“Uno aprende mucho del respeto en varios sentidos. Uno, porque los rangos son supremamente importantes y uno aprende a respetar a la persona no por sus creencias u opiniones o si te cae bien o no, sino por que tan bien hace el trabajo de liderazgo. Dos, respeto propio porque en esas situaciones son las que te obligan a ti a ver tus fortalezas y destrezas y tienes que aprender a utilizarlas y explotarlas al máximo. Y tercero, respeto por otras personas, porque ya sea en el batallon o en la guerra, siempre está la idea de nunca dejar a un soldado a tras (cómo nunca dejar un hombre atrás) sin importar quien es.” “Se aprende trabajar en equipo, porque pues si no trabajas con los otros, mueres (jaja). Se necesita de todo a todo el equipo, no solo a uno.” “Se aprende mucho a aprender a hacer las cosas de ciertas maneras, entonces cuando la cosa requiere tiempo uno le dedica el tiempo que necesita sin tratar de apurarse, y cuando la cosa tiene que hacerse rápido, uno lo hace lo más rápido posible pero de manera calmada porque si no todo se vuelve un caos.” “..valorar mucho lo que se tiene, porque cuando uno va a pueblos o simplemente en el batallon, se ve bien la cantidad de bendiciones que uno puede tener en su casa con su propia familia y se da cuenta que no vale la pena quejarse por cosas pequeñas. Y esas mismas bendiciones de familia salen a flote muy claramente y las empiezas a valorar mucho más.”
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Arturo Mejía INPEC Colombia
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