Mujer08032018

Suplemento Especial Jueves 8 de marzo de 2018

8 de marzo DĂ­a Internacional de la Mujer

Luchadoras, apasionadas y rebeldes salen a la calle para alzar su voz, pedir por sus derechos y seguir trabajando por un mundo en el que la igualdad sea la meta.

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día internacional de la mujer

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ean eternos los espacios que las mujeres supimos conquistar en el siglo XXI. Sin embargo, aún nos queda mucho por recorrer para alcanzar la plena igualdad de derechos y respeto.

Es cierto que la vida de las mujeres cambió enormemente gracias a las movilizaciones y la visibilización de las desigualdades en todos los ámbitos en que se desarrolla.

En ese camino, celebramos el voto femenino y buscamos legislación que nos garantice la paridad de género a la hora de confeccionar las listas para elecciones.

Logramos visibilizar la violencia más extrema que sufrimos sólo por el hecho de ser mujeres y le pusimos palabras: femicidio. Aunque seguimos pidiendo “Ni una menos” y sumando año a año cifras que alarman.

De hecho, al momento de cerrar este suplemento, nos enteramos de un nuevo asesinato en Buenos Aires y seguimos conmocionadas por el doble femicidio ocurrido hace dos semanas en Las Ovejas, en el norte neuquino.

Exigimos que nos dejen transitar de manera libre, sin sufrir acoso callejero, y aún reclamamos la libertad para poder decidir sobre nuestros cuerpos.

En todo ese recorrido, las brechas salariales entre hombres y mujeres se mantienen, los altos cargos no se alcanzan y se accede a puestos más precarizados. Además, el trabajo doméstico sigue sin estar remunerado, cuando las mujeres se ocupan de casi el 80% de los cuidados del hogar.

En ese contexto, la brecha desigual alcanza el 27 por ciento en trabajos en blanco, mientras que aumentan en un 55 por ciento para trabajos no registrados.

Pese a los reclamos y a las luchas que continúan, siempre hay mujeres que desafían todos los obstáculos, derriban barreras y conquistan nuevos espacios.

Por eso, en esta oportunidad, desde LM Neuquén quisimos homenajear a las mujeres que día a día han puesto el cuerpo para seguir ganando espacios y mostran-

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Paro Internacional de Mujeres

Los espacios que las mujeres conquistaron Agustín Martínez

a tener en cuenta

Empleo La brecha de desigualdad salarial entre hombres y mujeres

En Argentina alcanza el 27% en trabajos en blanco, mientras que aumenta a un 55% para trabajos no registrados. Los números se desprenden del último informe que elaboraron desde la organización nacional Economía Femini(s)ta, que visibiliza desigualdades económicas.

Neuquén En 2017 hubo cinco femicidios

Claudia Olave, 43 años, Vista Alegre Sur. Milagros Inalaf, 10 años, Piedra del Águila.

Laura Painefilu, 33 años, San Martín de los Andes.

Fernanda Pereyra, 26 años, Rincón de los Sauces.

Violeta Matos, 36 años, Plottier.

Argentina 1 mujer es asesinada cada 30 horas

En dos meses de 2018 se registraron 47 femicidios, un promedio similar al registrado a lo largo de 2017, según se desprende de un relevamiento hecho por el movimiento Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá).

“Si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotras” Es el lema que motivó el primer paro, que tendrá su segunda edición en 2018.

do con su capacidad que las diferencias no existen.

Conquistamos la calle, la fábrica e incluso los cielos. También ocupamos espacios históricamente asignados a los hombres, como el periodismo deportivo, el mundo de los tatuajes y el de los vinos.

Para ellas, y por nosotras, nuestro saludo y homenaje, y a seguir conquistando nuevos y mejores espacios de trabajo y ocio

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Claudia Bertolami

Los desafíos de una tachera en las calles neuquinas nACIÓ EN FAMILIA DE CAMIONEROS, donde EL TRANSPORTE SIEMPRE fue un MEDIO DE VIDA. hOY recorre la ciudad A BORDO DE UN TAXI.

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laudia Bertolami tenía apenas 11 años cuando se subió por primera vez a un camión Ford 700, puso primera y se curtió en el mundo del transporte. De grande, recorrió la ciudad con una trafic escolar, con la que trabajó por mucho tiempo, hasta que la cambió por un taxi.

Era un domingo, hace cuatro años, cuando se subió por primera vez al auto amarillo y comenzó a “pasajear” por la ciudad. “El pasaje te lleva”, le dijo el entonces propietario, y de a poco fue perdiendo el miedo ante el nuevo trabajo.

Claudia dice que el trato con la gente depende de cada pasajero, que el trabajo no es rutinario, aunque todavía no ha tenido ninguna situación que “supere su capacidad de asombro”, ni tampoco momentos incómodos con sus compañeros por ser mujer.

Sin embargo, tiene presente cuando un pasajero desistió de iniciar un viaje porque una mujer

estaba en el volante, ni cuando una viejita se subió, se sentó en el asiento del medio y le dijo algo que sintió como un mensaje acogedor, como un ángel que le hubieran mandado. Era uno de sus primeros viajes en el turno de la noche. “‘No tengas miedo’, me dijo, y la miré por el (espejo) retrovisor. ‘El Señor no va a permitir que algo le pase.

Confíe en él’”, relató y aseguró que desde ese entonces perdió el miedo automáticamente. “Por ahí le buscás la lógica, pero soy muy creyen-

“Hay que respetar a los demás, al colectivo, al peatón, y prestar atención por los choques”. te”, expresó a la vez que manifestó que nunca más se volvió a cruzar con la señora.

En los cuatro años a bordo del

taxi, Claudia prefiere ser “palomita”, es decir, recoger la gente de la calle, a que estar haciendo base. En este punto, remarcó la importancia de la seguridad, aunque “vos sabés a quién levantás, aunque a veces las apariencias te engañan”, reflexionó.

Según su experiencia, uno de los temas más charlados es la política, pero trata de no entrar en detalles para evitar malos momentos.

“Cada uno que sube tiene su historia, hay que ser humilde, saludar a

todos”, cuenta a modo de manual, aunque dice que a veces toca escuchar y otras, callar.

Entre viaje y viaje, Claudia asegura que las mujeres se “sienten más relajadas” cuando andan con otra par y que muchas veces le han dicho que “maneja como un hombre”, aunque no haya certeza sobre lo que ese concepto signifique. En ese contexto, dice que “maneja con soltura, con naturalidad” y que prefiere la ciudad y no la ruta

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Ailín Vides

Una apasionada por la producción de vinos las tradiciones familiares la llevaron a tomar una de las mejores decisiones de su vida y lograr su sueño de convertirse en sommelier. julio gimenez

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ara Ailín Vides, pensar en su futuro y elegir una carrera durante la adolescencia no fue tan complicado como esperaba. Las tradiciones de su familia y la pasión de sus hermanos

por la gastronomía la ayudaron a tomar una de las decisiones más importantes de su vida: estudiar en la Escuela Argentina de Sommeliers. Sin embargo, adentrarse en el mundo laboral a temprana edad siendo mujer fue una historia

totalmente diferente, que, lejos de perjudicarla, la convirtió en una de las profesionales más destacadas de la región.

Nació y se crió en la localidad de Centenario, razón por la que su vínculo con la naturaleza y la

producción siempre fue intenso y constante. Una vez terminada la secundaria optó por mudarse a Buenos Aires, donde arrancó sus estudios terciarios. Pocos años después, sus raíces valletanas la trajeron de vuelta a su ciudad natal

donde “un golpe de suerte” le hizo ganar experiencia.

“Apenas llegué trabajé muchos años en la Bodega Familia Schroeder, lo que me dio la esperanza de poder estar en mi ciudad y hacer lo que me gusta. Fue el primer trabajo con el que tuve relación directa con el vino, el aprendizaje fue enorme y me ayudó a decidirme a seguir adelante”, contó Ailín.

Fanática del merlot producido en la provincia de Río Negro y del pinot noir, la joven describió la carrera y el trabajo de sommelier como dos “hermosas” prácticas en las que las personas pueden redescubrirse y aprender a usar todos sus sentidos. Además, remarcó lo importante que es que más mujeres se dediquen a esta profesión.

La sommellerie y el rol de la mujer Históricamente, solía ser comandada por una figura masculina, hasta que el paso del tiempo decidió derribar algunos estereotipos. Los concursos internacionales afines a la temática comenzaron a ser ganados por mujeres y, poco a poco, fueron ellas las encargadas de crear un espacio en donde la igualdad fuera un requisito excluyente.

No obstante, reconoció que fue en el área de atención al público donde se sintió juzgada y hasta subestimada: “Llegaban clientes en busca de un vino pero miraban con desconfianza porque era mujer y joven. En el último trabajo que tuve en una vinoteca muchos estaban atentos para ver si los atendía un compañero y si lo hacía yo, buscaban siempre la mirada masculina. De todas formas, esto nunca me desalentó”.

En la actualidad, Ailín tiene 31 años y vive en pareja en una chacra de ensueño donde brinda talleres independientes para que las personas elijan un producto, no por la apariencia de la etiqueta o la botella, sino por su meticulosa producción. Aunque su objetivo principal siempre será “cambiar la visión del consumidor y permitir que la gente se acerque cada vez más al consumo de vino” bajo un concepto cultural y enriquecedor para el alma

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Constanza Sandoval

Cuando el cielo no tiene límites

Tiene 20 años y dos licencias para pilotear aviones.

Su sueño: llegar a una aerolínea comercial.

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onstanza Sandoval era apenas una adolescente cuando decidió ser piloto de avión. Estaba en la escuela secundaria en Centenario cuando comenzó a interesarse por el trabajo y, al buscar información, encontró al Aeroclub de Neuquén. Hasta entonces, tampoco sabía que en la zona se podía estudiar. Apenas cumplió la edad permitida, se anotó y empezó a sumar horas de vuelo para alcanzar el primero de los títulos: piloto de avión privado.

Hoy, a los 20 años, ya cuenta con el segundo de los títulos, el comercial, y aspira a conseguir la licencia para poder pilotear un avión de línea, porque el cielo no tiene límites.

No sabe de dónde sacó la pasión por los aviones, ya que no viene de una familia dedicada a la aerona-

Las mujeres que aprenden en el Aeroclub Neuquén El Aeroclub Neuquén se constituyó el 2 de mayo de 1936 cuando aún la provincia era territorio nacional y se formó para incentivar el desarrollo de la aeronavegación en todas sus formas en la región.

Actualmente dispone de un total de cuatro aeronaves, utilizadas por los aspirantes a piloto en la zona.

Constanza contó que, junto con ella, otras dos mujeres tienen la licencia y otras tres se encuentran haciendo el curso.

Una de las primeras mujeres piloto que salió del aeroclub local es Andrea Tarruella, quien actualmente vuela en la aerolínea Latam.

La carrera de piloto se realiza por horas de vuelo, por ello, va a depender del tiempo de cada persona y de su bolsillo para culminar los estudios.

vegación. “Buscate algo con los pies en la tierra”, le respondió su mamá cuando le comentó lo que quería estudiar. “Te tiene que gustar porque es bastante sacrificado, más para quienes aspiramos a volar en una línea aérea, sobre todo con los horarios”, reflexiona sobre el trabajo y recuerda una anécdota que vivió cuando tuvo que hacerse el examen piscofísico para comenzar el curso.

Una de las instancias consistía en realizar una consulta con un psiquiatra. “¿Vos estás segura que querés eso? Eso es para hombres. ¿Vos no vas a tener una familia? ¿Cómo vas a criar a tus hijos si vas a estar en avión?”, fueron algunas de las preguntas del interrogatorio que sufrió por parte del profesional, quien no logró vencer sus ganas de volar. Pasado ese imprevisto obstáculo, Constanza siguió con su

instrucción, porque sabe que nada la detendrá hasta conseguir su licencia comercial en Argentina.

De los nervios y la emoción, no se acuerda el día que voló sola por primera vez, sólo recuerda que su instructor la dejó luego de hacer una maniobra llamada toqui-motor, salió, dio una vuelta por el río y volvió. “Es una prueba, cuando aterrizas decís ‘lo logré’”, sonríe.

También lleva consigo los mo-

mentos emotivos en que salió a pilotear con algún familiar o con una alguna persona que se subió por primera vez a un avión.

Constanza también es técnica en Turismo, porque desde la escuela de pilotos locales alientan a sus estudiantes a que continúen con otros estudios en paralelo. “Es una carrera que dependés del psicofísico, si te pasa algo, ¿qué hacés?”, concluyó

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Cristina Tapia

MAM: un conflicto que lleva ocho meses

Casi tres décadas dedicadas a la madera

En 3 julio del año pasado, la maderera neuquina MAM (Maderas al Mundo) anunció su cierre temporal a través de un preventivo de crisis y en ese entonces 94 empleados quedaron en la calle. La noticia llegó de manera sorpresiva para los trabajadores, quienes ese día quisieron entrar a trabajar y el portón de la empresa se encontraba cerrado.

La mitad fueron despedidos y la otra mitad suspendidos, en el marco de un plan preventivo que presentaron los dueños ante los organismos de Trabajo.

Durante ese tiempo, algunos fueron reincorporados, otros indemnizados y otros esperan un acuerdo para retomar las tareas. La empresa es una de las más importantes de la Patagonia.

Tenía 17 años cuando entró al secadero de la maderera MAM. se enteró del trabajo por un vecino del barrio bouquet roldán.

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Cristina Tapia hablar de su trabajo aún le duele, porque nunca pensó que podía pasar lo que vivió junto a sus compañeros en la maderera MAM, en julio del año pasado.

Tapia tenía apenas 17 años cuando empezó a trabajar en la fábrica, actualmente ubicada en el Parque Industrial de Neuquén.

Se enteró del trabajo a través de un vecino, cuando entonces vivía en el barrio Bouquet Roldán, y se acercó a las instalaciones. Desde entonces, toda su vida laboral transcurrió en el sector del secadero, donde se encarga de clasificar las maderas.

Casi tres décadas después, Cristina también aprendió a organizarse, salir a la calle y difundir su

pañeros que la pasa a buscar por reclamo con sus compañeros.

“Nunca pensé que nos iba a su casa del barrio San Lorenzo y pasar algo a nosotros, toda gen- arrancan para la Ruta 7. Unos mite trabajadora, de muchos años”, nutos antes de las 6 de la mañana, cuenta entre lágrimas, porque aún Cristina pasa a saludar a los madereros que se encuensiente en el cuerpo el dolor del despido, su rutina tran en el acampe a la de un acuerdo la reincorporación comienza espera con Provincia e ingresa y una lucha que aún a las 5 de a la fábrica. Cerca de continúa. la mañana. las 14, marca el final Cristina fue una de las primeras trabajale faltan 4 de la jornada y retoma contacto con el resto doras que retomó su años para el de los compañeros que trabajo luego del inijubilarse. aguardan a la vera de la cio del conflicto. Ese ruta, en uno de los indía volvió a la madegresos a la maderera. rera junto a Germán Y aunque sus días hayan pasaPardo y Antonio Dinamarca.

Actualmente, su rutina comienza do dentro de la fábrica, no deja de bien temprano: a las cinco ya está recordar cómo fue el momento en arriba, espera a otro de sus com- que les avisaron sobre los despidos

y cómo, de un día para otro, salieron a la calle.

“Tenemos que hacer volanteada y panf leteadas, hay gente que te acompaña y otra que no. Hay que poner el cuerpo, la gente es muy solidaria, nos ha ayudado un montón y nos sigue ayudando”, reflexiona sobre estos ocho meses de reclamo, donde el apoyo de otros sectores trabajadores, como el de los textiles o el de los ceramistas, siempre estuvo presente.

También recuerda el tenso momento que vivieron cuando el viernes 8 de diciembre la Policía ingresó al predio y desalojó de manera violenta a los trabajadores.

Ese día estuvo en la manifestación, pero se tuvo que ir porque no pudo soportar la sensación ar-

diente de los gases lacrimógenos y todavía se indigna con el trato que tuvieron para con sus compañeros.

Familia maderera

En todos sus años, Cristina conoció a varias mujeres que compartieron el espacio con ella. En ese recorrido, nombró a Nelly y a Úrsula, entre otras. Cuando comenzó el conflicto, contó con el apoyo de sus hijas, aunque no siempre pudieron estar presentes a la hora de salir a la calle por cuestiones de tiempo. Sin embargo, dice que sus compañeros de labores también son su familia, a quienes acompaña en el reclamo.

Cristina espera que pase el tiempo para jubilarse: le quedan cuatro años más entre las maderas

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Omar Novoa

Lucía Eberhardt

La amante de la tinta que derribó todas las barreras empezó como diseñadora gráfica pero hace más de 4 años dedica su tiempo al mundo de los tatuajes.

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En este trabajo hay dos caras: el prejuicio, por un lado, y el amor, por el otro.

No diferenciemos por género, hagámoslo juntos. Podés ser buen tatuador pero si no tenés tu humanidad bien plantada, te falta mucho”. Esta es una de las tantas reflexiones de Lucía Eberdhardt después de cuatro años y medio de trabajar en el rubro de los tatuajes, donde tanto el profesional como el cliente fueron, por mucho tiempo, hombres.

Su espíritu libre y corazón apasionado la ayudaron a encontrar su lugar no sólo en Neuquén, sino también en todo el país.

Lucía tiene 33 años, es mamá de una nena de 11 y se considera a sí misma neuquina hasta los huesos.

Es de contextura pequeña pero de mirada intensa y su piel está envuelta por largos y finos trazos de tinta. Desde que asistía a la primaria se interesó por el dibujo, las artes plásticas, las figuras abstractas, el cosmos y las estrellas. Lo que comenzó como un hobbie terminó siendo una carrera consolidada.

“Al tatuaje llegué de casualidad porque estaba de novia con un chico que es tatuador. Un día nos juntamos a dibujar y me dijo que probara, que me veía con muchas herramientas para hacerlo. Nunca se me había ocurrido porque lo veía

como algo muy complejo y responsable. Los primeros dos tatuajes se los hice a él, tenía terror porque tenés una aguja y estás por pinchar a otro y no sabés cómo, cuánto. Eran muchos nervios e incertidumbre”, recordó con respecto a su primera experiencia en este mundo.

El primer año que tomó la de-

cisión de dedicarse a los tattoos sólo conocía a tres chicas tatuadoras, pero ninguna se dedicaba a la técnica del puntillismo por la que Lucía siente una atracción particular.

En la actualidad, son cada vez más las que forman parte del equipo y, gracias a esto, la clien-

tela femenina se expandió a pasos acelerados. “Cuando empecé sentí muchos prejuicios y no sólo de parte de los hombres. Es un tema complicado porque nunca te lo dicen en la cara, pero uno percibe cierta incomodidad de parte de ellos. Seguramente se han dicho cosas pero, en mi caso, las personas que me

abrieron las puertas y me ofrecieron ayuda fueron justamente hombres”, reconoció la joven artista.

Finalmente, aseguró que, poco a poco, las “chicas se van a animar a emprender este camino, sobre todo ahora que las mujeres tienen otra mirada, pasos fuertes y el valor para romper todos los moldes”

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Sofía Ibáñez

La capitana del periodismo deportivo en el Alto Valle LA PASIÓN POR LOS DEPORTES Y LA ESCRITURA CORREN POR SUS VENAS DESDE MUY PEQUEÑA. creció en fernández oro, donde tuvo su propio programa de radio y un blog.

M

inutos antes de que comenzara nuestra conversación, ella ya dejaba ver una pizca de nerviosismo en sus movimientos corporales, en su mirada, su tono de voz, que cada tanto se convertía en un tranquilo y tembloroso susurro.

Es que está acostumbrada a estar del otro lado, a ser quien hace las preguntas, pero no quien las responde; a escribir con pasión y dedicación sobre un sinfín de historias y triunfos, pero ahora llegó su turno.

Sofía Ibáñez tiene 31 años, nació en Fernández Oro, vivió en La Pampa y tiempo después se mudó e independizó en Cipolletti. No sólo es reconocida por su profesionalidad, comprensión y calidez como persona, sino también porque es la única periodista deportiva en los medios gráficos de la región. Desde el año 2012 se desempeña en LM Neuquén, aunque antes tuvo su propio programa en una radio y escribía para su conocido blog “Oro Deportivo”. Lejos de sentirlo como un motivo de orgullo, asegura que se trata de un hecho preocupante porque, lamentablemente, las aspirantes a seguir esta carrera son cada vez menos.

Una de las razones principales se centra en que el mundo de los deportes se esconde, desde los principios de la historia, bajo una mirada pura y exclusivamente masculi-

Sofía Ibáñez en una de sus tantas tardes de trabajo en la redacción del diario.

na. Sin embargo, con el correr del tiempo llegaron los cambios y, de su mano, grandes logros. Uno de ellos fue la inserción paulatina de la mujer en diferentes actividades físicas como fútbol, básquet, motocross, rugby y, en menor medida, en el periodismo deportivo. “Nunca fui consciente de esta cuestión de género, ahora sí lo veo, pero cuando empecé a estudiar no lo notaba porque no estaba pensando en eso. La diferencia es clara y el hecho de que sea la única periodista dedicada al deporte en la zona y que se desempeñe en un diario no está bueno. En la radio, por ejemplo, al principio la voz femenina lee tablas de posiciones y datos así, pero no se la incluye en un debate”, contó Sofía.

Por otra parte, mencionó que sus primeras coberturas dentro de la cancha no fueron las más agradables por los gritos e insultos de los hinchas, pero que nunca permitió que la adversidad la derribara.

“No me gustaba porque me hacían pasar un mal momento, pero estaba convencida de lo que quería hacer y más allá de esto me sentía cómoda en la cancha, era lo que me apasionaba. Como mujeres tenemos la responsabilidad de demostrarnos a nosotras mismas que estamos en condiciones de trabajar a la par de nuestros compañeros. Las mujeres vamos a seguir reclamando nuestro espacio y trabajando para obtenerlo”, concluyó

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