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Sección Lord Emprendedor
Marzo de 2020. Ignacio y sus socios saldrían a levantar capital. La primera semana de ese mes comenzaron las juntas, pero de pronto, el 13 de marzo, se informó sobre el primer caso de Covid-19 en el país, entonces se cerraron oficinas, se suspendieron clases, la gente empezó a trabajar en casa y sus inversionistas daban largas a las reuniones.
Si bien, al inicio de la contingencia sanitaria se generaron pools de donativos en la app, conforme pasó el tiempo y llegó mayo, el ritmo de crecimiento se estancó.
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“De mayo 2020 a casi junio 2022, no hubo crecimiento. Fue la época más gris y estresante que he vivido como emprendedor, y se volvió un círculo vicioso. Necesitábamos levantar capital, salíamos a hablar con fondos e inversionistas, pero las preguntas y respuestas eran obvias: ‘¿Cómo vas creciendo?’, ‘tienen algo que no crece’, ‘la validación del mercado tiene que ser orgánica’; mientras que nosotros comentábamos: ‘pero es que necesito tu dinero para crecer’”, recuerda Ignacio.
Los pools se reactivaron con el regreso a clases, en agosto del año pasado. Regresaron los convivios; la asistencia a los bares, restaurantes y las fiestas, todo llegó casi a la normalidad.
“Fue un alivio sentir que el mundo no nos olvidó, que sí seguimos resolviendo un problema real, que seguimos atendiendo bien a nuestro mercado y además nuestro mercado está feliz y contento de recomendarnos con sus amigos, y con ello regresó el crecimiento orgánico”, comenta emocionado Ignacio Álvarez.
Al inicio de la pandemia por el virus del Covid-19, hubo un pensamiento que atravesó la mente de Ignacio: “¿qué hacemos con Moneypool, ¿la cambiamos?, ¿la cerramos?, ¿la vendemos? Pero, después de ese periodo entendió que “el trabajo de la startup es sobrevivir, y si sobrevive está condenada al éxito”.
“Te das cuenta de la importancia de mantenerte parado, o sea, de la importancia de la salud mental y estar motivado, y de que la tormenta no te tumbe”.
La enseñanza en esta situación es: “hay que aprender a manejar la tormenta, a tomar precauciones, a tener un checklist en el que hay que considerar dos o tres métricas que indiquen posibles futuros cambios, porque son las que dictan que hay que tomar decisiones seis meses antes de que pase algo. Entonces, te vas curtiendo como empresario”.