3 minute read

salud El magnesio, más importante de lo que pensamos

EL MAGNESIO, más importante de lo que pensamos

SI TIENE FATIGA EXTREMA, ANSIEDAD, IRRITABILIDAD INEXPLICABLE, CALAMBRES O DEBILIDAD MUSCULAR, PUEDE QUE LO QUE NECESITE SEA MAGNESIO. AQUÍ UNAS PAUTAS PARA DESCUBRIRLO.

Hay nutrientes a los que no les damos la importancia que merecen. El magnesio es uno de ellos, pues su función en el cuerpo humano es amplia, tanto que participa en más de trescientas reacciones metabólicas esenciales.

Según el Centro de Información de Micronutrientes de la Universidad de Oregón, el magnesio está involucrado en muchas vías fisiológicas, incluida la producción de energía, la síntesis de ácidos nucleicos y proteínas, el transporte de iones, la señalización celular y también tiene funciones estructurales.

Así, una deficiencia severa puede impedir la autorregulación de la vitamina D y el calcio en el organismo. Además, ciertos individuos son más susceptibles a la deficiencia de magnesio, “especialmente aquellos con trastornos gastrointestinales o renales, aquellos que sufren de alcoholismo crónico y personas mayores”, recalca un estudio del mismo centro.

La ingesta dietética inadecuada y/o las bajas concentraciones de magnesio en el cuerpo se asocian con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, osteoporosis y trastornos metabólicos, incluidos el síndrome metabólico, la hipertensión y la diabetes mellitus tipo 2.

Dicho de otra manera, el magnesio es importante para muchos procesos que realiza el cuerpo, como regular la función de los músculos y el sistema nervioso, los niveles de azúcar en la sangre y la presión sanguínea, además de ayudar a formar proteína, masa ósea y ADN (el material genético presente en las células).

De acuerdo con estos mismos análisis, el cuerpo humano adulto contiene aproximadamente 25 g de magnesio y alrededor

del 60% de este se encuentra en el esqueleto, mientras que el resto se distribuye en los tejidos blandos, principalmente en el músculo. ¿Pero de dónde se puede obtener magnesio? Según la Oficina de Suplementos Dietéticos (ODS) del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, el magnesio se encuentra naturalmente en los alimentos y se agrega a ciertos alimentos fortificados. Entre los más recomendados están: • LEGUMBRES, NUECES, SEMILLAS, CEREALES INTEGRALES, HORTALIZAS DE HOJAS VERDES (COMO LA ESPINACA). • CEREALES PARA EL DESAYUNO Y OTROS ALIMENTOS FORTIFICADOS. • LECHE, YOGUR Y OTROS PRODUCTOS LÁCTEOS. Claro que también se puede suplir la insuficiencia con suplementos que se comercializan en el mercado, pero deben ser recomendados y prescritos —sin excepción— por un médico. La ODS indica que las presentaciones del magnesio en los suplementos dietéticos que son más fácilmente absorbidas por el cuerpo son el aspartato de magnesio, el citrato de magnesio, el lactato de magnesio y el cloruro de magnesio.

¿Pero qué ocurre si no se consume suficiente magnesio? Aunque los síntomas pueden no ser evidentes, una deficiencia crónica de este nutriente a la larga se evidenciará en “pérdida del apetito, náuseas, vómitos, fatiga y debilitamiento”. Pero, además, “la insuficiencia extrema de magnesio puede causar entumecimiento, hormigueo, calambres musculares, convulsiones, cambios de personalidad y anomalías en el ritmo cardíaco”. (Ángela Meléndez) LA EDAD, UN FACTOR A TOMAR EN CUENTA

Las personas de más de setenta años son muy propensas a la insuficiencia de magnesio en el organismo debido a que tienden a consumir menos alimentos con este nutriente, pero también porque su cuerpo tiene menor nivel de absorción. Una de las principales consecuencias de aquello es la osteoporosis. Cuando se habla de esta dolencia se piensa únicamente en la falta de calcio; al hacerlo, se desconoce que para que se absorba el calcio es necesario el magnesio, que también se almacena en los huesos. Así, si existe deficiencia de magnesio, el calcio va a tener dificultades para entrar al organismo. Como alrededor del 60 % del magnesio corporal total se almacena en el esqueleto “influye tanto en la matriz ósea como en el metabolismo mineral óseo”, advierte la Universidad de Oregón. Estudios del mismo centro de estudios han revelado que “las ingestas dietéticas de magnesio más altas se han asociado con un aumento de la densidad mineral ósea específica del sitio y del cuerpo en estudios basados en la observación, incluyendo estudios de adultos mayores”. Ahora bien, quizá usted puede sentirse identificado con algunos de estos síntomas, pero lo importante es que acuda donde su médico de cabecera y le transmita sus preocupaciones para que, tras una valoración, determine si existe o no una deficiencia de magnesio que merezca ser solventada.