Uno de los chefs más propositivos e innovadores en México
Un momento puede quedarse para siempre en nuestra mente. Un olor, un sabor o una imagen. Nos hace viajar en el tiempo en un instante, solo para regresarnos un cachito de vida. Así, la comida se vuelve una experiencia en sí misma. Oswaldo Oliva, chef del restaurante Lorea de la Ciudad de México, juega con la infinita posibilidad de hacernos sentir. Su comida, siempre a la vanguardia, invita a los comensales a salir de la norma y experimentar un rato. Su historia es una de éxito y Tequila Don Julio 70 lo celebra.
Luego de dos años y medio, Lorea está bajo el mando de Oliva y su esposa, Liz Chichino, quienes después de 10 años de trabajar en los restaurantes El Celler de Can Roca y Mugaritz en España, regresaron a la Ciudad de México a cambiar paradigmas con lo aprendido en las mejores cocinas del mundo. “Tuvimos la fortuna de trabajar en lugares donde la línea de trabajo central nunca fue el sabor, ni el complacer, siempre fue pensar en lo que la gente necesita en una experiencia gastronómica cuando se compromete y tiene ganas de vivir algo especial”, dice Oliva con su cocina de fondo, en la colonia Roma.