6 LMNeuquén
NEUQUÉN CIUDAD
DOMINGO 3 DE MAYO DE 2015
Mezcla de colores y sabores
Miles de personas concurren los domingos a la feria Unión de Mayo. MARIO CIPPITELLI cippitellim@lmneuquen.com.ar NEUQUÉN
Son casi las 11 del domingo y la feria Unión de Mayo está en su punto más alto de venta y consumo. Desde temprano, la gente que se gana la vida vendiendo de todo se encargó de regar el enorme predio ubicado entre las calles Rufino Ortega, Avenida del Trabajador y Avenida 1º de Mayo, en la zona oeste de la ciudad, debido a que el viento se encargó de levantar las molestas y persistentes cenizas del volcán Calbuco. Ya en el ingreso, la feria que agrupa cerca de 1200 puestos entre feriantes y “manteros” es un frenesí de gente que camina y mira, mientras los comerciantes tratan de seducirlos con sus mercaderías y productos. “Sesenta pesos la docena; están riquísimas las empanadas”, grita al aire un hombre que coordina un puesto en plena producción. Dos personas se encargan de armar
A la feria Unión de Mayo llegan de distintos puntos de la ciudad en busca de una amplia variedad de mercadería.
los pastelitos con una precisión y rapidez envidiables. Otra persona supervisa la fritura y otro despacha docenas humeantes en bolsas de papel. En la feria se vende de todo, y cerca del mediodía los aromas a comida se entremezclan a tal punto que es difícil saber de qué cocina o parrilla provienen. En otro puesto cercano un hombre promociona una suculenta paella de mariscos, cocinada en una enorme paila. Potenciales comensales esperan pacientes y con hambre, después de encargar su pedido. Unos metros más adentro, un parrillero despacha choripanes “con o sin chimichurri”. La gente los come caminando mientras mira los escaparates humildes de centenares de puestos –algunos improvisados y otros más elaborados– sin el pudor ni la paquetería que puede generar el lujo de un shopping. Miran pacientes o van directo a la compra, en el caso de que hayan concurrido para buscar algo específico ese mediodía, como verduras