Añelo20102015

Suplemento aniversario Martes 20 de octubre de 2015

La localidad de Añelo, que hoy celebra su centenario, busca cubrir las necesidades de una población que crece día a día.

Cien años de Añelo Con la energía en sus manos La capital nacional de los recursos hidrocarburíferos no convencionales tiene un antes y un después a partir del desarrollo de Vaca Muerta.

Crecimiento. Darío Díaz explica las demandas

de la localidad y las inversiones que se necesitan.

PÁGS. 2 y 3

Pioneros. Jorge Gatica llegó en 1953 y no se fue más. PÁG. 4 Capital privado. Crecen los emprendimientos inmobiliarios. PÁG. 6 Espacio para producir. Isla Grande es la tierra para los crianceros. PÁG. 5

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MARTES 20 de OCTUBRE de 2015

Con obras y desafíos, nace otro Añelo en su centenario De la mano de Vaca Muerta, cambió la fisonomía de la localidad. añelo

Darío Díaz tiene apenas 38 años y cumple un sueño, casi inesperado en su vida. Será el intendente que atraviese el umbral de los 100 años de vida de Añelo, un pueblo que se forjó entre el silencio, los vientos y arcillosas bardas. Pero que ahora, lejos de esa vida de crianceros, lo tiene en lo más alto de la propaganda en todo el país: el efecto Vaca Muerta, una especie de fenómeno intangible para una mayoría que no vive en la ciudad y que sólo se guía por las noticias que anuncian inversiones millonarias para desarrollar los recursos hidrocar-

buríferos no convencionales.

Sin embargo, en el pueblo la vida es diferente. Aún resta soportar con infraestructura ese cambio que implicó que en tres años la población pasara de 2500 a 5000 residentes, más otras 2500 personas más que a diario ingresan y pasan por la ciudad.

A continuación, los tramos más importantes del diálogo mantenido con el jefe comunal, que va por otro período a partir de diciembre.

—¿Cómo vive en lo personal los 100 años de Añelo, con este protagonismo inusitado?

Con mucha alegría, porque 100 años no se cumplen todos los días, pero no deja de preocuparme la gran responsabilidad que uno tiene, en un momento importante.

Hace tres años nos agarró toda la explosión de los yacimientos no convencionales, que parece que van a cambiar la proyección de la historia.

—¿En qué se ha avanzado desde 2013 hasta ahora?

Hemos solicitado el tema del agua potable, que es una preocupación histórica, por los graves problemas que tenía Añelo. Hoy lo tenemos controlado, pero no dejamos de

hacer cosas. Hemos terminado este año la planta potabilizadora y una obra de distribución que seguramente va a quedar chica, porque año a año la ciudad crece. También pusimos en marcha una planta de líquidos cloacales y ahora la mitad del pueblo tiene cloacas.

Creemos que ha quedado atrás ese viejo recuerdo de un Añelo con gente pisando aguas servidas. Además, la construcción del hospital está en marcha y es fundamental para toda la sociedad, así como también el jardín de infantes, que en su momento no tenía número.

Otra cosa es que adjudicamos

ya 400 lotes en la segunda meseta, como un plan de desarrollo inicial ente el Municipio y las cooperativas.

—¿Cómo manejan la llegada de gente a la ciudad? No todos pueden entrar a una petrolera…

Muchos escuchan en las noticias sobre Vaca muerta y el trabajo en Añelo y se vienen. Eso es complicado, porque la actividad se está amesetando, no hay un crecimiento.

Tenemos un objetivo con el Master Plan que es crear una ciudad para radicar a los trabajadores que vienen con sus familias. Por eso el de-

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mil pesos es el precio de venta fijado por el Municipio para los interesados en un lote en la meseta.

El intendente de Añelo, Darío Díaz, sigue con atención las necesidades de su comunidad y proyecta obras para el crecimiento armónico de la localidad.

sarrollo final de la meseta será de unos mil lotes. Estamos vendiendo 40 mil pesos cada uno a 40 cuotas.

Hoy en el mercado inmobiliario esos valores no existen.

—¿La crisis internacional del petróleo cómo afectó a Añelo?

Hay incertidumbre por la baja de un equipo o porque una obra no sale, o que hay esperar en la casa hasta que salga trabajo. Hay obras que se van terminando y no se sabe cuándo se arranca con otra. Ese es el aire que se respira, pero todos coinciden en que la crisis es transi-

toria porque todas de todas maneras las empresas siguen invirtiendo en el parque industrial local. Ese indicador nos demuestra que la actividad va a continuar a partir del segundo semestre de 2015.

—¿Cómo avanza el parque industrial de la ciudad?

Hemos superado los 150 convenios con diferentes empresas de servicios en un parque que todavía no tiene servicios de infraestructura. Es un parque logístico, pero en el que trabajamos fuertemente con el ministro de Energía (Alejandro Nicola), armando fondos fiduciarios y un

baigorrita

Un nombre que lleva a un cacique Añelo significa en mapuche “el lugar del muerto”, dado que allí los soldados comandados por el sargento Ávila dieron muerte, en 1879, a Baigorrita, considerado el último cacique ranquel. Hoy, la localidad está lejos de ser sólo un lugar de paso.

consorcio que le va a dar un ordenamiento. Por ahora se han instalado unas 50 compañías, que están gastando unos 200 mil pesos en energía todos los meses para funcionar.

—¿Qué expectativas tiene en este segundo mandato?

Tenemos varios proyectos y un plan de acción hasta el 2019. Necesitamos inyectarle a Añelo unos 400 millones de pesos en obras de infraestructura, que es un número alto. Estamos trabajando en una subestación transformadora de 132 mil voltios. Necesitamos más potencia para enfrentar todo el

desarrollo y las inversiones inmobiliarias que se vienen. Todas estas obras salen más de 100 millones de pesos, pero a mediano plazo tendremos que hacerlas.

—¿Cómo enfrenta el nativo pionero de Añelo los cambios?

Como puede. Algunos lo están aceptando. Para no perder el eje productivo que tuvo la ciudad, asignamos 500 hectáreas en la Isla Grande para productores. Algunos, que han vendido chacras, están interesados en instalarse ahí y llevar la vida de antes, pero no todos

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Jorge Gatica hace 62 años que vive en la localidad.

Es jubilado y trabajó en Vialidad Provincial. Hizo su casa con sus propias manos, se casó y tuvo cuatro hijos.

tránsito

Camionetas en vez de caballos El tránsito vehicular que hoy existe hacia y desde Añelo es incesante, pero hubo un tiempo en que en el pueblo sólo andaban caballos y viejos vehículos que tardaban horas y hasta días en llegar a destino. Jorge Gatica recuerda bien esos tiempos cuando no había ruta de asfalto.

“Un año recuerdo que veníamos de vuelta de Barda del Medio y nos cayó una tormenta, tardamos tres días en llegar acá (hay 72 kilómetros). Era pura tierra, nos encajábamos en todos lados por la lluvia y el barro.

Ahora estamos regalados, se llega más fácil”, dijo Gatica quien llegó a Añelo en 1953 proveniente de Los Ángeles (Chile).

Recordar al Añelo de arcilla La memoria de un viejo poblador que no olvida la vida de pueblo. añelo

Jorge Gatica nació en Los Ángeles, Chile, y hace 62 años que vive en Añelo. Es uno de los pobladores más viejos, pero no el único. Aún quedan algunos de ese “viejo Añelo” que pareció durante décadas quedarse en el tiempo.

Su memoria se remite a un pueblo en medio de un jarillal, donde había sólo un antiguo edificio del correo hecho de adobe, a una cuadra de donde hoy tiene su casa, y una escuela. Después, todo el paisaje no era otra cosa que la barda

silenciosa y algunos paisanos que bajaban con chivas.

“Vine a dejar un primo hermano a Copahue, después se vino para acá solo y yo lo acompañé.

Pero no volví nunca más”, recuerda el hombre, que se casó y tuvo cuatro hijos.

Jorge lleva puesta una gorra con la leyenda Vialidad Neuquén, donde trabajó hasta hace más de 20 años, cuando se jubiló. Tiene buenos recuerdos de esa época, cuando valían más la humildad y el compromiso hacia los demás que

los intereses personales.

En su terreno irregular, donde construyó su casa de material, hay otra más chica hecha de madera que tiene más de 60 años. La hizo con sus propias manos para soportar la aridez y el frío de la zona y aún la conserva como si se tratara de su único patrimonio. A veces se pone a cocinar al tiempo que recuerda esos tiempos, que aún parecen sobrevivir en su cabeza.

“Yo, cuando llegué, estaba en Vialidad y tenía un puesto en lo que se llamaba el Lote 15. Alcan-

cé a tener más de 500 chivas y 60 vacas. Después vendí el campo y me puse a trabajar hasta que me jubilé”, dice Jorge.

A pesar de que es un viejo poblador que reivindica aquellos años del fragor de los crianceros, hoy no se pelea con esta realidad en que Añelo está cada vez más concurrido, con camionetas petroleras que se circulan como abejas hacia enjambres.

“Acá se fue todo arriba, acá no era nada. En este lugar no había nada, no había vida, pero había

mucha tranquilidad. Esto es la Vaca Muerta que le dicen, pero las cosas se fueron arriba por esa vaca, que es todo muy nuevo para nosotros los más viejos. Está todo muy caro; la carne la estamos pagando 140 pesos el kilo”, comenta.

Jorge, a pesar de todos los anhelos de esa viejo pueblo, le tomó el gusto al desarrollo de Añelo y a su edad sueña con estar mejor. “Creo que si esto va a crecer así, por lo menos quiero tener asfalto frente a mi casa. Ya no extraño tanto la vida de antes”, concluye

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Isla Grande, la nueva tierra para los crianceros añelo

Muchos de ellos se asentaron a la vera de la Ruta 7 en los primeros años de Añelo. Pero hoy, con el alto valor que tienen las tierras, producto de petróleo, los crianceros se ven obligados a vender los terrenos, también a buen precio.

Es por eso, el gobierno municipal, para no perder el espíritu de los primeros crianceros, que tenían chivas, pasto y caballos, desde hace un tiempo les otorgó un espacio de casi 500 hectáreas para la producción parcelada, tanto para la agricultura como para aves y especies de corral.

Se trata del lugar denominado Isla Grande, al sur del pueblo, tierras que eran antiguamente de la provincia. “La idea es que el que se asiente tenga que producir obligatoriamente. Queremos compatibilizar todo lo que está pasando con el petróleo con la producción, pero a pequeña escala”, dijo el intendente Darío Díaz.

A la vez, en la zona se reservarán tierras por 5 hectáreas para hacer un club hípico y otro para un centro de empleados municipales.

Asimismo, en la misma zona se está construyendo un matadero, que facilitará el procesamiento de carne de los productores locales.

Es que el boom de Vaca Muerta que hizo colapsar al pueblo obligó a muchos crianceros a buscar otras tierras para el pastoreo y la agricultura. La mayoría son viejos pobladores, aunque los proyectos de desarrollo productivos están abiertos para otros beneficiarios.

La Municipalidad de Añelo cuenta con una dirección dedicada a la producción que trabaja en forma coordinada con la Secretaría de Producción de la Provincia de Neuquén, que tiene una oficina en la ciudad, y con un representante del la Secretaría de Agricultura familiar de la Nación.

A través de Nación, los crianceros han podido acceder a varios programas, como por ejemplo la financiación en la compra de tanques australianos, accesibilidad a granjas y huertas, maquinarias e invernaderos, etc.

Además, a través de estos organismos se ha realizado, entre otras tantas tareas, un relevamiento sobre las demandas y necesidades de los crianceros y productores, don-

agropecuario

No perder de vista los orígenes La idea de reservar 500 hectáreas para la producción es evitar que se extinga el sector, estrujado por la economía petrolera. Más allá de que está pensado para pequeños emprendedores tradicionales, Añelo conserva grandes proyectos de alfalfa y ganadería por sistema de feed lot. Además, una imponente bodega, muy cerca también de la ciudad. En un futuro, se hará una ruta turística y el tráfico de Vaca Muerta se descomprimirá por la meseta.

de se destacan el agua, la tierra y la seguridad.

Asimismo, se afirmó que es de suma importancia encontrara líneas de financiamiento para abordar, por ejemplo, obras para la captación y optimización del agua imprescindible en estas zonas.

Pero las petroleras que operan en la región también están involucradas en el apoyo de los crianceros. Desde la implementación en 2010 del Programa Porcino financiado por Total Austral y Wintershall, se logró consolidar a diez productores de la localidad

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Los crianceros fueron desplazados por el crecimiento de la localidad y tienen la oportunidad de seguir produciendo en Isla Grande.

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La inversión privada vio el negocio inmobiliario Las viviendas, barrios abiertos y alojamientos están en franca expansión. añelo

El crecimiento inmobiliario es algo que se percibe a simple vista en la localidad. Se puede apreciar la gran cantidad de obras en construcción, algunas a cargo de particulares y otras, de inversores hoteleros que buscaban satisfacer la creciente demanda de miles de trabajadores.

La demanda de viviendas viene de la mano del crecimiento poblacional. De los 75 habitan-

tes que se tenían computados en 1970 pasó a 412 en 1980; luego a 2689 en 2010, a unos 6 mil en 2015 y se estiman para 2030 unos 30.000.

Para los funcionarios, el objetivo no es crear una “company town” (ciudades diseñadas para atender funciones productivas, residenciales y de equipamiento, con el propósito de alcanzar resultados de eficiente producción en torno a una empresa o industria en

El hotel Leonardo da Vinci tiene ejecutado el 90 por ciento de su primera etapa.

particular), sino pensar la ciudad petrolera “moderna, sostenible y próspera”.

Mientras tanto, el capital privado avanza. Camino a Cutral Co se da un ejemplo: sobre la Ruta 17, en la zona denominada Las Parcelitas se ha asentado la gran apuesta residencial con un plazo de ejecución que ronda los dos años. Sumado al actual desarrollo urbano sobre la meseta, donde ya hay 2000 loteos sociales en obras,

180 loteos con plateas entregados, 240 viviendas ejecutables en tres etapas y otra tanda de 340 del otro lado de la ruta.

Entre las ofertas hoteleras sobre la Ruta 7 está Dypsa (Desarrollos y Proyectos SA) que es un hotel spa ubicado cerca de la sede actual de Bomberos Voluntarios, con una planta completa de 76 habitaciones con avance significativo y un sistema de construcción en seco.

Se cree que antes de fin de año se terminaría.

Al Hotel Leonardo da Vinci, con el 90% ejecutado, sólo le falta la conexión de gas y luz. Para esta primera etapa, se contempló 48 habitaciones con una sala de juegos y tres auditorios para convenciones.

En tanto que en una segunda etapa habrá otras 48 habitaciones, más una torre en altura de 120 habitaciones, y se estima una proyección de dicha obra una vez finalizada la primer etapa, de tres años.

El mismo tiempo de obra se espera para el Howard Johnson, con más de 170 habitaciones ubicado en 7 loteos de inversión residencial denominada La Forestada.

Por otro lado, Urban Solution que se instaló en una de las parcelitas antes de La Forestada (en los campos de Ahumada), con una propuesta de 120 habitaciones tipo apart.

Asimismo, la oferta de diferentes tipos de vivienda multifamiliar, como por ejemplo edificios en PH, tira o torres, habitables para familias o colocación de locales comerciales, todos ubicados en el bajo de la ciudad, son obras muy avanzadas y aprobadas para tener planta baja más tres niveles.

La tierra dejó de estar ociosa o poco productiva para adquirir valor. Por ejemplo, el actual loteo Las Rosas, camino al río Neuquén, que fue una zona de pajonales y hoy tiene viviendas

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Un libro rescata la memoria colectiva

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Lalo Martínez reunió fotos y testimonios. taron en estas tierras para la cría añelo Bernardo “Lalo” Martínez conoció de ganado. Era un Añelo chico, el silencio de ese viejo Añelo. Sus donde por la Ruta 7 apenas pasacalles despobladas, las mateadas ba un auto cada media hora, con con vecinos y hasta ese sabor cam- suerte.

“Llegué en 1987, en ese momenpero de los alrededores, en la meto estaba Justo Muñoz como intenseta y en el río Neuquén.

Ese Añelo que hoy contrasta con dente, hoy ya fallecido. Comencé a el furor que en la actualidad le im- dar clases de danzas nativas en la agrupación Fogón prime el petróleo y Criollo que el misdel que sólo queda el testimonio de “Yo iba a dar clases mo intendente le aquellos antiguos y en los primeros puso el nombre”, Martínez. pobladores. Justiempos, a veces, contó La recopilación t a m e n te , to d o s cuando no podía testimonial de la esos relatos fuememoria colecron recopilados en llegar, iba hasta del lugar le un libro: Nosotros caminando desde tiva tomó casi 20 años somos Añelo. 100 El Chañar hasta al escr itor, que años de historia, quedó atrapado que fue presentado Añelo”. con las historias el 14 de octubre. del poblador y de Bernardo, autor de la obra, nació en Allen, Río sus familias pioneras.

“Yo iba a dar clases y en los priNegro, pero desde 1987 está vinculado con Añelo. Fue profesor de meros tiempos, a veces cuando no danzas folclóricas y hasta director podía llegar iba hasta caminando de Cultura de la Municipalidad, desde San Patricio del Chañar hasademás de luchar por la conserva- ta Añelo. Por una ruta en la que no ción del patrimonio histórico de la andaba nadie, nunca quise dejar a mis alumnos sin clases”, recordó. ciudad.

Incursionó en la poesía y logró En el libro, Lalo relata las historias de viejas familias que se asen- premios en certámenes regionales

7 LMNeuquÉn Sebastian Fariña Petersen

Lalo Martínez llegó en 1987 a dar clases de danzas nativas a la ciudad y se enamoró del pueblo.

y nacionales. En 2015 obtuvo una distinción a la trayectoria literaria en la Fiesta Nacional de la Poesía en la localidad de Manuel Ocampo, provincia de Buenos Aires.

Realizó trabajos literarios en revistas, diarios locales, así como también en regionales.

Desarrolló talleres literarios en escuelas primarias y secundarias, transmitiendo sus experiencias.

Lleva publicados Viento Patagon (2009), Memorias de la vieja estancia. Alemanes en Río Negro (2010)

y Mirando los recuerdos (2014).

Martínez vivió el Añelo cuando no existía ese furor por el petróleo, sino por la vida campestre, en un pueblo que parecía quedarse en el tiempo. Allí no había ni panadería ni estación de servicio, y los pobladores tenían que sortear algunas dificultades.

Hallazgos

“Yo encontraba un montón de cosas en el pueblo: la naturaleza en esas bardas pintorescas, ese marco

imponente en la ciudad. Le tengo que agradecer a la familia Paredes, que fueron los primeros que me recibieron en la casa con una pava y el mate, y también Jorge Omar Olate y su señora Mari, hoy fallecida”, expresó.

Hoy Martínez ve cómo el pueblo ha crecido, tal vez en forma inesperada, por un progreso que, si bien ha jerarquizado la zona, amenaza con acorralar algunas de esas viejas historias, que aún luchan por no desaparecer

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