Mira hacia el futuro
Existir no es lo mismo que vivir. La vida es una experiencia 煤nica y maravillosa que no debemos malgastar o desperdiciar. Vivir la vida plenamente implica haber encontrado el verdadero sentido de nuestra existencia. Es inminente trazarse un plan de vida que, sustentado en principios y valores, alimentado con convicciones e ideales y animado por la riqueza interior, genere actitudes necesarias para construir un proyecto de realizaci贸n plena a todo nivel: personal, familiar y social. Hay quienes viven su vida de manera improvisada, con una actitud pasiva, indiferente, respondiendo
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a las circunstancias de una manera reactiva, obedeciendo a sus impulsos primarios. No les importa el futuro; viven el momento. Creen que estรกn predeterminados y que nada de lo que hagan cambiarรก lo que tiene que darse. Otros, han sido completamente condicionados por el medio. Tienen una vida esquemรกtica, aferrada a modelos y convencionalismos fabricados mayormente por una sociedad de consumo. No determinan su propio estilo de vida. Finalmente hay personas que han logrado definir su razรณn de ser, que han encontrado el propรณsito esencial de su existencia, y que sobre la base de
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Mira hacia el futuro esto, saben qué es lo que quieren llegar a ser, hacer o tener. Se plantean para sí mismos, un proyecto flexible, que aunque no dependa de las circunstancias, se adapte a ellas y aproveche las oportunidades de felicidad o aprendizaje que la vida pudiera ofrecerles. Al diseñar el proyecto de vida, la persona debería considerar el tiempo y el espacio en el que le ha tocado vivir. En la actualidad, todos los avances en conocimiento, ciencia y tecnología, no han logrado solucionar los problemas mundiales, es más, se puede decir que esta es la época en la humanidad ha tocado fondo ante la ola de homicidios, suicidios, genocidios y atentados contra el medio ambiente, provocados por el desmoronamiento de las bases éticas, morales y espirituales del planeta.
El ser humano es parte integral del mundo que lo rodea y se ve afectado por lo que en él suceda, por lo tanto, debe decidir ser parte del problema o de la solución y su proyecto de vida se orientará al considerar esta perspectiva. 03
¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? Para proponerse un plan de vida es importante aclarar la propia identidad, es decir, estar en capacidad de responder: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? Hay quienes creen en un Ser Creador, otros no; hay quienes se reconocen formados por cuerpo y alma; otros no. Hay personas que tienen propósitos y metas y tienen claro el propósito de su existencia y otros no. Muchos de los que desconocen su esencia y su papel en la vida, o no son coherentes en su accionar caen en crisis de identidad. El hombre moderno se ve enfrentado a dos corrientes fundamentales de pensamiento: los que aceptan a Dios Creador y se reconocen como criaturas creadas a imagen y semejanza de Dios, por su amor, con un propósito, y aquellos que tienen una perspectiva más racionalista donde solo caben los
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Mira hacia el futuro hechos que pueden ser demostrados y probados por la ciencia. Estar en uno u otro grupo influirá en la manera de ver la vida y de manejarla. Todos, creyentes o no, tenemos gravado en nuestro corazón una orientación hacia el bien y la felicidad y por esta razón, esta ley natural siempre nos permitirá darnos cuenta de aquellos pensamientos u obras que van contra nuestra naturaleza o que afectan a los demás. Todos tenemos conciencia; a veces nos hemos esforzado en formarla mejor, otras veces no, pero lo básico está impreso en la esencia de la persona.
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