GLOW es un proyecto realizado por Natalia Cortina, Lola Guerra, Beatriz Sánchez-Clemente y María Serrano.
La contaminación lumínica es un problema que afecta tanto a los humanos como a los seres que conviven con nosotros a pesar de que muchas veces no reparemos en su presencia.
Glow pretende tratar este problema con luz viva. A través de la bioluminiscencia crea espacios de convivencia entre seres humanos y seres brillantes, dando lugar a una convivencia sinantrópica entre ambos.
Todo esto comienza en La Tabacalera de Madrid, situada en la plaza de Embajadores, donde se propone el apagado progresivo de la ciudad, sustituyendo las luces convencionales por bioluminiscencia.
Este edificio se transforma convirtiéndose en un laboratorio para el estudio de la bioluminiscencia así como centro de divulgación y un foco de expansión de esta.