1 minute read

Bloque de oposición del senado presenta demanda ante la SCJN contra el Plan B

cuenta de que en la Constitución no se consideraba delito grave la corrupción, imagínese si no fue una vil simulación, por qué no primero reformaron la Constitución para declarar delito grave la corrupción, eso lo hicimos nosotros, no, lo que querían fue el aparato porque así engañaban de que de esa manera íbamos a combatir la corrupción, íbamos a tener acceso a la información, no iba a haber monopolios, todos estos organismos de la llamada sociedad civil”, indicó.

El Ejecutivo federal dijo tener desconfianza a dichos organismos y expuso el caso del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) que se creó para hacer pública toda la información relacionada con el gobierno “y no hubiese corrupción, ¿sirvió para eso? No, no ha servido y nos cuesta mil millones de pesos al año”.

Advertisement

El presidente reconoció que no se trata de un asunto de leyes, por - que de ser así no habría problema en la aplicación de lo dispuesto y no se generarían problemas. “No hay ninguna ley que diga que está permitido robar y robar, lo que hay que hacer es cambiar la mentalidad, formar gente honesta, que existan en las universidades, bueno, desde los libros de texto de primaria, que se eleve la importancia de la honestidad como forma de vida, como forma de gobierno más allá que la corrupción”, señaló.

Agregó que una actitud peor que la corrupción es la deshonestidad, que está relacionada con ser congruente, pero en los anteriores gobiernos en el sector educativo no se hablaba del problema de esta falta de valores para que los jóvenes no replicaran ese tipo de acciones irregulares.

También reprochó que el presidente de la República no tenga facultades para participar contra los agentes preponderantes. “¿Por qué a la república de los independientes? Para proteger intereses y para simular que se combatía la corrupción, el ocultamiento de información y por eso se necesitaba la transparencia que en efecto es una regla de oro de la democracia, pero, ¿para qué el aparato?”, cuestionó.

This article is from: