosto de este año.

Redacción Central

E

n el referendo de 2004, un mandato tras los conflictos de 2003, los bolivianos aprobamos una política de desarrollo de los hidrocarburos, de exportación, industrialización y de uso del gas natural como un recurso estratégico para la negociación con Chile para una salida soberana al mar. El tema hidrocarburífero fue punto clave e incluso dio nombre a la Guerra del Gas por lo que fue grande la expectativa sobre el futuro. Hoy, una década después, tras la abrogación de la Ley 1689, lo concreto es que sí se cambió el modelo de gestión de los hidrocarburos (YPFB controla la cadena) y se los recuperó en boca de pozo para el Estado boliviano con la nacionalización, pero en el resto de los puntos de la agenda poco o nada se ha avanzado. En un contexto que se ha visto favorecido por los altos precios internacionales, el Gobierno actual, que es el ejecutor de la nueva política

hidrocarburífera, ha monetizado a su favor las reservas descubiertas antes, pero no las está reponiendo y está dando apenas los primeros pasos en industrialización. El analista y exministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos dice que definitivamente, la recuperación de los hidrocarburos se ha dado y las petroleras que operan en el país ya no pueden disponer de ellas libremente, el Estado es el que esboza las directrices del sector, pero, agrega, para lograr esto "se ha roto la seguridad jurídica y por ello el país tiene dificultad de captar inversiones para las plantas de industrialización, por ejemplo, la exploración y muchas otras de capital incentivo". El analista en energía e hidrocarburos Francesco Zaratti dice que poco o nada ha hecho el actual Gobierno en siete años para reponer las reservas gastadas, no ha habido exploración ni descubrimientos importantes. "De seguir así nos enfrentaremos a una grave crisis de producción en pocos años y condicionaremos fuertemente la continuidad de nuestras ex-

portaciones", señala. Para Zaratti, lo que sí ha hecho el actual Gobierno es aprobar normas, como los artículos pertinentes de la Constitución Política del Estado (CPE), que complican aún más el desarrollo del sector. Actualmente, se está tratando de otorgar incentivos a las petroleras y de impulsar la exploración. "Esto será casi imposible si no se cuenta con un marco jurídico coherente mediante una Ley de Inversiones que establezca claramente la actividad del sector en el largo plazo", apunta Ríos. Herencia de un modelo Para los analistas, en la práctica la herencia de la política neoliberal se mantiene en el sector. "El modelo neoliberal dejó una herencia al actual Gobierno: el contrato con Brasil y los megacampos de San Alberto-Itaú, San Antonio y Margarita-Huancaya. Esos campos están proporcionando los ingresos que el actual Gobierno recibe, gasta y despilfarra a manos llenas, sin una clara meta económica. Más que modelo económico,

CRISIS DE RESERVAS Lejos de fortalecer el sector de hidrocarburos en Bolivia, hoy el agotamiento de las reservas de gas natural y la falta de inversiones muestran un futuro complicado. En gas natural, según Ríos, existe un superávit de corto plazo y un creciente marcado déficit a partir de 2017 . En petróleo crudo la situación es similar, pues la producción está declinando progresivamente. veo un modelo político primitivo: conservar el poder a como dé lugar", dice Zarattti. Ríos coincide y afirma que hoy YPFB está teniendo ingresos extraordinarios fruto de reservas descubiertas más de una década atrás. Para el exministro Mauricio Medinaceli, el auge del sector hidrocarburos en Bolivia se debe al proyecto de exportación al Brasil, gestado en la década de los 90, y al boom de precios internacionales del petróleo.

HIDROCARBUROS HIDROCARBUROS

• Para el Gobierno, las plantas separadoras de líquidos son también parte de los proyectos de industrialización. Sin embargo, el exministro de Hidrocarburos, Mauricio Medinaceli, explica que una planta de separación de líquidos "no es parte de un proyecto de industrialización".

Falta de inversión posterga la agenda hidrocarburífera


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