llermo Kunst, Manuel Venancio Montaño, José de la Reza, Ramón 2º Rive ro López, José Starck, Filomena C. viuda de Urquidi, Alfredo Urquidi Gi n e s, Julio Va rg a s, Enrique Werth y Víctor Zambrana. La pri m e ra producción de cerveza data del 10 de mayo al 30 de junio de 1895 y constaba de 515 docenas de botellas elabora d a s con 80 quintales de cebada. En sus inicios, la Em p resa tuvo 10 personas entre empleados y trabajadores. OJO DE VIDRIO 100 años de “Taquiña” La Patiño Mines y Comibol, dos m e g a e m p resas bolivianas, estuvieron lejos de cumplir un siglo de vida. En cambio “Taquiña” nos compaña desde hace 100 años. Desde 1895, billones de va s o s, galaxias enteras de burbujas colmaron la alegría de tatara b u e l o s, bisabuelos, abuelos, padres, hijos y nietos, con sus re s p e c t i vas y bellas parejas. So b re la mesa / --Burbuja de burbujas / Leche de rubia / Ni e ve y oro / Sa n g re de Walkiria-- / La cervez a . Los recuerdos más antiguos de seis generaciones están ligados a Taquiña. A los garrafones de chop servidos al pie de la cordil l e ra. A los patos que pre p a raba el abuelo y el padre de Carlitos Ga rcía, y que ahora deleitan los sentidos de los visitantes de Taquiña. A la generosa visión del valle de Cochabamba, que se extiende como una ru m o rosa alfombra ve rdeávida, siempre presta a recibir el torrente de cebada y lúpulo que libera a diario la Ce rvecería. Hace diez años, el diablo que guardo en el cuerpo me obligaba a caminar desde temprano, todos los fines de semana, de la zona de El Castillo al Frutillar, a Mesadi-
lla, a Ara n j u ez, a las orillas del Parque Tunari, al Temporal, a la vieja cervecería Colón y, luego de cruzar dos sonoras quebradas y de orillas sembríos de flores y de fatigar mis fieles pies dura n t e c u a t ro hora s, avizo raba por fin los elevados torreones de la Cervecería y entonces apuraba el paso, para sentir de una vez la dulce y refrescante sensación de ro c i a r las entrañas del espíritu con la n i e ve y el oro de Taquiña. Conocí en el colegio a Tito Asbún, apenas un año mayor que este humilde y sediento servidor y, ahora que lo pienso, quizá en esos años felices la bonhomía, la alegría serena, la sonrisa presta de Tito ya le anunciaban éxitos. Gracias a su voluntad férrea y el manejo inteligente de Ta q u i ñ a , Tito Asbún evitó que nuestra Cervecería cayera en manos ajenas al linaje empresarial de este va l l e. La historia de Taquiña se parece a la historia del río Rocha. Las aguas cristalinas de la cordillera, convertidas en un turbión de alegría, se arremansaban en El Prado, en la esquina de Pisterna, hace cien años. Con el tiempo formaron una laguna de amenidad e s, de suertes y bra vos desafíos en el Chop Co m e rc i o. Frente al Te a t ro Achá, los dados del azar rociados de Taquiña desbord a ro n el arroyo del Bar Europea; se perdieron, con un cantar de ranas, en El Corso; y en un tronar de coh e t e s, en El Dorado; y en una explosión de luminarias en el Sa varín; y en una fiesta de buscapiques en El Prado; y en un himno a la alegría en el Bar Social de Cala Cala. En homenaje a tanta dicha, a tanta sed saciada, a tan elevada exaltación, a tan amena tertulia e n t re abuelos y nietos, vivos y muert o s, alzo mi copa rebosante de buen humor y de Ce rveza Taquiña.
Miércoles 14 de septiembre • 2011
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El artista cochabambino diseñó las etiquetas.
Vi l l a r roel a la izquierda del militar. En su gobierno se expulsó a japoneses y alemanes a un campo de concentración norteamericano.